El panorama era desolador, el avión había arrasado decenas de árboles antes de detenerse completamente. Se podía observar restos del fuselaje esparcidos por los alrededores y un cráter de aproximadamente veinte metros de largo que dejo la aeronave al arrastrarse. La cabina de pasajeros estaba en un muy mal estado, ventanas rotas, y grandes abolladuras en la coraza. La sangre llenaba el lugar como un manto rojo cubriendo los asientos y rostros de algunos estudiantes.
El sonido de quejidos y gritos de auxilio, sumados a la sensación de goteo sobre su frente despertó a Richard. Con su visión un poco borrosa observó la procedencia del goteo. El cráneo de cristina había sido atravesado por una rama dejando una expresión tétrica en su cara. Richard ve a su alrededor y se percata que a pesar del aparatoso accidente muchos de sus compañeros siguen con vida. Se desabrocha el cinturón y observa a Herman que estaba sentado a su lado, sumido en un total shock. Lo toma de los hombros y le da una sacudida intentando que este reaccione.
¡Oh mierda!, ¡Herman!, ¡Despierta!, ¡Despierta!- Grita Richard desesperado.
!¿Qué demonios está pasando?¡- Pregunta Herman confundido.
¡Chocamos!, ayúdame a despertar a los demás- Richard.
Los jóvenes se levantan de sus asientos y prestan ayuda a Jhonatan y Danield que estaban en los asientos de al lado. Richard y Herman sacan a Leonard que se encontraba inconsciente. Mientras Richard se queda con él. Herman corre a buscar el botiquín del avión.
Jhonatan se levantó de su asiento para ayudar a los demás, observo que muchos asientos y parte de la cabina estaban cubiertos de sangre y se acordó en ese momento de la fobia de su mejor amigo. El mayor miedo de Danield era la sangre, le causaba mucho pánico, terribles mareos y la asociaba con la muerte. Los recuerdos del suceso que genero su fobia invadieron su mente.
El pequeño Danield de ocho años se dirigía hacia el cuarto de su hermana mayor para que jugara con él. Al abrir la puerta se encontró con la traumática escena de su hermana tumbada en el piso, con un corte gigante en la garganta. Danield grito tan fuerte en ese momento que los vecinos llamaron a la policía. Cuando la autoridad llego a la casa se encontraron al pequeño niño cubierto totalmente de sangre junto al cuerpo sin vida de su hermana. La autopsia y lo recolectado en el lugar del lamentable hecho, determinó que la joven había cometido suicidio.
Danield se encontraba estático en su asiento, mientras Jhonatan intentaba hacer que entrara en razón, el conocía como reaccionaba cuando observaba sangre, y no había peor situación para eso que en la que se encontraban. -¡Danield! ¡Danield! Reacciona por favor- le gritaba Jhonatan sacudiéndolo. El seguía sin responder, su presión sanguínea estaba muy elevada lo que le hacía difícil respirar.
-¡Vamos amigo tienes que reaccionar! ¡Puedes superar ese miedo! ¡Es lo que ella hubiera querido!- Le dijo finalmente Jhonatan.
Danield escuchando las palabras de su amigo, quien había estado junto a él desde el jardín de niños, y comprendía por lo que había pasado, reunió todas las fuerzas de su ser y se levantó del asiento. –Tienes razón, no puedo seguir así por siempre y menos en esta situación. Vamos a ayudar a los demás- dijo Danield- se podía sentir la determinación en sus palabras.
Jhonatan y Danield junto a Arthur y los gemelos Tom y Tot auxiliaron a los demás supervivientes ayudándolos a salir del avión. Danield se dirigió al asiento de Mei tras escucharla pidiendo ayuda -¡Voy hacia allá!- respondió Danield a los gritos. Al llegar observa que ella tenía sus manos haciendo presión en el cuello de Nick, el cual fue cortado por uno de los vidrios que salió disparado al fragmentarse la ventana. Al ver a Nick fue como si volviera a aquella habitación donde perdió a su hermana, pero tomando nuevamente fuerzas siguió adelante, su voluntad de ayudar era más grande que sus miedos.
–Tranquila, yo me encargo -dijo Daniel- levantando el cuerpo agonizante de Nick.
Danield sale del avión velozmente con Nick en los brazos, gritando el nombre de Herman. – ¡Recuéstalo aquí! y no dejes de presionar su cuello – Le contesta el- señalando el suelo. Danield hace caso a las indicaciones de su amigo, todos los que ya se encontraban en el exterior de la cabina se acercan a contemplar la escena, las expresiones de impotencia, miedo y angustia se reflejaban en sus rostros.
Herman examina la herida en el cuello de Nick e inmediatamente los recuerdos de su pasado inundaron su memoria, las largas noches de estudio en las que ser medicó era una obligación impuesta por su familia, estos aún estaban presentes en su ser. Tras contemplar el corte de aproximadamente seis centímetros de largo en el cuello de Nick, llegó a una desesperanzadora conclusión.
¡Por favor sálvalo!- Le suplico Mei de rodillas.
Editado: 25.08.2019