I
No hay joya más brillante y clara
que una amistad sin condición,
que escucha cuando el alma se para
y abraza sin explicación.
II
Contigo el mundo es más ligero,
y el día, menos gris, más fiel.
Tu risa es mi escudo sincero,
tu consejo, un dulce laurel.
III
A tu lado no existe el miedo,
ni la tristeza se queda a morar.
Eres el sol en mi firmamento,
mi refugio, mi lugar.
IV
Gracias por estar presente
aún cuando no digo nada.
Tu amistad es el puente
que me salva en la jornada.