Sobre tus alas [ Jason Todd]

LI Corazones rotos

—¡Jason es un idiota! No tenía ningún derecho a decirme algo así... ¡Él no sabe nada! —grito, sabiendo que estoy sola en casa y nadie puede oírme. Y lloro, lloro a mares abrazando mi cojín.      

Jason me ha roto el corazón.

******

—Bien, Isabel, tú lo quisiste. Te lo diré todo.

Lo escucho atentamente, conteniendo la emoción.

—Me gusta Kory, pero...

—¡Lo sabía! ¡Fue tan evidente en ese momento! ¡Y te veías tan tierno viéndola todo embobado! ¡Jamás habría imaginado que la palabra "tierno" y "tú" pudieran estar juntas en la misma oración sin un "no" entre medio.

El amor es un sentimiento tan bonito y me hace feliz que él esté enamorado. El amor podría ayudarlo a exorcizar todos esos demonios que no lo dejan en paz y darle calma a su mente.

El amor lo hará sentirse vivo y ya no necesitará andarse metiendo en problemas o peleando con la gente.

—Pero... —recalca para volver a captar mi atención y lo miro, sin dejar de sonreír emocionada—, pero es una estupidez, Isabel.

—¡Claro que no! ¡Es algo lindo, Jason! Tú mismo dijiste que hay que sentir más y el amor es algo que te hará muy bien...

—¡Ella sólo tiene ojos para Grayson! —me interrumpe—. Ella está enamorada de él y yo... yo soy como su sombra... —se aprieta la cabeza y su mirada se pierde en ese lugar al que va a veces—. ¡No quiero ser su sombra! ¡No quiero ocupar su lugar y ser su reemplazo, no quiero que eso pase de nuevo...!

—¡Jason, basta! —lo sacudo con fuerza hasta que vuelve a mirarme y tomo su rostro entre mis manos, conmovida por el terror que, de pronto, ha inundado sus ojos.

—Tú no eres su sombra, Jason. Eres alguien diferente y brillas con luz propia. No tienes que ser como Dick, no puedes ser como él porque tú eres Jason y eso está bien —le digo, acariciando sus mejillas.

—¡Pero ella lo quiere a él! —vuelve a quejarse, apartando mis manos con frialdad—. Y sería bueno que te dieras cuenta de que él le corresponde.

—¿Qué?

De pronto, siento que el aire escasea.

—A Grayson le gusta Kory, Isabel. Tú sólo estás haciendo el ridículo.

Sus palabras me llegan como bofetadas y un dolor punzante empieza a sentirse muy dentro de mí, amenazando con volverse insoportable.

—Sólo he intentado ser amable contigo... ¿Por qué tienes que ser tan cruel?...

—¡Porque es la verdad! Debí decírtelo hace tiempo, pero no me atreví. Estabas tan ilusionada y no quería que sufrieras, pero ya es hora de que lo sepas. —Su mirada se vuelva cada vez más fría y distante.

—¡Estás diciendo todo esto porque estás enojado conmigo, es tu forma de castigarme!

Es un castigo muy cruel y doloroso, de alguien que he llegado a querer mucho. Eso es lo que más me duele.

—Piensa lo que quieras, Isabel, pero recuerda que yo soy el que vive con Grayson. ¿Crees que él no ha invitado a Kory a la casa?

Mis ojos se humedecen y quiero salir arrancando, pero no puedo.

—¿Crees que no oigo lo que hacen cuando se encierran en su habitación durante horas? No le está contando chistecitos precisamente...

—¡Cállate!... No digas nada más... Eres un idiota...

******

Sí. Es mucho más fácil pensar que el idiota es Jason y no yo. Eso sería muy doloroso, pero en el fondo, en lo más profundo de mi corazón, siempre supe que era así.

A pesar de eso, no pude evitar pensar que tenía alguna oportunidad con Dick: la forma en que me miraba, su amabilidad, su simpatía, me hicieron creer que había una conexión especial entre nosotros, cuando en realidad, él sólo estaba siendo amigable, nada más.

Debo ser fuerte y aceptarlo. Tal vez, podría conformarme con ser sólo su amiga, por duro que sea.

Y ahora a Jason le gusta Kory. Él debe estar sufriendo igual que yo y lo traté tan mal. Debería llamarlo para disculparme. Busco mi teléfono, que sigue dentro del bolso.

Con sorpresa, veo que tengo una llamada perdida y varios mensajes. Todos de Dick. 




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