Sobreviviendo a Alen Bradford

Sindrome

 

Ojalá el amor fuera más fácil, ojalá pudiéramos elegir de quién enamorarnos, porque de ser así, lo habría elegido a él, Nil Brenon era perfecto para mí, amaba la manera en la que me hacia sentir, lo cálido que se ponía mi corazón con su presencia, la forma tan rápida y sanadora en la que mi mente fantaseaba, era el príncipe que deseaba fuera mi salvador.

No entendía por que cada que me miraba a los ojos,, me quedaba atrapada en sus pupilas, era fácil perderme en su mirada, en sus bonitos ojos rasgados, tenía las facciones definidas y delicadas, su cabello negro y entre lacio y ondulado, la forma tan elegante y cool en la que se vestía.

Era educado y tenía la elegancia de un noble caballero, el porte, la etiqueta, olía muy bien, era inteligente, prudente y tenía algo especial, yo lo sabía, él era el indicado, el candidato para convertirse en mi futuro esposo, Nil era todo lo que estaba bien en mi vida, aveces me preguntaba si se podía amar a dos personas al mismo tiempo…no quería vivir sin él, no importaba que pasara después.

Era mi secreto más intimo, mi escape seguro, mi refugio, mi caballero…pero aun sabiendo esto, mi cabeza estaba empeñada en pertenecerle a un solo hombre, a ese gánster, al chico malo, al criminal y mafioso, al tipo sin responsabilidad afectiva que con un solo chasquido de sus dedos me hacía obedecer al instante, complacerlo era mi mayor obsesión, él me había domesticado, me hacia sentir ansiosa, enojada, deprimida, insegura, celosa y me daba mucha inestabilidad, pero era Alen Bradford, eso me segaba por completo.

¿Me gustaba lo malo que era conmigo? ¿Acaso era una masoquista? No tengo la respuesta, solo sé que estaba jodida, lo amo…lo amo a pesar de ser un idiota, presencia que me corrompería algún día, probablemente me haría llorar más veces de las que me haría reír, así de arruinada me sentía, porque por más evidencias de su culpabilidad tuviera en mis manos, más ciega me volvía.

No me llames tonta, por que sé que tu también te haz enamorado así, de alguien malo para ti, no me juzgues…no hay nada que pueda hacer ¿Crees que no lo he intentado?

Cecilia y Armin se despidieron de sus amigos, Cecilia no se atrevió a comentar nada al respecto, amaba a Nil como a su propio hermano, solo quería que algún día, Armin pudiera ver el tesoro que tenía enfrente y no lo dejara ir por un montón de carbon.

Armin y Cecilia se encontraban en la habitación, estaban frente a la computadora para revisar los audios y los videos, querían ver si lograban capturar alguna evidencia que probara que Oliver y María eran culpables.

Pero primero Armin le habló a Fidel para saber de las novedades y si su esposa había entradla trabajar con él en la mansión.

—Hola Fidel, ¿como van las cosas? ¿Hay algo que deba saber?—le preguntó Armin con las manos temblorosas.

—¿Estas segura de que no quieres que haga esta llamada por ti?—le susurró Cecilia, pero Armin se negó con la cabeza y mejor lo puso en voz alta.

—Hola señorita, mi esposa apenas si pudo entrar a trabajar, Oliver puso la excusa de que no necesitábamos más personal, si usted no le hubiese ordenado que al contrataran, habría sido imposible añadirla al grupo de trabajo, han estado más raros de lo normal, se apartan de los demás y los vi encerrarse por dos horas en la oficina, no pude escuchar nada, por que se aseguraron d llenarnos de actividades antes.—le dijo Fidel apenado.

—¿Hacen  eso muy seguido? ¿Aislarse?

—Antes no le daba importancia, ahora que tengo un ojo puesto en ellos me he percatado de que si es seguido señorita, pero podemos revisar los videos y los micrófonos, así nos quitaremos de dudas.

—Voy a revisarlos ahora mismo, velos tu también y después pásame tu reporte, dile a tu esposa que le agradezco la ayuda, confío en ustedes Fidel, sabes que cuento con ustedes, no se me olvida mi promesa, cumpliré mi palabra, hoy mismo enviaré el correo al internado, necesito que me envíes todos los documentos y te acabo de mandar una guía de lo que vienen en el examen, tu hijo tiene que pasar ese examen con excelencia para que se gane su lugar en Mirland, eso es todo lo que tiene que hacer, yo me encargaré del resto.—le dijo Armin con seriedad.

—Muchas gracias señorita, realmente esta haciendo mucho por nosotros, no lo merecemos, usted es muy buena.

—Eso es lo que me esta causando tantos problemas Fidel.

—¿Disculpe? No alcancé a escucharla.

—Nada, no dije nada, estamos en contacto.

—Por supuesto señorita.

Armin colgó la llamada y ambas se vieron a los ojos, Cecilia tomó la palabra.

—¿Enserio prometiste que el hijo del jardinero podría estar a estudiar a Mirland? ¿Estás loca? ¿Como puedes prometer algo así? Sabes lo difícil que es entrar a esa escuela. Armin por Dios…que diablos hiciste ¿piensas sobornar al director?

—Claro que no, él lo hará, conseguirá su lugar como estudiante, si pasa con excelencia podrá conseguir la becada demás yo lo estaré recomendando, no haré ningún soborno…solo que si no gana…pues, entonces pagaré para que pase el examen.

—¡Eso es soborno!

—¡No tengo opción Ceci! No tienes idea de como me siento… la soledad, la traición, el abandono…son cosas que me han perseguido desde que nací ¿Sabes lo que es vivir con eso? Es igual que morirte en vida, asesinaron a mis padres…quien sea que los haya matado me dejó con vida para aprovecharse de mí ¿y si fueron ellos? ¿Y si Oliver y María tuvieron algo que ver? Un soborno es un costo mínimo comparado con todo lo que he sufrido…no me juzgues, se que no es correcto, pero debo empezar hacer este tipo de cosas para salvarme de la locura.

—No digas eso, no dejaré que te corrompas o hagas cosas ilícitas.

—Ojalá que el hijo de Fidel pueda pasar ese examen d manera limpia, sino no tendré opción.—le dijo Armin con pesar.

—Te quiero, deja de pensar así, esperemos que todo salga bien, no te dejaré sola ¿de acuerdo? No quiero que esto sea el inicio de tu vida como la líder de una mafia, seria cool tener una amiga mafiosa, pero, no es el punto.




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