Sobre tus alas [ Jason Todd]

LXXXI Salto de fe

Decido contarle todo. Dick me gusta y quiero que sea parte de mi vida, así que debo empezar a confiar en él.

—Isabel, no puedes creer que él habla en serio.

—¿No?

—¡Claro que no! A Todd le gusta fastidiar a los demás, ya te lo había dicho. Inventó eso para molestarme porque supuso que tú me lo dirías. Es un amargado y como yo tengo mejor sentido del humor, siempre dice que soy un payaso, por eso inventó lo del circo.

—Pero parecía tan serio cuando lo dijo, tan convencido de que era verdad.

—Tal vez es un mitómano y termina por creerse sus mentiras. No le des más vueltas al asunto, no dejes que te afecte.

No puede ser eso, debe ser algo más.

Dick aferra una de mis manos. La suya es cálida y suave; acogedora.

—Escucha, Jason está bien. De hecho lo está pasando maravilloso con Kory ahora mismo, no quiero que estés preocupada por él.

¿Cómo sabe que todavía están juntos? Rayos, yo casi llorando por Jason y él feliz de la vida. Definitivamente tiene razón, voy a prohibirme pensar en Jason cuando esté con Dick.

—¿No te molesta que Kory esté con él? Después de todo, ella fue tu novia... ¿No te incomoda que ahora esté con tu hermano?

Tal vez sea una pregunta atrevida, pero tengo mucha curiosidad.

—No. Lo nuestro ya acabó y acabó bien. Somos amigos ahora y si ella quiere estar con Jason, no le veo ningún problema.

Es un chico muy maduro.

Suelta mi mano para maniobrar la palanca de cambios y una sensación de vacío me invade. Se siente muy extraño y me asusta un poco, pero no dura mucho. Él vuelve a cogerla cada vez que tiene oportunidad.

—¿Te dejo en el edificio donde trabaja tu tía? Puedo esperar y llevarlas a las dos a tu casa.

Niego. Mi tía ya debe estar en casa, así que le pido que vayamos directo hacia allá. Ya es momento de que sepa dónde vivo.

~🦇~

—Y entonces ¿Te llamas Richard?

Él asiente, notablemente divertido. Al menos en eso Jason no mintió.

—Ahora recuerdo que cuando nos conocimos, tú dijiste que te llamabas Carbono.

¡Noooooooo! ¿Por qué tiene que acordarse de eso ahora, que estábamos tan bien? Me hundo en el asiento, cubriendo mi cara.

—¡Que no te dé vergüenza, fue muy divertido! —ríe y su risa es hermosa.

Se ríe de mí, pero no se está burlando. No como cuando Jason se ríe de mí.

—¿Cómo no va a darme vergüenza? ¡Fue espantoso! Siempre me pasan esas cosas.

Sobre todo cuando estoy contigo.

Acaricio su mano entre las mías y me siento mejor.

—No fue espantoso, fue divertido. Sentí mucha curiosidad y no dejé de pensar en ti desde entonces.

No puedo creerlo ¿Así fue? Mi idiotez llamó su atención ¿Quién lo diría? De pronto me siento muy a gusto conmigo misma.

—Luego empecé a observarte durante las prácticas y noté que eras muy torpe —vuelve a reír.

Y yo vuelvo a hundirme en el asiento.

—Tal vez pensarás que soy ególatra, pero empecé a fantasear con que te habías unido al equipo de gimnasia por mí.

Ahora me siento completamente desnuda. Él me descubrió desde el principio. Fui tan ingenua al creer que era un buen plan.

—Y... ¿Tenía razón? —pregunta con interés, mirándome fijamente mientras esperamos la luz verde.

—¡Sí! —Vuelvo a taparme la cara, sintiendo que mi corazón va a explotar.

Miro a Dick por entre mis dedos y se ve feliz con mi respuesta.

—Debo agregar "valiente" a la lista de cosas que me gustan de ti —Me sonríe dulcemente y termino por derretirme en el asiento.

Sí, mi plan fue idiota, pero funcionó a la perfección.

~🦇~

—Entonces ¿No eres religioso?

Tenía que preguntárselo.

—No, claro que no. ¿Es un problema para ti?

Lo miro con confusión.

—Bueno, eres recatada y algo conservadora. No sería extraño suponer que se deba a motivos religiosos.

Entonces sí me ve como una monja. Maldición.

—No, yo soy así por convicción y respeto a mí misma. Soy atea y la ciencia es mi copiloto.

—¡Que alivio oírlo! Por un momento pensé que podrías sugerir la iglesia como lugar para nuestra cita —exclama con alegría e intento sonreírle de vuelta.

Que extraña imagen es la que le transmito a los chicos.

—Y si hubiese sido así ¿Habrías aceptado ir a la iglesia conmigo?

Él suspira.

—Sí y estoy seguro de que, de algún modo, nos la habríamos arreglado para pasarla genial.

Yo también lo creo.

—Además, no puedo negar que intentar corromperte hubiera sido un interesante desafío —me mira con expresión maliciosa y trago saliva.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.