socioantropologia

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LA ESTRUCTURA BIO-PSICO-SOCIAL DEL SER HUMANO

 

Nohemy B. De Infante [1]

Wilson Ruiz Cano [2]

 

La salud como una situación que experimentan de diversas formas los hombres como un fenómeno existencial y social de los procesos de vida humana, que está signada por el carácter que asumen las relaciones sociales, en un momento determinado, no es un objeto de estudio exclusivo de la medicina. La salud también es estudiada desde la perspectiva de ciencias tales como la Sociología, la Psicología, la Antropología y la Economía. Por ello no es extraño la difusión que en los últimos tiempos, han tenido los estudios sobre la salud, realizados desde el campo de las ciencias sociales. Estudios que han permitido establecer relaciones causales en los problemas de la salud, que van más allá de las determinaciones biológicas presentes en las investigaciones tradicionales, ya que generalmente, tienen como supuesto teórico una concepción amplia del hombre, que permite un examen de las estructuras psíquicas y sociales, configuradas en la vida individual. Esta mayor amplitud en la visión de la salud, como producto de los estudios realizados desde la perspectiva de las ciencias sociales, se ha convertido en el camino que posibilita los intentos de totalizar la vida del hombre, la salud y sus fenómenos adyacentes, en cuanto ya no se observan los problemas de la salud desde un enfoque exclusivamente biológico, en el cual el hombre aparece como un ser eminentemente biológico, que se enferma fundamentalmente por trastornos que sufre individualmente, debido a disfunciones de origen orgánico. Desde las ciencias sociales se reivindica la visión del hombre como un todo, es decir, como una unidad en la cual no existen separaciones entre lo psíquico, lo biológico y lo social, pues lo que existe es una unidad estructurada, en la que se presenta un proceso contradictorio, en cuyo movimiento aparecen unos "efectos" que son las manifestaciones vitales de un individuo en particular, que debe ser entendido como persona en el sentido riguroso de la palabra.

 

Los estudios tradicionales de la salud, están en su mayoría atrapados en la división de las ciencias, que ha segmentado al hombre en "parcelas" que corresponden a objetos científicos independientes. Estas partes nos muestran al hombre como un ser fraccionado en tres "instancias": lo biológico, lo psíquico y lo social; cada una de las cuales guarda una independencia "parcial" frente a las otras. Es por ello que cada instancia es objeto de una ciencia particular: lo biológico es objeto de la medicina, lo psíquico es el campo propio de la psicología y lo social es lo que corresponde a la sociología.

 

Estas concepciones parceladoras y fragmentadoras del hombre, no pueden dar cuenta de este como una entidad bio-psico-social, es decir, como un ser integral, poseedor de una estructura indivisible, en la que las "partes o instancias", sólo tienen sentido en una interrelación permanente. En éstos términos, sólo si consideramos al hombre como una totalidad, podemos plantear que este posee una estructura bio-psico-social, esto es, una naturaleza biológica que lo dota de un organismo con unos alcances y limitaciones, cuyas dimensiones se expresan de acuerdo a la relación que el individuo ha establecido con su cuerpo y su medio social. Esta relación está signada por la estructura social y el mundo cultural en que se encuentra inscrito el individuo y por el tipo de estructura psíquica que éste ha conformado en sus continuas, permanentes e ineludibles vivencias con los otros individuos [3]. En este sentido lo orgánico, es decir, el cuerpo (que corresponde a lo biológico), las percepciones, emociones, impulsos, memoria e imaginación (que corresponde a lo psíquico) y la persona, es decir los roles que asume el individuo (lo que corresponde a lo social), se expresa como pertenecientes a una totalidad estructurada, como un "conjunto de partes" interdependientes, cuyas unidades sólo existen por la vivencia del conjunto.

 

En estos términos, consideramos que es imposible pensar en lo biológico, lo psíquico y lo social, como "unidades" aisladas* que se pueden estudiar separadas las unas de las otras, de tal manera que el "funcionamiento" y la "actividad" de cada una se presenta como autónomo e independiente. Una visión del hombre como una totalidad estructural en la que lo biológico, lo psíquico y lo social aparecen como componentes de una unidad estructural, la encontramos en el libro de Gerth y Mills: "Carácter y estructura social", que nos servirá de referencia para nuestro análisis del hombre como una totalidad bio-psico-social. Veamos:

 

1. Como estructura biológica:

 

"Desde el punto de vista biológico, el hombre como especie y como individuo, es considerado como un organismo:

 

a). Cuya acción está estructuralmente limitada, que está equipado con ciertas respuestas mecánicas.

 

b). Que posee impulsos indefinidos que pueden definirse y especificarse por un amplio margen de objetos sociales. Lo que estos objetos pueden ser, no está determinado por el hombre como organismo" [4].

 

Es evidente empíricamente, que el reconocimiento del hombre como un organismo fisiológico, es algo inevitable en su estudio como ser integral, pero este reconocimiento tiene que partir del supuesto de que el organismo está necesariamente articulado a una estructura social, que es la que en última instancia le da sentido a su existencia. Tener como supuesto la existencia del organismo fisiológico en la totalidad individual, aparece como algo ineludible, pues no se puede nunca concebir una persona que carezca de él [5].



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En el texto hay: pereza, cutura, dormir

Editado: 17.02.2022

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