Sobrevivientes

6.- Funerales

Cuando llego veo que no hay nadie formado para bañarse, pero sí está la señora encargada de las regaderas, solo que no tiene su enorme libreta, y ahora lo recuerdo, casi es mediodía, en un momento serán los funerales, me doy la vuelta y veo que mi abuela viene corriendo hacia mí, trae puesto un traje casi igual al que usamos todos los días, a excepción de que este es de un color entre un café muy oscuro y negro, llega a mí muy agitada, se para, toma aire y comienza a hablar.

-Javier, ¿Qué haces aquí? Ya casi es hora de los funerales. Vamos, ya llegó tu traje.

-Sí, olvide que no habría regaderas.

Sigo a mi abuela por los pasillos del edificio, no hay mucha gente afuera, la mayoría está en su cubículo arreglándose para los funerales, y yo igual debería hacerlo.

Llegamos al cubículo y ya todos están listos, me apresuro a quitarme este traje y ponerme el otro, todos me están apurando, y como no, si ya deberíamos estar en el comedor. Me subo el cierre y me pongo los zapatos.

Es muy extraño ver a mi familia usando estos trajes, estoy acostumbrado a verlos de blanco y ahora todos tenemos trajes oscuros. Para el funeral de mamá no nos hicieron ponernos algo así, fuimos con nuestro traje del diario. Cuando ven que ya estoy listo, al igual que todos, nos vamos al comedor.

Salimos corriendo del cubículo para intentar llegar a tiempo a los funerales, y sé que yo soy el responsable de nuestro retraso, seguimos corriendo por los pasillos hasta llegar a las escaleras, comenzamos a subirlas tan rápido como podemos, estamos cansados, sobre todo mis abuelos, su cuerpo ya no aguanta ir tan a prisa; cuando llegamos al piso donde está el comedor continuamos con nuestra carrera.

Llegamos a la puerta del comedor y nos detenemos a tomar aire y acomodarnos la ropa y el cabello. Cuando estamos listos abro la puerta y la mayor parte de los asistentes voltean hacia nosotros, con toda la dignidad posible avanzamos por el pasillo hacia donde están las demás familias de los difuntos.

Han quitado las mesas del comedor dejando sólo las sillas acomodadas en dirección a una plataforma con un pequeño ambón en una esquina, y atrás están todas las fotos de los exploradores, casi al centro, mi papá, ninguno de ellos está sonriente y tienen puesto su uniforme de exploración.

Me he dado cuenta que nosotros éramos los únicos que hacían falta al frente. Junto a nosotros una señora de avanzada edad llora consolada de dos niños pequeños y una mujer joven, del otro lado hay un muchacho moreno con cabello muy chino acompañado de la que imagino, es su madre, volteo hacia el otro lado del comedor y la veo, Jessica está acompañada de su mamá y su abuela, ésta última se disponía a hablar cuando la voz de Jonas la interrumpe.

-Residentes del edificio, hoy nos hemos reunido aquí con el fin de recordar a éstos quince valientes exploradores que han perdido la vida a mitad de una misión. Los invito a todos a ponernos de pie para hacer un pase de lista honorífico de éstos trabajadores que dedicaron su vida a servir a su comunidad.

Todos se empiezan a levantar de su silla al mismo tiempo que algunos las empujan provocando unos chirridos que se oían en todo el comedor, Jonas saca una hoja y comienza.

- 324566, Mason.

-128976, Cristián.

-500765, Jason.

Así empieza a leer los nombres de los trabajadores mientras yo solo pongo atención unas cuantas veces hasta que escucho mi número de familia.

-378906.

Sé quien es.

-José.

Después de oír el nombre de mi padre vienen a mi memoria muchos de los momentos que compartimos como una familia, incluso pienso en antes de la partida de mamá, sólo me saca de mis pensamientos lo que acabo de escuchar.

-457612, Johan.

Me parece que es el papá de Jessica, sin darme cuenta volteó a verla al mismo tiempo en que ella también y compartimos una mirada que los dos comprendemos, "Lamento tu pérdida".

Durante los siguientes nombres no presto atención hasta que veo que todos comienzan a sentarse, nunca escuché cuando lo dijeron pero me siento, Jonas vuelve a guardar la hoja y mira a todas las familias que traen puesta ropa oscura.

-Jamás comprenderemos lo que están pasando, y es que cada uno siente un dolor distinto, algunos han perdido el mismo integrante, pero para cada parte de la familia, ese dolor es diferente, para algunos este dolor representa el perder a un hijo -veo a mis abuelos intercambiar miradas- para otros, la perdida es un padre, para algunos un hermano, un sobrino, un tío, en fin, cada uno tiene su tipo de dolor. Pero todos deben saber, que cuentan con mi más sentido pésame. Y siempre estaremos para apoyarlos. Bueno, si algún familiar quiere pasar a decir algo, tiene toda la libertad de hacerlo.



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En el texto hay: misterio, ficciongeneral, aventura

Editado: 10.08.2020

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