Sobrevivientes

4.- Malas noticias

*Aún no estamos completamente seguros así que esperaremos un día y no tenemos ninguna señal de que estén vivos pues... Ya sabes que significa.*

Claro que sé lo que significa, si no tienen señales de vida es porque...

-Que están muertos.

*Eso sería lo más probable, me despido y lamento todo esto.*

-Gracias señor.

Cuando la llamada termina no me queda más que esperar que lleguen mis abuelos y darles la noticia.

Faltan alrededor de dos horas para que apaguen las luces, casi siempre regresan media hora antes así que esperaré. Me siento en la cama con la espalda en la pared del cubículo y me pongo a buscar el modo de darle esta noticia a mis abuelos, y sobre todo, buscar el modo de decírselo a Camila, por más que intento no encuentro palabras para decírselo a mi hermana, de por sí no será fácil para mis abuelos, menos para ella, ya perdimos a mi mamá y Camila tenía tan solo dos años, le afectaría mucho perder a su papá apenas cuatro años después.

Ha pasado más de una hora desde la llamada de Jonas, luego de pensar por mucho tiempo he tomado una decisión, le daré la noticia a mis abuelos afuera del cubículo y les pediré a ellos que se la den a Camila, solo espero que encuentren las palabras correctas.

Después de media hora de espera llegan mis abuelos, mi hermana viene muy feliz, me abraza y se va a la cama, mi abuela le cambia el traje y Camila se dispone a dormir.

-Abuela, abuelo- empiezo- ¿Pueden salir un momento?

Cuando los tres estamos afuera me dispongo a dar la noticia.

-Jonas hablo y...- mi voz empieza a cortarse- dijo que papá... Podría estar muerto.

Es todo, tan pronto termino de hablar comienzo a llorar, ya había tardado, Jonas habló hace más de una hora y no solté ni una lágrima, parece que todo lo que acumulé quiere salir ahora, mis abuelos igual están llorando, después de todo es, o podría haber sido, su único hijo.

-Abuelos, quiero que ustedes le den la noticia a Camila, hoy quiero quedarme en mi cubículo.

-Está bien Javier- responde mi abuela- nos veremos en el desayuno.

Me despido de ellos y me voy a mi verdadero cubículo. Cuando llego abro la puerta y me voy a mi cama, me cambio el traje y me acuesto para intentar dormir, pero solo puedo pensar en mi papá...

Al despertar veo que ya voy tarde a desayunar, me levanto y me cambio el traje, solo aviento el que me acabo de quitar al piso y salgo corriendo hacia el comedor.

Cuando llego me sirvo el desayuno y me voy a la mesa donde está mi familia, llego y saludo a todos, mi hermana tiene la cabeza hacia abajo y no ha probado su comida.

-Abuela -susurro- ¿Le dieron la noticia?

-Sí, ayer ya estaba dormida así que no quisimos despertarla para que recibiera una mala noticia -habla con el tono justo para que apenas la escuche- se la dimos antes de desayunar.

Me cambio de lugar para sentarme al lado de mi hermana y la abrazo.

-Javier- me dice- ¿Tú sabes la noticia?

-Sí, Jonas me hablo ayer.

- ¿Vamos a perder a papá? - me pregunta y veo las lágrimas en sus ojos.

-Oh no- respondo, pero no estoy muy seguro- ¿Qué te dijeron mis abuelos?

-Que papá podría estar muerto.

- ¿Ves?, podría, no quiere decir que lo esté, hay que ser fuertes Camila, papá puede regresar, todavía no están seguros de que está pasando.

Al hablar con Camila igual trato de convencerme a mí mismo sobre lo que estoy diciendo.

Terminamos de desayunar y nos vamos al cubículo, hoy en la noche deberíamos recibir noticias de Jonas, dos horas antes de que apaguen las luces se cumple un día desde la llamada, un día de que recibí la última noticia de mi padre, un día de sus últimas señales...

Llegamos al cubículo y Camila se acuesta boca abajo, me siento a su lado y le tallo la espalda.

-¿Qué tal si vamos a jugar?- le dice mi abuelo a mi hermana.

-No quiero- responde ella.

-Camila- esta vez la intento convencer yo- ¿Te vas a quedar aquí todo el día?

-Sí.

-Vamos, aunque sea solo una hora, podemos pasar por Carolina.

-Mmm, ¿Podemos ir después del baño?

-Claro.

Al medio día todos salimos del cubículo para ir a bañarnos; llegamos a las regaderas y nos formamos, un poco después llega Ana y su familia, nos saludan y mis abuelos platican con sus papás. Pasa una hora y ya es mi turno, ahora, el interrogatorio.



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En el texto hay: misterio, ficciongeneral, aventura

Editado: 10.08.2020

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