Sobre tus alas [ Jason Todd]

XXXVI Familias reunidas

En cuanto el hombre entra, un sorprendido Jason retrocede y su actitud agresiva se suaviza. Parece triste.

Y frágil.

Los dejo a solas para que conversen. Espero que todo salga bien y no se enfade más conmigo después de esto.

Tras varios minutos, oigo algunos gritos de Jason y me asomo desde la escalera, temerosa. El hombre lo ha abrazado y Jason llora, aferrado a su pecho.

Se me hace un nudo en la garganta. Si no lo estuviera viendo, no lo creería. A pesar de ser tan rudo y violento, él tiene un lado sensible, un lado que sufre, y que intenta a toda costa ocultar con su agresividad.    

Jason no es para nada un simple rufián como me pareció en un principio. Hay varios niveles de complejidad en su personalidad y creo que acabo de descubrir uno de los más profundos, y valiosos.

Necesita ayuda y espero que su familia pueda dársela.

Minutos después, él me llama. Ya se ha calmado, pero evita mirarme. Creo que le averguenza que sepa que ha llorado.

—Yo... Volveré a la mansión Wayne, Isabel. Gracias por todo.

—Señorita, gracias por cuidar del amo Jason —dice el hombre, que tiene una mirada dulce y serena.

Como un padre.

—De nada ¿Puedo pedirle un favor?

Él asiente.

—No lo deje salir de casa si no ha desayunado.

Jason bufa y Alfred promete intentarlo. Al verlos alejarse en el lujoso auto, no puedo evitar sentir algo de nostalgia. Él regresará a esa enorme y silenciosa mansión, donde la abundancia no basta para llenar el evidente vacío que él siente y que sólo deseo no se vuelva más grande.

Por la noche, le envío un mensaje a Dick.

Yo: Hola ¿Cómo está Jason?

Tarda apenas unos segundos en responder.

Dick: Hola. Yo estoy muy bien, gracias por preguntar 😒

Maldición. Me siento como una idiota. Suelto el teléfono y grito contra la almohada, agradeciendo que él no pueda verme.

Llega otro mensaje.

Dick: Era broma 😁

Vuelvo a respirar.

Dick: Todd está bien. Llegó a fastidiar como siempre y la calma se acabó en esta casa 😢

No puedo evitar reír.

Yo: no puede ser tan malo.

Dick: estoy comenzando a pensar que hablamos de personas diferentes o tú tienes mucha paciencia.

Yo: tal vez un poco de ambos 🤷🏼

Dick: sí. Te alegrará saber que la situación en la secundaria se arregló y él volverá a clases mañana.

Esa es una idea magnífica. Definitivamente, Dick sólo trae alegría a mi vida.

Yo: gracias por escucharme y ayudarme en todo esto, Dick.

Te amo.

Siento como me sonrojo de sólo pensarlo y mis dedos tiemblan de ganas de escribirlo.

Dick: siempre puedes contar conmigo. Que tengas dulces sueños, Isabel 😉

Me lo imagino guiñándome el ojo y me pongo a temblar entera. En esa ensoñación, el teléfono se me suelta y me golpea la cara.

Grito, pero no es por el dolor en la nariz, sino por la felicidad, que parece crecer sin límites dentro de mí. 

Definitivamente, esta noche mis sueños serán muy dulces. 




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