Sobreviviendo a, ¡mi ex!

Capítulo tres: multado, multado y ¡multado!.

—Yo les dije que llevando a esta muchacha tanto tiempo al mar, la iban a dejar salada—suspiro al escuchar a mi abuela. No le quito razón. Siento que me persigue la mala fortuna. 

—¿No te dijo nada cuando te vio? —me pregunta mamá.  

—Dijo que no me conocía. 

—Ahora te va a hacer la vida de cuadritos—dice Melody, mi prima. Todas la miran con reproche. 

Todas me han hecho una videollamada grupal para preguntarme cómo me había ido en mi primer día de trabajo y solo pude soltarme a llorar, no se alarmaron ya que lloro por todo, hasta cuando estoy feliz. Soy  sentimental. Sin embargo, la razón por la que todas están tan serias es porque les he contado que el jefe de los guardacostas del edificio donde trabajo es mi ex prometido. Y mi familia no es de consolar, es más de dar su sincera opinión. 

— Yo digo que la va a hacer picadillos—comenta Evelyn—, o quizás ya no sienta nada y le dé igual ¿Dices que se abrazó con tu colega? ¿La que era primera en tu clase? —asiento—. Quizás ya te haya olvidado y no tome represalias.  

—¿Cómo te sientes con eso, cariño? —mi mamá me observa, no estamos cerca, pero es como si estuviese en mi habitación y pudiese ver a través de mí con tanta facilidad—. ¿No sentiste algo al verlo? 

—¡¿Yo?! Pufff—rio—. ¡¿Qué?! ¡No! Fui yo quien se fugó de la boda para perseguir su sueño ¿lo recuerdan? No puedo sentir algo si fui yo quien lo dejó.

—Cómo olvidarlo—comenta mi abuela, negando una y otra vez—. Dejar plantado a ese bombón…¿y ahora es teniente coronel? Lo que te perdiste por borracha, cariño.  

—Mamá, no estás ayudando. Y no lo dejó plantado, él tampoco se apareció en la boda. 

—¡Porque Meredith le terminó por teléfono! ¿Quién le termina por teléfono a una persona el día de su boda? — Tal vez no debí contarles nada—. Mi amor, eres mi nieta y sabes que te amo, pero debes aceptar tus errores y asumirlos. Esta es una buena oportunidad para que cierres esa etapa de una vez por todas.  

—¿Podemos seguir hablando mañana? Estoy agotada—me excuso. En realidad, no quiero seguir hablando del tema. 

Mamá me sonríe y mis ojos se nublan inevitablemente. He vivido con mis padres durante toda mi vida, mi mamá es mi mejor amiga y creo que tenerla tan lejos y más en un momento como esta, a todas ellas, me afecta un poco. 

—Recuerdo que la tía Guadalupe tenía un cuadro de Snoopy—comenta ella y mira a la abuela—, ¿lo recuerdas, mamá? — 

—No lo recuerdo, nunca fui a la casa de la loca de tu tía. 

—Bueno, ella lo tenía guindado en su habitación, era muy tierno, y aquella frase que estaba grabada en ese cuadro motivacional, se grabó en mi mente para siempre. Creo haberte contado, Coral—asiento, restregando mis ojos ¡De nuevo voy a llorar! —. «No llores porque el sol se oculta...» 

—«...que las lágrimas no te dejarán ver las estrellas»—termino por ella, sonriéndole. Mamá se levanta del escritorio donde está sentada, asustándonos a todas. 

—Así que acuéstate, levántate mañana, ponte divina, toma ese trabajo por los cuernos ¡y conquístalo! Finge que no hay ex, superiores odiosos y un ambiente aburrido ¡y conquista tu trabajo! 

—¡Conquista tu trabajo! —grita Melody. 

—¡CONQUISTA TU TRABAJO! —dicen todas al unísono. 

Coloco mis pies sobre la silla y alzo mi puño—. ¡VOY A CONQUISTAR MI TRABAJO! 

—¡Deja dormir! —tapo mi boca al escuchar l vecino. 

Acerco el ordenador y coloco mi boca cerca del micrófono—. ¡Voy a conquistar mi trabajo!—murmuro. 

—¡Sí! 

—Por cierto,¿dónde está Galder y papá? 

—Tu padre está en una conferencia por vídeo en su oficina y tu hermano en la universidad—asiento un poco desanimada. Quería verlos—. Será mañana que hables con ellos, cariño, y así nos cuentan cómo te fue a todos—asiento y me despido de todas. 

—¡BUENA SUERTE, CORALITA!—gritan antes de desconectarse. Sonrío. 

Me siento mejor que antes. 

Abro una ventana en el ordenador e ingreso en mi blog, miro hacia todos lados, sé que me encuentro sola, pero es la costumbre al saber que estoy haciendo algo de lo que nadie está enterado, y que, si llegasen a saberlo, me colgarían de las orejas. 

Guardián del océano. 

Es un gusto volver a saber de ustedes, guardianes. Ha pasado un tiempo desde mi último reportaje, 

pero he regresado y esta vez, lo haré con un reportaje mucho más controversial que el de somalia. No, no me arrestaron y las autoridades de Somalia actuaron sobre las pruebas tanjentes mostradas por este guardián. Así que la pesca ilegal en la zona sur del país, ya está siendo combatida. Y yo me encuentro a salvo. 

En esta ocasión, investigaremos una costa llena de dispustas históricas en cuanto a la frontera de sus oceános, cuyos países son los principales causantes del casi exterminio de una de las especies más especiales del mar. Los calamares. 

Seas un amante apasionado del mar o solo una persona interesada en el bienestar de este, me aseguraré que mi nuevo reportaje llegue a ti de forma entendible y clara. 

¿Qué misterios rodean la disminución de esta población? 

¿Están haciendo algo las autoridades para controlarlo? 

Sea cual sea la verdad, me encargaré de desvelarla. 

Presiono publicar y me voy a dormir sin esperar las reacciones o comentarios.

¿Cuaderno de notitas? 

Listo. 

¿Bolígrafo de colores? 

Listo.  

¿Cámara? 

Lista. 

¿Grabadora? 

Lista. 

¿Teléfono? 

Listo. 

¿Chupetitas de limón?

Listas. 

¡Y voy con todo! 

Camino hasta la salida del edificio, resuelta a empezar el día con el pie derecho, me coloco mis audifonos y comienzo a a bailar al ritmo de “Eye Of The Tiger”  




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