Sabía que quedarme al lado de Alen significaría sacrificar muchas cosas a las que me aferraba con uñas y dientes, una de ellas era el contacto físico, era consciente de que él era un hombre y que las mujeres con las que había estado ya se habían entregado a él y él a ellas, cuando pensaba en esto, no podía evitar sentirme triste, hubiera deseado que él hubiese tenido su primera vez conmigo, no podía cambiar su pasado, aunque parte de el me acosara constante mente, Irene siempre sería una sombra para mí, era inevitable que a partir de ahora, no me preguntara si ella era mejor novia que yo, mis inseguridades, me hacen compararme con ella, aun cuando no me doy cuenta.
Armin se encontraba en la ducha, tomando aquel largo baño, no estaba segura si la invitación de Galen de dormir a su lado, significaba también otra cosa, así que el pánico y el miedo se apoderaron de ella, revisaba sus piernas y todo su cuerpo, se miraba en el reflejo del vidrio para convencerse de que se veía bien desnuda.
Ella era hermosa de pies a cabeza, su piel era blanca como la leche y su cuerpo esta bien proporcionado, además de que era de busto abundante y caderas anchas, pero era pudorosa y no acostumbraba a usar ropa que revelara mucho sus cura as, seguía aferrada al decoro que las monjas le habían enseñado en su antiguo instituto.
—¿De verdad vamos hacerlo? ¿Así nada más? Esto es lo que hacen las parejas, no debería asustarme…pero es mi primera vez…tengo muchas preguntas, no se nada al respecto ¿como debería moverme? ¿Que debería hacer o decir? ¿Solo debería quedarme quieta y que el haga todo el trabajo? Ay no…esto es demasiado abrumador…ojalá se olvide de esos besos y me pida dormir de una vez, aunque para ser sincera…yo no puedo olvidar la sensación que me causan sus labios.
Armin se hundió en la bañera tratando de acallar sus muchos pensamientos, su vida había dado un giro inesperado, sabía que no tenía adonde ir y que partir de ahora, ella y los Bradford vivirían bajo el mismo techo, sin saber, que se encontraba bajo el techo de la familia que había asesinado a toda su familia.
—¿Armin?—llamó Alen a la puerta y pegué un gran brinco que casi me hace salir de la bañera, instintivamente quería cubrirme el cuerpo.
—¿Si?—le respondí con nerviosismo.
—Acabo de percátame de que no tienes ropa limpia además de la que tienes puesta, tiré la que usabas a la basura.
—¿Qué? Pero…
—Se que era todo lo que tenías, no te preocupes por lo que usarás después, te comparé lo que quieras, pero ahora nenito conseguirte algo para dormir, le pediré a mi tía Alana que te preste algo, seguro que no tendrá problema, no me tardo ¿te falta mucho para terminar?—me preguntó con su voz profunda erizando toda la piel.
—¡No! Estaré lista en un momento…
—Muy bien, entonces te dejaré algo de mi ropa, puedes usarla mientras regreso.
—Ok…muchas gracias.
Salí lentamente de la bañera y recargué mi oído en la puerta para saber el momento exacto en el que Alen saldría de la habitación y entonces se fue y estiré mis manos hacia el buró donde me había dejado su ropa, una vez que la tuve en mis manos, me la lleve al pecho y el perfume de Alen impregnó mi nariz, sacándome un enorme suspiro.
—Alen…
Alen se dirigía a la habitación de Alana, la cual se encontraba del otro lado y una vez que estuvo ahí tocó la puerta dos veces, por que cuan do iba a tocar por primera vez, la puerta se abrió con rapidez y unas manos blancas salieron de golpe metiéndolo del cuello con gran urgencia.
—¿Que demonios?
—¡Alen querido! —Alana le plantó un beso en la boca y Alen se alejó de ella haciéndose aun lado, mientras se limpiaba los labios con una expresión de desagrado.
—¿Que diablos te pasa? ¿Cuantas veces te tengo que decir que dejes de hacer eso? Es desagradable.
—Pero te quiero tanto…además eres tan guapo, no puedo resistirme.—le dijo Alana mientras se mordía los labios.
—Eres un asco.
—¿Que te digo cariño? Me da igual que llevemos la misma sangre, además eso de ser familia es un plus, nuestros hijos nacerían perfectos y hermosos.
—Me da lo mismo si el enfermo de Jasper acepta tener una relación contigo a pesar de ser primos hermanos, yo no soy igual, me repugna que sigas b rodeando con este tipo de cosas.—le dijo Alen muy molesto.
—Ay, ya, solo estaba jugando jejeje, ya dime a que viniste precioso ¿no puedes dormir? ¿Quieres que tu tía te cante una canción de cuna? ¿He?
—Dame algo de ropa, de preferencia algo que tu no hayas usado, ya es tarde y no puedo ir a comprarle ropa.
—¿Te refieres a Armin? ¿Vas a dormí con ella como te ordenaron? Jeje, espero que por el bien de la familia quede embarazada esta misma noche.
—¿Tienes la ropa o no?
—Si, espera un segundo ¿quieres algo sexy? ¿Que tan revelador te gusta?
—Dame lo más normal que tengas.
—Solo tengo cosas de encaje y seda muy transparente como lo que lev o puesto, así que tendrá que con formarse con algo así, además te gustará verla con esto puesto jajaja.
Alana le aventó la ropa en la cara y Alen la miró muy enojado, la detestaba porque era una mujer sin escrúpulos y muy coqueta.
—¿Como piensas robarle su virtud? Tengo entendido que esa mojigata es virgen ¿no es así? Si no podemos matarla, por lo menos déjala embarazada, Nicolas quiere que te cases con ella pronto, pero si tienen un bebé, las cosas serán más fáciles, tan fáciles como tu ex jajaja ¿como se llamaba? ¿Irene? Jajaja ¿que cara puso cuando le pediste a Armin que fuera tu novia? Cuéntame.
Alana se abalanzó contra Alen y se le colgó al cuello mientras ella lo miraba fijamente.
—Seguro que se moría por dentro y como no, si parecía estar perdidamente enamorada de ti, debe odiarte muchísimo, aunque al ver lo obsesionada que estaba contigo tal vez regrese a tu Aldo si se lo pides, sería como una amante para ti, puedes tener a todas las mujeres que quieras ¿sabias? Sin importar quién sea.
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Editado: 19.11.2024