Sobre Manga y Rock ´n´ Roll

Capítulo nueve. Mis amigos.

Entré a casa, con el pecho aun cálido. Papá estaba en la sala, viendo la tv, ya le había avisado que vendría un poco tarde, que saldría con alguien.

–Hija, ¿Solucionaste algo con Danz? Vi por la ventana que te trajo a casa, ¿Ya está todo bien?

–Sí papá. La chica del centro comercial, resultó ser su prima –confesé apenada, papá sonrió.

–¡Lo sabía! No podía estar equivocado –levantó la mano la empuñó y acercó su codo al cuerpo, como si acabara de ganar algo.

–¿Sabías que era su prima?

–Ay hija, pobre Danz ¿Qué va a hacer contigo? eres más despistada de una cabra.

–¡Papá! tú siempre dándome bromas, además, no sé de qué hablas –suspiró.

–Si, está acabado ¡fuerza Danz, tú puedes! –lo observé aun sin entender– ignora a este viejo –agregó.

–Como sea, conocí a su prima, es súper linda y amable, incluso quiere ser mi amiga. Me agradó mucho, fue con ella con quién salí. Danz solo se ofreció a traernos.

–Muy bien por Danz.

–¿Verdad que es muy amable? Sofía me dijo que él hacía eso por mí, porque si fuese por ella sólo enviaría a Frank; pero que él estaba ahí para verme, ¿Tú crees papá que él pueda estar sintiendo algo por mí?

–Hija, tú eres preciosa, ¿Quién no se fijaría en ti?

–Estoy hablando en serio Pa.

–Y yo también, no te preocupes por eso, si él siente algo por ti, indudablemente te lo dirá y debes estar preparada para darle tu respuesta y por cierto me pone muy contento que tengas una amiga, al fin mi niña se está dejando notar –tocó mi barbilla con mucho cariño.

–Sabes que no me molesta estar sola; pero si la compañía vale la pena, no tengo nada que decir en contra.

–Tener buenos amigos, siempre hace que nuestro viaje por la vida sea más divertido –sonreí porque sabía que tenía razón.

–Me iré a dormir, mañana también vendré un poco tarde, le enseñaré a mi amiga a usar los patines.

–De acuerdo hija, con cuidado por favor.

–Sí, buenas noches Papá.

–Descansa.

Subí a mi habitación y me recuesté en mi cama. Repasé cuidadosamente todo lo que ha pasado en el día, todas las cosas buenas que había vivido.

“Ahora tengo muchos amigos, tengo a Danz, que también es el chico que me gusta, tengo a Guido mi compañero de juegos, y ahora a mi querida amiga Sofía. Estoy muy emocionada, siento que cada día al lado de ellos, será una aventura, ya quiero ir a clases, pensándolo bien, nunca antes me entusiasmé tanto por ir a la escuela”

A la mañana siguiente, me preparé rápido, desayuné con Papá y fui directo a la escuela. En la esquina vi a Danz, estaba solo. Me acerqué a él.

–Buenos días, Danz –saludé y traté de ver detrás de él.

–Buenos días Sep –arqueó levemente las cejas– ¿Buscas a alguien?

–¿Sofía, no viene contigo?

–Sofía no disfruta caminar, además ¿Qué no estas contenta de verme? Me pondré celoso.

–Es que pensé que vendría contigo –traté de ocultar mi sonrisa.

“No necesitas estar celoso, tú tienes todo mi corazón”

“Que intrépida te has vuelto” dijo mi voz interior.

–Me alegra que hicieras amistad con Sofía, ella tampoco tiene tantos amigos. Aunque no parezca, es muy selectiva con sus amistades, además al estudiar desde casa no es como que pueda interactuar con muchos adolescentes de su edad, así que me alegro que ambas sean buenas amigas.

–Quién lo diría. Ella es tan elocuente, amistosa y segura que cualquiera pensaría que tiene muchos amigos.

–Nadie lo imaginaría; pero así es. Estoy seguro que ambas se llevarán muy bien.

–Eso espero, ella me agrada mucho.

–¿Tanto como yo? –mis mejillas se tensaron un poco.

–Contigo… Es diferente –esquivé su mirada y vi hacia un lado.

–Eso espero, quiero ser algo más para ti

“¿Algo más? ¿Cómo un novio?”

“Pero mírate estás desesperada, seguro ni siquiera se refiere a eso y ya te imaginas un película con cada frase que dice, ten calma”

En ese instante llegamos a la entrada. Sofía se bajaba del auto y corrió hacia nosotros.

–¡Sep! –gritó mi nombre, me abrazó y me mantuvo atrapada entre sus brazos, rodeada por completo. No podía mover mis brazos.

–Buenos días, Sofía –sonreí ante su cariñoso gesto.

–¡Suéltala, Elmyra Duff! la vas a romper –protestó Danz.

–¡No quiero! es mía –Sofía hizo un puchero; pero para mi suerte me soltó, tanto amor dolía; pero estaba feliz.

–Eres demasiado, para la pobre de Sep, además ella no le pertenece a nadie y en todo caso, yo la vi primero –Danz me tomó de la mano y me llevó hacia él. Eran como niños peleando por algún juguete.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.