Asedio.

Estuve a disposición de la policía por más de doce horas, mi mente estaba desecha, agotada, estaba muy cansada y a la vez, tenía miedo de quedarme dormida, sabía que las pesadillas llegarían a mí en cuanto cerrara los ojos, los detectives me habían dejado sola, sentada en una silla incomoda que me había causado un fuerte dolor en la espalda, pero al menos ya podía llorar ¿estaba siendo débil por sentirme destrozada por la traición de las dos personas que más amaba? Confieso que me sentía mal conmigo misma, haber descubierto su engaño me había demostrado mi verdadera realidad, nunca fui amada, solo fui criada por personas a las que les interesaba mi dinero, las riquezas son un mal que destruye los corazones avariciosos y a ellos los corrompió, esos asesinos le arrebataron la vida a mis padres, me privaron de haber crecido con ellos, aun con todas sus deficiencias, la falta de atención y su amor casi nulo, me hubiera gustado saber que en esta etapa de mi vida…podía contar con ellos, decirme a mí misma “Oye” “no estes triste, no estás sola, tienes a tus padres esperándote en casa” se perfectamente que Oliver y María, o como sea que en verdad se llamen, me querían muerta para poder huir con mi fortuna, me causaron la mayor inseguridad de mi vida ¿realmente puedo ser amada? ¿Las personas a mi alrededor me amaran a mí o la riqueza que corrompió a los que consideraba mis amigos? Maldito dinero…solo me ha causado daño…

Las autoridades le mostraron a Armin la cantidad exacta de dinero del que podría disponer una vez que cumpliera la mayoría de edad y se quedó completamente absorta, pues eran millones y millones de dólares, sin contar con lo que los negocios he inversiones de sus difuntos padres generaban cada mes, tenía muchas propiedades valoradas en una costosa fortuna y gracias a eso comprendió por que Oliver y María la habían traicionado.

Al final, la policía no le dijo toda la verdad a Armin, quisieron cerrar su caso haciendo ver a Oliver y María como los autores intelectuales de los asesinatos de su linaje y los únicos asesinos de sus padres, dejándola con un extraño sabor de boca.

—Esta tristeza esta de más ¿no? Es decir…debería sentirme feliz por haber encontrado a sus asesinos, papá…mamá… esta es nuestra victoria ¿verdad? Siempre tuve el presentimiento que ustedes no habían muerto en un accidente y ahora que la verdad salió a la luz, sus espíritus deben estar descansando en paz, no hay razón para estar triste, ellos nunca me amaron, pero ustedes si…por que al final, eran mis padres y yo su hija, así que creo que por fin los he vengado, esos criminales pasarán el resto de sus vidas en…

De pronto, la puerta se abrió sacando a Armin de sus pensamientos, se trataban de los detectives que llevaban su caso.

—¿Que sucede?—preguntó Armin con nerviosismo.

—Señorita Tesland, lamentamos darle esta noticia, pero nos acaban de informar que los autos que trasladaban al señor Oliver y la señorita María tuvieron un terrible accidente, lamentablemente todos fallecieron, sé que debe ser muy difícil de asimilar para usted, pues quería que recibieran su condena.—le dijo el detective con seriedad.

—No…esta bien…no pudo haber un mejor castigo para ellos…—expresó Armin entre lagrimas y les dio la espalda para llorar amargamente mientras se recargaba en aquella fría mesa.

—Le daremos un poco de espacio para que pueda asimilarlo.—exclamaron ellos dejándola sola.

Aun no estaba segura si la muerte repentina de Oliver y María me había dolido por que una parte de mi seguía teniéndoles estima, o si me daba rabia que no hubieran podido sufrir lo suficiente, si me inclino más por la segunda hipótesis ¿me considerarían una chica mala? Al final del día, murieron en un accidente de auto ¿podría ser una obra del karma? En fin…fue un alivio que ya no estuvieran en este mundo.

Estaba sola, me sentía sola aquella situación me había convertido en alguien vulnerable, una presa fácil herida y cansada, todo eso me orilló a depender aun más de él, lo convertí en mi único refugio y me aferré a él con todas mis fuerzas.

Alen Bradford abrió las puertas completamente iluminado por mi adoración absoluta que lo asemejaba a un ser divino, lo miré como a un salvador, sus ojos brillaban como los de un lobo hambriento, que estaba esperando que me confiara para morderme el cuello y despedazarme de una vez por todas, era una bestia disfrazada de oveja y aunque su presencia alertaba mi escaso instinto de supervivencia, yo corrí a sus brazos con desesperación, convenciéndome a mí misma, que sus mordidas serían menos dolorosas que las que Oliver y María me dieron, si me arrancaba la carne de los huesos, seguro sería más gentil conmigo por que yo era su novia y entonces me hundí en su trampa o como yo los veía, me hundí en sus brazos.

—¡Alen!—exclamé con la voz entre cortada mientras el me recibía.

—Ya, ya, todo estará bien, partir de ahora yo cuidaré de ti.—declaró Alen con una sonrisa diabólica.

Al instante, entró un hombre alto y bien parecido, era igual a Alen, pero más maduro, con un traje costoso y un porte especial, era como de la realeza, elegante y sofisticado, estaba acompañado de los detectives y personas que nunca había visto, su aura era siniestra, como la de un conde del diablo, más no presté atención a lo que me hacia sentir, yo estaba aferrada a lo único que consideraba real y valioso en esta vida.

—Señorita Armin, lamento profundamente presentarme con usted en estas circunstancias, mi nombre es Nicolas Bradford, soy el padre de Alen, partir de ahora ya no tendrá de que preocuparse por su paradero, mi familia fue amiga intima de la familia Tesland, partir de ahora nosotros aceptaremos tener su custodia, la ampararemos en la familia Bradford mientras cumple la mayoría de edad.—manifestó Nicolas con una voz profunda y llena de autoridad, cuando mis ojos se cruzaron con los suyos, un escalofrío se apodero de mi cuerpo ¿de verdad se tomaran la molestia de cuidar de una huérfana como yo? ¿Podré estar cerca de Alen? ¿Tendré una familia a hora? Estas eran las preguntas que rondaban en mi confundida cabeza.