Sobreviviendo a la edad del burro

Una carta final

I

Es impresionante tu descaro al hablar,

al decir que las cosas conmigo quiere arreglar.

No seas hablador, deja de querer intentar

que suficiente daño hiciste cuando me soltaste al mar.

II

Creo que te odio, finalmente puedo decir que te odio

pues es muy altivo querer solucionar las cosas conmigo.

Quieres manipularme, ni pienses que lograste engañarme,

sabes que aún te quiero conmigo y quieres probarme.

Mas estoy cansada de ti, mi corazón no podrá desistir

no cuando se cuanto me costó seguir sin ti.

III

Dices palabras dulces, como las que solias decir al inicio

pero las siento tan vacias como los ojos que ahora miro,

te ves acabado, tal vez tus consecuencias te han llegado

sin embargo no pienso dejar que me lleves por otro lado:

esto se acaba aquí, sin otro acto, no dejaré que vuelvas a intentarlo.

IV

Te conozco, más de lo que piensas en realidad

¿Puedes decirme que quieres al final?

Caso contrario yo sé que me vas a matar

y lo harás lentamente hasta que no quede más,

entonces me soltarás y me dejarás sin dudar

tal y como la hiciste una vez por bromear

V

No soy quien conociste hace tiempo.

Ni volveré a ser aquella chica a la que amaste en su momento

¿Amar? Que ridiculo, somos muy jóvenes para el amor.

Ni siquiera sabemos lo que es en realidad amar.

VI

"Aún me amas" aseguraste sin tartamudear

pero no sabes que esta vez si voy a darme mi lugar,

así me duela el alma por tener que soltar.

Esta vez quiero que sepas que en mi mente estás olvidado,

a pesar de que mi corazón y mis letras no lo han logrado

y aunque me destruya y me quiebre en lo más profundo:

no dejaré que te acerques otro segundo.




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