Sobreviviendo a la tentación [2.3]

Capítulo 16| Entregaría mi corazón

A Z U L🌟🌟🌟

A Z U L
🌟🌟🌟

Fue un dilema escoger mi atuendo para salir cuando todas se empeñaron en darme sus opiniones sobre como me quedaba cada cosa que me probaba, que la falda con lentejuelas era para un ambiente nocturnos, que el jean negro resaltaba mi trasero y que la falda blanca que me puse era demasiado corta para que me sintiera cómoda en una cita. Trate de decirles que no era una cita, pero fue como estar hablándole al vacío, ninguna me hizo caso porque se enfrascaron en una pelea de cómo debía ir a la cafetería con Anker sin perder mi estilo propio o parecer desesperada. Finalmente, me hicieron ponerme un vestido negro de tirantes pegado al cuerpo que me llegaba a mitad de los muslos, un saco fino corto en color rosa y unos tacones beige bajos. Me maquillaron con algo sutil para el día y peinaron mi cabello haciendo ligeras ondas que dejaron caer sobre mis hombros, al verme al espejo no me reconocí, pero me gusto el resultado.

—Perfecta, mírate Azul te ves tan bonita —comenta Becca tomándome de los hombros viendo mi reflejo en el espejo, le sonreí como agradecimiento y vi a Sam asomar la cabeza desde el fondo parándose en mi cama. Estuvo un par de días sin ir al liceo, tuvo un ataque de shock en la cafetería por culpa de Oliver y su araña, ya solucionaron las cosas, pero Lila parece que sigue enojada con el castaño.

—Esta vez no te vigilaremos ni les dispararé una flecha, no es porque me las hayan confiscado, ni porque esté castigada sino porque no quiero arruinarles el momento Azul —me dice Sam haciéndome reír, no entiendo por qué tanto alboroto, en la cita con Zay lograba entender que estuvieran tan preocupadas, pero ahora es algo casual con Anker. Somos amigos, no entiendo por qué todas se alborotaron cuando se los comente en el almuerzo, me llenaron de preguntas y usaron al pobre Colín como espía para saber si Anker estaba nervioso o no. Gracias a Nyx que Anker actuaba con normalidad, incluso nos dijo que estaba feliz y eso fue todo lo que pudo sacarle Mar con sus insistencias.

—Anker adora las hamburguesas de Emma, siempre que vamos pide una con un gran batido de chocolate es su comida favorita —escucho decir a Bunnie desde el armario, estaba doblando la ropa junto a Mar y Lila, todas fueron muy amables en ayudarme a escoger la ropa, pero dejaron mi habitación como si un huracán de categoría cuatro haya pasado por aquí.

—Gracias por la información Bunnie, gracias por todo chicas, pero están exagerando un poco. Anker y yo saldremos como amigos —logró hablar al fin logrando que todas me escuchen, no quiero lastimar a nadie en especial a Anker, él es mi amigo y sé que aún no está listo para salir con alguien nuevo. Vi demasiadas personas con el corazón roto como para saber que estas cosas no se superan en una semana o un mes. En ocasiones lleva mucho más tiempo sanarse a uno mismo y perdonar al otro por lo que haya pasado o incluso perdonarse a sí mismo por los errores cometidos.

—¿Azul, tú crees que Anker no ve esto como una cita? —pregunta Melione acercándose hasta donde me encontraba y colocando sobre mi cuello un collar con una pequeña figura con la forma de una estrella o como los humanos nos representan a nosotras. —Tu misma nos dijiste que él te dijo que no te vigilaría porque quería que tu próxima cita sea con él, adivina porqué te invito a la cafetería de la mamá de Kevin.

—Porque quería disculparse conmigo, somos amigos ya dejen de decir todas esas cosas o no podré ver a Anker a los ojos, por Nyx ya siento miedo de lo que pueda pasar hoy —confieso cubriendo mi rostro con ambas manos, ahora que comenzaba a entender mejor los sentimientos humanos sé lo que es la vergüenza y lo estaba sintiendo ahora, sentía mis mejillas arder. Unos golpes en la puerta hace que todas nos giramos a ver a la puerta y por esta apareció la cabeza del rey Hades, se sintió un tanto intimidado de ver tantos pares de ojos sobre él, pero lo disimuló viendo en mi dirección.

—Anker se encuentra abajo esperándote Azul —habló con tranquilidad y se fue dejando atrás de sí un montón de rostros emocionados y chillidos contenidos, conociendo al rey en estos momentos debe estar rodando los ojos igual que lo hace su hija.

—Azul ve anda no lo dejes esperando más tiempo —me animo Mar con una sonrisa gentil, a su costado Red asintió llevando una papa frita a su boca desde que llegó apareció con una bolsa de papas la cual no ofreció a nadie y las chicas no parecieron ofenderse por ello.

—Gracias chicas, nos vemos más tarde si es que aún están aquí cuando llegue —alegó tomando mi bolso del tocador, las manos me temblaban, pero intentaba disimularlo lo mejor posible, es solo una salida con mi amigo Anker, debo dejar de exagerar todo.

—Por supuesto que estaremos aquí, somos tus amigas y aquí a todas les encantan los chismes —señaló Calí haciendo reír a Alcíone y a mí únicamente con su comentario, el resto le dedicó una mirada ofendida. —No me miren con esas caras cuando saben que tengo razón —ahora todas desviaron la mirada como si estuvieran buscando algo más importante viendo en otra dirección, negué con la cabeza y salí de mi cuarto. Mientras caminaba por el pasillo fui respirando hondo para controlar mi sonrojo, la cara me dejo de arder y pensé en perros felices para no ponerme nerviosa mientras baje las escaleras y termine cayendo.

Tenía todo bajo control, sosteniendo mi mano derecha sobre el barandal fui bajando por la escalera viendo donde pisaba y con confianza levanté mi cabeza para ver al príncipe del inframundo. Casi no pisó bien el siguiente escalón, tuve que sostenerme del barandal de las escaleras con las dos manos y plantarme firme para no caer de bruces hacia adelante. Anker tenía el jopo alto, dándole un aspecto revedle, una camiseta básica blanca, una camisa a cuadros negros y azul marino y por encima de esta una chaqueta de jean azul clara. Un jean negro ajustado a sus piernas y borcegos grandes de color negro. Este no se parece en nada al Anker que vi en la cita que tuvo con Bunnie y mucho menos se parece al Anker que me invitó a salir hace un par de días. Mi corazón golpeó con fuerza en mi pecho, con toda la fuerza de voluntad termine de bajar las escaleras y trate de reflejar que no estaba asombrada con su aspecto, pero fue difícil no poder recorrerlo con la mirada a medida que me aproximaba a él.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.