Sobreviviendo a Alen Bradford

Magnetico

 

Estar cerca de Nil, era muy diferente a estar cerca de Alen, él era calmado y esa calma me hacia sentir tranquila, no sentía un vértigo constante, ni me dolía el estomago o la cabeza tratando de entender que hice mal o que hice bien, no tenía que sumir demasiado mi estomago, tampoco me estresaba por lucir perfecta, ni siquiera tenía que competir con nadie por su atención, era fácil convivir con él, podía reír con libertad, no sobre pensaba las cosas, era cómodo y agradable, Nil Brenon me hacia sentí muchas cosas que me confundían, aveces tenía miedo de que me gustara un poco.

Aun así, mi mente estaba llena de Alen Bradford, no podía remplazarlo, todo el tiempo me preguntaba lo mismo ¿que estará haciendo? ¿Con quien estará pasando el rato? ¿Realmente le gusto? ¿Por que no me escribe? ¿Por que yo no le escribo? Su desinterés me hacia daño y me negaba a dejarlo ir, quería convertirme en alguien especial para él, eso era en lo único que pensaba.

—¿Por que estas tan pensativa?—me preguntó Nil mirándome rápidamente para no perder la vista del volante.

—Me decidí que no revisaría las cámaras ni los audios hasta que no termináramos nuestra salida, ha sido tentador echar un vistazo, pero creo que me traerá más antiedad revisar cada cinco segundos, además, Fidel le pidió a su esposa que me avisara si veía o escuchaba algo sospechoso, ahora deben estar en tramites para aceptarla como una de las empleadas de limpieza.

—¿Tramites?

—Oliver es muy estricto sobre quién entra a trabajar a la mansión, según él es para protegerme, pero en realidad busca personal que no se convierta en una amenaza para él. Cada vez que pienso en ellos se me revuelve el estomago.—le dije con una cara de desagrado.

—Pues no pienses en eso, cumple con la promesa que te hiciste a ti misma y diviértete, relájate, mereces un respiro, ya hablar tiempo de que revisemos esos videos.—me dijo Nil con una bonita sonrisa.

—Tienes razón, no pensaré más en eso.

—¿A donde iremos a desayunar? Muero de hambre.—preguntó Cecilia impaciente.

—¿Les decimos?—le preguntó Levy a Nil con una sonrisa brillante.

—Ya casi llegamos, reservamos un desayuno en el hotel Royal Prince.—respondió Nil complacido con la expresión de Cecilia, yo no entendía por que se había quedado en pausa, después pegó un grito lleno de emoción que nos sacudió a todos.

—¿Que? ¿Como consiguieron lugar tan rápido? Ni siquiera yo con los contactos de mis padres he podido adquirir un lugar en tan corto tiempo, apenas logré apartar una reservación para los próximos tres meses y eso por que mi padre es conocido del dueño.

—Bueno, el señor Park (dueño del hotel) le debe un pequeño favor a mi madre, es su hermana jajaja, así que le debe la vida.—respondió Nil sonriente.

—¿Que? No puede ser…eres favorecido por el universo ¿como es que no sabía eso de ti?

—ES que es su medio hermano, pero se llevan muy bien, mi tío es un hombre apegado a su familia, mi mamá es su única hermana, así que es su adoración.

—No inventes, este será el mejor día de mi vida, te besaría pero sería como besar a mi hermano y eso sería asqueroso jaja.—externó Cecilia emocionada.

—Pues yo si lo besé y fue excitante.—añadió Levy y Nil hizo una cara de asco que a todos nos mató de al risa.

—Jajajaja, ustedes son muy divertidos.—les dije sin parar de reír.

—Deberías de estar brincando de alegría en estos momentos, una vez que veas la magnificencia de ese hotel, sabrás porque es tan cotizado, solo estrellas de la televisión, políticos y gente como nosotros, asquerosamente adinerados podemos tomar té y tarta en un palacio como este, pero incluso algunos debemos esperar nuestro turno, pero nuestro príncipe Nil nos ayudó con su preciosa progenitora.

—No entiendo porque tu lista de espera es tan larga, he desayunado aquí al menso dos veces en un mes.—le dijo Levy para molestarla.

—No te creo, eso sería injusto, quizá deba ver al gerente cara a cara para que vea lo bonita y agradable que soy y me de mi lugar en ese palacio.

—No lo hagas, tal vez te confunda con un duende por tu estatura y te termine vetando de por vida jajaja.—le dijo Levy alborotando el cabello.

—¡Ay maldito! Me las vas a pagar.—declaró Cecilia furiosa, pero en cuanto vio que ya habíamos llegado, se le pasó el coraje.

—Ya estamos aquí señoritas.

Nil y Levy se bajaron del auto y nos abrieron la puerta como todos unos caballeros, cuando él me extendió la mano y clavó sus ojos sobre mí, me sentí como esa damisela que no tiene nada de que preocuparse, me brindó esa hermosa sonrisa que me dejó hipnotizada.

—¿Ya tienes hambre?—me preguntó con amabilidad y yo seguía perdida.

—Mucha, no sé que pedir, pero comería cualquier cosa.—le dije con una sonrisa.

—te recomendare un croissant esperanza es delicioso con café o té, eso si te apetece algo dulce o esta el salado, con pavo y aderezos, el queso es delicioso, pero hay muchas opciones a elegir, pide lo que más te guste, yo te invitó.

—No, como crees, yo lo haré.

—No lo creo, fue nuestra iniciativa pagarles esta salida, así que aprovéchate de mi y pide toda la carta si quieres, jajaja.

Sus palabras me sonrojaron, la verdad no me importaba comer bien delante de él, ya que me sentía muy cómoda a su lado, ese era uno de los privilegios que el me daba, podía ser yo misma y seguir siendo increíble para él.

—Por Dios…. Este lugar debe ser donde tenga mi boda civil y quiero que me tomen fotos en cada lugar de este precioso castillo.

—¿Piensas casarte joven? Apenas tienes como doce ¿no?

—Ay ¿ya vas a empezar con tus cosas?

—Jajajaja, lo siento, no me resisto a tu estatura de gnomo.

—¿Que clase de cita es esta? Por lo menos deja de molestarme.

—¿No que no era una cita?

—Muchos quisieran estar en tu lugar, pero solo tu puedes presumirle a mis admiradores la dicha que se siente estar con alguien tan genial como yo.—le dijo Cecilia con su ego en las nubes.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.