Cap3. Rivalidad

Cap3. Rivalidad:

Los ojos de Shiro se encontraban atónitos porque no podía creer lo que estaba viendo, que su pequeña hermanita tuviera contra el suelo y mirando con ojos de furia a una persona, pero esta no era cualquier persona, él era Gleyden el vicepresidente del consejo estudiantil, claramente su hermana no tenía una buena relación con Gleyden pero en la situación que este se encontraba era difícil, pues tenía heridas y sangraba mucho por los cortes que tenía en su brazo izquierdo, estos cortes aparentaban ser precisos y con la intensión de dejar sin poder contraatacar.

De un momento a otro Shiro apareció frente Aoi apartándola de encima de él, aunque la situación no era clara. Shiro no podía entender ¿por qué su hermana atacaría de esa manera a Gleyden?, lo peor fue cuando voltio a verla y ella se había escapado, ya no podía hacer más, así que tomo a su amigo y lo llevo a la enfermería para sanar sus heridas.

Gleyden tenía heridas por muchas partes de su cuerpos, pero afortunadamente por el talento que tenía su amigo para la curación hizo su recuperación más rápida, claro habían otros métodos para sanar aparte de este, como por ejemplo una inyección de pranim, uno de los tantos avances en la ciencia, sin necesidad de utilizar magia, no se usó este método en Gleyden pues detestaba las agujas.

Poco a poco las heridas de Gleyden fueron cerrando y tomando un estado normal, cuidando ya se había recompuesto en sí, Shiro tomo el momento para comenzar el interrogatorio.

-¡Me puedes explicar que significa todo esto!, que hiciste para que ella te atacara y sobre todo ¿por qué no me informantes que estabas con ella?- dijo Shiro con una expresión irritada.

- Ja!, se supone que ahora me debo encargar de tus asuntos, tú fuiste el que la perdió- dijo Gleyden con un tono sarcástico y orgulloso.

-Sabes últimamente mi paciencia ha estado en su límite, por lo que quitarte del medio no sería ningún problema. O hablas ahora o te hare callar para siempre- dijo Shiro que se acercó a Gleyden con un tono sombrío.

Rápidamente la atmosfera cambio y a pesar que el vicepresidente tenía una personalidad orgullosa y tenas, fue rápidamente demolida ante las palabras de Shiro, antes que tuviera otra oportunidad para ser amenazado, chasqueo sus dedos y una pantalla con muchos datos apareció en el aire, tomo uno entre los tantos códigos que estaban en esta y lo deslizo a otra pantalla en la que inmediatamente se abrió un video.

Shiro activo un dispositivo para evitar que otras personas los vieran o escucharan lo que iban a ver. El video que le fue mostrado aparecía Aoi caminando por los pasillos de la escuela y que al parecer cada vez que pasaba por los micro dispositivos de vigilancia, estos se auto reseteaban.

- Observa el brillo que tienen sus ojos- dijo Gleyden señalando una parte del video.

- ¿Qué hay con eso?- dijo Shiro intrigado.

-pues ese solo brillo que vez en ese micro segundo que capture, solo significa que tu salvación o final está cerca, ella está despertando y después que se percató de las cámaras fue a buscarme, eso ello a la situación en la que estamos ahora- dijo Gleyden con una postura relajada esperando la respuesta de Shiro.

- ……………., si es de esta manera, dime ¿dónde se encuentra ahora?- dijo Shiro con un tono indiferente.

- Ella está afuera- dijo Gleyden señalando la puerta.

- Afuera, bien, no digas nada de esto al “Maestro”- dijo Shiro despidiéndose de su amigo y dirigiéndose a la puerta.

Y justamente como dijo Gleyden afuera estaba su adorada hermana esperándolo, aunque Shiro seguía impresionado lo que había sucedido, una vez que la vio sentada en el suelo con la cabeza gacha, volvió a tomar su más cara como un dulce hermano mayor.

Aoi alzo la mirado y tras sus ojos llorosos y sus manos que no paraban de templar, solo se podía ver a una tímida chica incapaz de dañar a alguien.

- …N-Ni-san, y-yo, a-acabo de hacer-…, ¡Lo siento mucho!, no lo volveré hacer, ¡por favor ni-san no me dejes!- dijo Aoi con una expresión preocupada y con el rostro lleno de lágrimas.

- Esta bien, solo nunca te vuelvas a alejar de mí, ¿si?- dijo Shiro con una mirada cálida, que al final de su voz sonaba sombría.

Shiro levanto a Aoi con una princesa y la regreso a “casa”, donde solo podría volver a salir luego de un largo tiempo o tal vez no tanto como ella pensaba.