Capítulo 19| Las consecuencias

A N K E R
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Mi abuela estaba tranquila a pesar de que las ninfas aún no nos habían dicho nada, estaba abrazando a mi abuelo que se mantenía impoluto. Por otro lado, mi prima Mar estaba jugando con sus dedos en una esquina lejos de Colín y los demás notaban la tensión, pero yo los estaba ignorando y quería saber qué pasaría con Melione y con Azul. Nadie nos había dicho nada todavía, me había cansado de esperar, pero no me moví de mi lugar porque mi madre me estaba reteniendo en mi asiento y me contenía para no gritar que me dejaran verlas. Todos contuvimos la respiración cuando las puertas de la enfermería se abrieron, estaba la diosa Nyx encabezando la marcha seguida de dos ninfas. Me acerqué a ella junto con mi prima Mar que no podía disimular mucho que estaba muriendo de preocupación por las chicas.

—Azul estará bien, la ira y el instinto de supervivencia la orillaron a usar sus poderes. Por desgracia esto provocó que sus heridas se abrieran de nuevo, debe quedarse un tiempo más prolongado en la tierra. Mar deja de preocuparte esto no es algo que pudieras controlar, dejen de preocuparse por Azul y esperen a saber de la princesa —aclara la diosa de la noche abrazando con fuerza a su nieta que aunque continuaba preocupada por Melione su tensión era menor.

Con mi prima dejamos ir a la diosa que continuó su camino hasta detenerse delante de mis abuelos, intercambiaron unas palabras y se fue dejándonos esperando. No podía dejar de pensar en mi tía, nadie había venido a decirnos nada en estas casi tres horas esperando y comenzaba a desesperarse pensando en que algo malo quizá le esté pasando. Mi madre se fue porque la tía Demi no podía cuidar sola a Nina, Bianca y Dasha por mucho tiempo. Por lo que me quede esperando con papá, mis abuelos y mis tíos. En el momento en que mi cabeza comenzó a plantearme el volver a llamar para pedir información salió Apolo, mis abuelos se acercaron a él de inmediato esperando saber noticias.

—Está muy golpeada, sus energías estaban completamente drenadas y tenía veneno corriendo por su sangre. Logramos suturar la herida en su abdomen y le suministramos el antídoto a tiempo, la princesa necesita descanso por lo que hasta mañana nadie podrá verla. Dejemos los enojos para cuando tenga fuerzas, con permiso —el dios de la medicina se fue dejándonos a todos aliviados, por una parte, pero por otra seguíamos preguntándonos qué estaba haciendo Melione en aquel barrio. Pero por sobre todo cómo es que se cruzó con Avril y sus amigas.

—Es mejor que volvamos a casa, mamá, papá regresen al inframundo. Melione estará muy segura en el olimpo y Azul igual no tienen nada de que preocuparse ya mañana cuando despierte la veremos —ordenó mi padre. Todos aceptan y rápidamente comenzamos a irnos, no pudimos hacer nada antes mucho menos haríamos algo ahora que mi tía necesita descansar al igual que la estrella.

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Por la mañana a primera hora estaba entrando en la enfermería, mi tía continuaba descansando con mis abuelos a su alrededor y sentada a su lado en una silla de ruedas estaba Azul. La rubia sostenía la mano de Melione observándola con pena, supongo que debe sentirse culpable por lo que sucede cuando en realidad ella no tiene la culpa de nada en realidad. Me acerqué saludando a mis abuelos que estaban un poco más apagados que ayer, continuaban serios, pero sus ojos delataban cuán preocupados estaban por mi tía. Es normal que se meta en problemas, creo que es parte de su esencia y no sería la misma sin esta peculiar característica, pero nunca ninguna de sus meteduras de pata la hicieron terminar en este estado.

Me acerqué a la estrella apoyando mi mano sobre su hombro, Azul no se movió, de su lugar, pero si tomó mi mano con la suya sin moverla de su posición y suspiró tomando con su mano libre la de Mel. Su otra mano está siendo sostenida por mi abuela, estábamos solos en la enfermería, no dejaban pasar a muchas personas y tampoco las visitas podían ser muy prolongadas porque debíamos dejar descansar a los pacientes. La búsqueda de Avril se retomó, es una amenaza inminente y lo viene siendo desde la primera vez que asesinó a una chica en el campamento, pero los dioses no le dieron el castigo que merecía. Supongo que es un poco injusto que se muevan tanto ahora solo porque afectó a las hijas de una de las familias más importantes. Pero qué hubiera pasado si en lugar de Melione en esta misma posición se encontrará Lila o cualquiera de los hijos de Hermes. ¿Se estarían moviendo para atraparla o lo dejarían pasar como vienen haciéndolo desde hace mucho tiempo?

—Tienes que despertar —interrumpe el silencio la suave voz de Azul —Sé que estabas enojada conmigo por mi cita con Zay, pero él no significa nada para mí. No estoy segura de ninguno de mis sentimientos, pero lo que si se es que el no me gusta como se supone debería gustarme. Si despiertas te ayudaré a hablar con él, es una persona interesante cuando te tomas el tiempo de conocerlo —afirma la rubia apretando su agarre en mi mano, fue como un acto reflejo porque lo mismo hizo con la mano de Melione. De reojo noté como mi abuela miraba a mi abuelo con una tierna sonrisa volviendo a ver a la estrella que intentaba que despertara pronto mi tía.

—No estoy celosa por Zay —susurro una voz quebrada. Todos miramos a Melione con esperanzas, ella movió sus ojos aun con los párpados cerrados y lentamente los abrió. Sus ojos verdes estaban viendo el techo, poco a poco fueron bajando encontrándonos a todos, una sonrisa tensa apareció en sus labios, pero cambió a una mueca de dolor cuando quiso moverse.