Sobreviviendo a la tentación [2.3]

Capítulo 27| Un peligro latente

A Z U L🌟🌟🌟

A Z U L
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El tejado de la casa parecía que podía resistir nuestro peso, con ayuda de Anker me senté sobre el pequeño colchón que había fuera de la ventana y cubrí mis piernas con la manta para que no me dé frío y que nadie abajo vea si mi vestido se levantó. El príncipe se sentó a mi lado con las dos latas de cerveza en las manos, me tendió una y nos dispusimos a abrirlas acomodándonos y con el sonido bajo de la música de fondo. El frío de la noche golpeó en mis mejillas calando fuerte en mi piel, las mejillas me ardían y tenía todo el cuerpo sudoroso, habíamos estado bailando mucho. Anker tenía el pelo desordenado, los botones de su camisa abiertos y las mangas remangadas, sentado con las rodillas flexionadas y sus brazos apoyados en estas.

—Mar acaba de caerse al agua —se ríe el viento hacia abajo en donde se escuchaban los gritos de la princesa desde la piscina, más personas se tiraron tras ella para continuar con una fiesta que estaba decayendo en estos momentos. Colín estaba en la orilla gritándole a su novia que tenía que salir porque el agua estaba helada y se resfriara, pero Mar estaba muy contenta nadando.

—¿Aquella que se está besando con un chico a escondidas no es Becca? —pregunto señalando con el dedo un punto alejado de aquel pequeño patio, justo detrás de un enorme árbol al cual la luz casi ni llegaba se podía ver a una pareja besándose en la sombra del tronco.

—Mierda, si es Becca —confirma Anker abriendo mucho los ojos al percatarse de que es su prima —¿Quién carajos es ese chico? —se abalanzó tan rápido hacia adelante que tuve miedo de que se cayera del tejado, me estire para frenarlo y la cerveza se me derramó encima de las piernas manchando la manta.

—¡Cuidado! —Siseo molesta volviendo a sentarlo de un tirón, quitándome la manta, veo que solo tengo las piernas un poco mojadas.

—Perdón, ¿quieres que baje por una servilleta para limpiarte?

—No, estoy bien. Fue un accidente, casi te matas Anker —reprocho cruzándome de brazos, el pelinegro se sentó a mi lado de nuevo y me cubrió las piernas con la parte seca de la manta. Por más que haya querido permanecer más tiempo enojada no pude cuando lo viéndome con ojos tristes y termine por ablandar mis palabras. —Becca se fue, ¿quieres que bajemos y veamos dónde está? —pregunto tomando mi lata con la poca cerveza que le quedaba.

—No, sería invadir su privacidad, solamente fue un impulso. Becca no es de la clase de chica que verás dándose un beso con un chico en una fiesta sin antes haberlo presentado con nosotros. Creo que me emocione de más con el chisme —se burló el castaño acomodándose a mi costado, ambos miramos como Colín sacó a Mar del agua que estaba temblando y se veía un poquito más lúcida luego del chapuzón. Sam estaba arrastrando a Blake a dentro de la casa, Lila le estaba gritando a un chico por orinar un árbol en el patio y Kevin estaba tratando de calmar los ánimos entre ambas partes. Bunnie y Tadeus estaban cerca de la piscina hablando y bebiendo mientras se reían, Red estaba hablando con Oliver sentados en unas tumbonas, estaban absortos en sus asuntos, normales.

Solo una chica que bailaba en un área de poca iluminación, de una forma extraña, de espaldas, vi su cabello castaño cayendo por sus hombros con las puntas teñidas de rojo, un crop top negro que dejaba ver su piel y un sostén negro. Una falda negra de cuero y unos tacones altos que realzaba mucho más la belleza de sus piernas. Estaba bailando junto a un chico, pero algo en su actitud me inquietaba y cuando se giró levantando su cabeza en mi dirección la reconocí.

—Anker —aferrando con fuerza mi mano en su brazo lo muevo sin dejar de ver a esa chica —Es... es Avril —susurro, notando la mirada asesina de Avril sobre mí, puso sus manos en su cuello como si estuviera apretando el de alguien y comencé a sentir que mi propio cuello se comenzaba a cerrar.

Desesperada solté la mano de Anker llevándola a mi cuello, sentía que el aire no entraba en mis pulmones y me quemaba el pecho. La mirada oscura de Avril se intensificó sobre la mía y sonrió liberando las manos de su cuello, cosa que me dejó volver a respirar. Anker se acercó y logró distraerme un segundo, cuando volví a mirar hacia donde se encontraba Avril, ella había desaparecido.

—¿Qué pasó? —preguntó acariciando mi rostro, entre sus manos pude comenzar a respirar con normalidad y me relaje en sus brazos.

—Avril, ella... ella estuvo aquí e hizo algo para ahorcarme —balbuceo acelerada por la adrenalina del momento, mi pecho parece querer explotar y mi cabeza trabajaba a todo ritmo.

—¿Estás segura de eso Azul? Yo no vi a nadie —afirma viéndome a los ojos, mi cuerpo temblaba y estaba segura de haberla visto. Sentí esa opresión en el cuello y vi su sonrisa gélida. Pero al ver la seguridad de Anker me pregunté si en verdad la vi o fue un producto de mi imaginación.

—Es mejor que regrese a casa de tus abuelos, el alcohol ya comenzó a afectarme.

—Te llevaré a casa, no sé en qué condiciones se encuentra Melione a esta altura —comentó ayudándome a entrar de nuevo por la ventana al hogar, la música volvió a escucharse más clara y algunas risas y murmullos de las personas. Me aferro al brazo de Anker caminando por los pasillos de la segunda planta donde ya no se encontraban muchas personas y muy pocas chocaron con nosotros en su afán por querer subir rápido a las habitaciones.

—Debo avisarle a Mel que me llevaras contigo, espérame afuera —digo soltando su brazo, no me tomará mucho tiempo encontrar a la princesa estando la fiesta casi vacía.




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