Sobreviviendo a Nil Brenon

La noche de cacería 2

Donovan no era el único que codiciaba ese papel de líder, ser el alfa de la manada implicaba tener poder y dominio, no solo para los miembros de su familia, si no para el resto de personas, los Bradford iban a la cabeza, aun delante de otras familias prestigiadas, llenos de codicia y hambre de más y más poder, nada los saciaba.

—¡Oh! Alen, Sobrino mío ¿donde estabas? Todos están preguntando por ti ¿sabías que es de mala educación llegar tarde? Jejeje la pobre de Armin se va a poner nerviosa si no te ve cerca.—le dijo Alana mientras lo rodeaba con el brazo.

—Quítame las manos de encima, estaba encargándome de algo, ella aun no baja, así que no llego tarde.—le dijo Galen con el ceño fruncido.

—Ay, que áspero, te perdono solo por que eres muy lindo.

—Ahí apareció el prodigio.—murmuró Donovan dibujando una sonrisa falsa en su rostro.

—Alen ¿donde diablos estabas? Se suponía debías llegar antes de la hora acordada—le preguntó Nicolas con molestia.

—Ya estoy aquí ¿o no?

—Mas te vale que no seas descuidado, si esa niña te ve con Irene podrías estropearlo todo.—le dijo su padre entre dientes.

—¿quien te dijo eso?—le preguntó Galen enfadado.

—Las paredes hablan, no lo olvides y guarda la compostura, búscate una amante después, primero asegúrate de tener a la presa enjaulada y ya luego haces lo que te plazca.—dijo Nicolas en forma de regaño

—¿Así como hiciste tú con mi madre?—le preguntó Alen mirándolo lleno de resentimiento.

—¿Qué?

—¡Guarden silencio todos! ahí viene la oveja jejeje…—expuso Alana mientras sonreía de oreja a oreja.

Armin salió al encuentro de todos y se pudo escuchar claramente como los murmullos, los cuchicheos y todas las voces se apagaron en cuanto ella salió a la luz, era imposible que no admiraran su belleza y la elegancia con la que se envolvía, era un hermoso cisne que brillaba en su pureza total.

Nicolas se quedó pasmado al verla tan rádiente, era idéntica a Emilia, la madre de Armin, no, incluso ella era mucho más hermosa.

—Emilia…—susurró Nicolas involuntariamente.

—Vaya, esa ovejita se ve más linda que nunca ¿no lo crees sobrinito?—Alana susurró esto en el oído de Alen, el cual la miraba de arriba a bajo con detalle.

El joven lobo miraba detenidamente a la presa que había conseguido, a pesar de que Alen había escogido a Armin por encima de otras mujeres y aun por encima de Irene, él la había elegido por su apellido y por que era el deber que le habían encomendado, Armin no esta muy lejos de ser el tipo de mujer que le gustaba, siendo un hombre soberbio, engreído y narcisista, gozaba de la forma de ser tan sumisa de Armin, su inocencia la hacia perfecta, perfecta para alguien perverso como él.

Tenerla en sus manos y saber que ella lo amaba incluso más que a su propia vida, lo hacia sentirse aun más poderoso.

—Ese trofeo es solo suyo, usted lo ha conseguido, la mujer más hermosa es para el futuro líder de esta familia, felicidades, ha capturado una buena presa.—le dijo uno de sus familiares con orgullo.

—¿Colgará esa cabeza en su sala señor? Una cara tan bonita no puede desperdiciarse, es una lastima que no vivirá para siempre.—exclamó otro asomando los colmillos.

—Aun no he decidido que morirá.—exclamó Alen con seriedad.

—¿Planea mantener con vida a una Tesland señorito? Eso sería deshonroso para nuestra familia.

—Es verdad Joven amo, los Bradford nacimos para poner de tapetes a nuestros rivales.

—Dejen en paz al joven amo, debe tener planes más grandes para esa criatura desafortunada.

—Apártense de mí, llamarán su atención.—les ordenó Alen y los dejó atrás mientras caminaba hacia Armin, moviéndose entre la manada.

Recuerdo tener encima todas esas frías miradas, la piel la tenía completamente erizada, como si estuviera rodeada de demonios, de animales perversos que posaban sus ojos descarados sobre mí, aun así caminé erguida y traté de no estar tan aterrada, mis ojos solo lo buscaban a él, en esa inmensidad, solo quería verlo a él…y entonces lo vi, tenía una hermosa sonrisa en el rostro y entonces todo el caos dejó de hacerme ruido, Alen Bradford tenía el poder de hacer que me olvidara de todo, aun de las desgracias, ese poder tenía sobre mí, el poder de volverme una ciega.

—Alen…

—Te ves hermosa ovejita.—le dijo Alen mientras besaba su mano con delicadeza.

—Te extrañe…

—¿Canto me extrañaste?—le preguntó Alen a Armin, mientras disfrutaba del dolor de sus palabras.

—Sentí que iba a morirme sin ti….

—¿Tanto me extrañaste?

—Claro…eres todo lo que tengo…—expresó Armin conteniendo las lagrimas.

—Lo sé, pero ya estoy aquí.—le dijo él con una sonrisa placentera.

—Familia, la espera terminó, ella es Armin Tesland, la novia de mi heredero, la protegida de nuestro clan, sean amables con ella.—declaró Nicolas con una sonrisa triunfante y todos se acercaron ella rodeándola.

—Es un placer conocerte Armin, no sabes cuanto esperamos por este momento…




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