“Y me pregunto ¿qué va a pasar si no te tengo una vez más?” la canción no sale de mi cabeza, en las siguientes 3 clases las ventanas de las puertas eran mi peor enemigo, constantemente me asomaba, primero intente ser disimulado sin embargo conforme pasaban las horas cada vez era más evidente.
-¿Espera a alguien profe?- me pregunta una de las jóvenes más aplicadas de la última clase del día.
-No, ¿Por qué?- intento parecer indiferente.
-No ha dejado de asomarse por la ventanilla.-
-Tengo un compromiso saliendo… y estoy un poco nervioso- me adelanto a mentir.
-Todo saldrá bien profe- me contesta la alumna, es una chica simpática, estudia mucho para los exámenes aunque claramente el área de exactas no es lo suyo, las matemáticas requieren de comprensión no de estudio, muchos alumnos logran “salir bien” sin embargo no tienen el talento, otros no “salen bien” sin embargo la comprensión la tienen. Pobre María José, siempre el primer lugar por sus “machetes” (cuando estudias mucho un día antes del examen).
-Gracias Majo-
La campana suena, es el final del día escolar.
Los pasillos se llenan de alumnos desesperados por irse a sus casas, siempre me espero a que todos se terminen de ir para moverme libremente en los pasillos, una gran cantidad de adolescentes hormonales desesperados y sudados por salir no es mi idea favorita.
“Mi corazón hace explosión una vez más yo soy el sol”
Es la canción ¿O la estoy imaginando de nuevo? No esa parte no la conozco, veo la puerta abierta y esta pasando la joven junto con otras 3 chicas, trago saliva, me pongo nervioso de manera inexplicable, la joven voltea a verme con sus ojos aceituna justo antes de salir de mi campo de visión de la puerta abierta.
Me levanto rápido, mi portafolio se cae, todos los papeles terminan en el suelo, volteo a ver la puerta, pasan varios jóvenes, veo mi portafolio de alguna manera ruego como si pudiera hacer que el portafolio se levantara solo junto los papeles, volteo a ver la puerta, siguen saliendo chicos. Avanzo y me asomo por la puerta… muchos chicos pero nada de sirena, regreso resignado a levantar mi portafolio.
Mientras camino a mi auto pienso en posibles métodos para encontrar a la chica, pudiera ir con la secretaria encargada del control escolar, seguro si describo a la chica ella podría ayudarme… Claro, chica linda de como 17 años, ojos aceituna, pelo lacio castaño, estatura baja… ¿y cuando me pregunten para que quiero saber? ¿Qué responderé? Soy malo manteniendo mentiras y si no es mi alumna no veo por qué podría tener interés… tiene una voz maravillosa ¿podría decir?
Voz… eso es, hay un grupo de coro, con esa voz muy probablemente debe estar ahí. Me desvío de camino a mi carro y busco el pizarrón de anuncios extracurriculares, ahí debe estar el horario.
El pizarrón tiene cientos de papeles de colores invitando a los estudiantes a diferentes clubs o actividades extra curriculares, busco coro… coro… coro… nada… que extraño juraba que debía haber un grupo de coro, ¡Ah! Lo encontré “Glee, coro estudiantil Star Talent”, Dios mío como odio a estos chicos haciendo americano todo.
“El club de coro se reúne Lunes, Miércoles y Viernes después de clases en el salón 1120; trae toda tu energía bla bla bla bla” Hoy es Lunes rápido regreso para buscar el salón.
“No hay nada igual… que cuando te veo venir en mi” me detengo de golpe. Es ella… por unos segundos me dejo envolver en el canto, disfruto la melodía “Hoy pasa igual” abro los ojos y no hay nadie, los pasillos están vacíos y los salones cercanos a mí también ¿Qué me está pasando? “Y tengo miedo de donde estas” está en mi mente, su canto esta en mi mente; impreso como un sello de tinta permanente.
Avanzo por los pasillos, la tonada de esa canción sigue en volumen bajo, nadie está cantando es solo mi mente jugando con me realidad. Llego al salón 1120, antes de abrir la puerta escucho.
“All the single ladies
(All the single ladies)
All the single ladies
(All the single ladies)
All the single ladies
(All the single ladies)
All the single ladies” Escucho algunas voces femeninas cantar, ninguna me parece conocida.
“Now put your hands up…” Decido entrar y todos se quedan callados de golpe y me voltean a ver entrando al salón. Veo los rostros de los jóvenes sorprendidos y quizá un poco molestos porque interrumpí su canción, yo también me sorprendo un poco pues lo que yo pensaba eran voces femeninas la mayoría de los chicos eran hombres.