Sola en el Mundo

VEINTIOCHO: Las decisiones.

Mi mente ha estado dando vueltas desde ese día, no puedo sacarme de la cabeza lo que Sam le dijo a Danniel. No importa cuánto lo piense, no tiene sentido. Mi madre siempre ha querido lo mejor para mí, nunca ha hecho nada para retenerme o hacerme mal, al contrario, ella fue quien me ha insistido en que salga para conocer más.

Pero, ¿por qué mentiría Sam?

Uf, nada de esta situación tiene sentido. He querido distraerme escribiendo mi historia, pero mi mente está demasiado saturada y no puedo escribir nada coherente. Ni hablar de las faltas ortográficas que abundan en esas líneas. Al final desistí de esa idea, no llegaba a ningún lado.

Harry no me ha dicho nada a pesar de saberlo, y lo prefiero así, no sabría qué responderle si comienza a hacer preguntas. Cada vez se acerca más el momento de decirle la verdad, ya solo quedan dos semanas antes de que todo explote y Harry se entere de todo. Ni siquiera sé cómo mirarle a la cara. Me siento como si lo estuviera estafando, y quizás así es.

Mi celular comienza a sonar como loco, y eso solo significa una cosa: los chicos de The Return Wrong. Hace tiempo no sabía nada de ellos, desde que los silencié aquella vez olvidé “des-silenciarlos”. En fin. Ingreso en el chat grupal y hay más de 1.000 mensajes, todos desde el día de la fiesta. Joder, ¿cuánto pueden hablar? Bueno, si no los hubiera silenciado habría leído todos los mensajes, en parte es mi culpa.

Gastón: @Cara dónde has metido tu culito???

Dylan Clow: Si lo dices así suena muy mal, bro.

Gastón: Tienes razón, una disculpa.

Mike Carson: Estás dándonos una mala imagen.

Cara: ¡Hola!

Gastón: ¡CARA MÍA!

Carter Madoks: Le dio complejo de Homero Addams.

Inevitablemente me comencé a carcajear por el comentario de Carter.

Jason Grimm: Me he perdido de algo?

Dylan: Solo de Gastón dejando nuestra imagen por los suelos frente a nuestra mayor fan.

Cara: No han perdido su preciosa imagen… a menos que decida publicar esta conversación.

Mike: ¿Nos está amenazando, señorita Roth?

Gastón: Seguro solo quiere conocer la letra de una de las canciones nuevas.

Cara: ¿Y no puedo?

Carter: Que tramposa nos salió esta chica.

Jason: Me agrada.

Cara: Gracias.

Quisiera decir que logré sacarles información… pero estaría mintiendo, no me dijeron nada sobre ninguna de sus canciones, solo se burlaron entre todos del otro. No insistí mucho, solo me dejé llevar por el momento. Finalmente, mi mente había dejado de pensar tanto y no iba a desaprovechar esa oportunidad única.

Me entretuve hablando con ellos y de vez en cuando hablando con Shayfer que me escribía para hablar sobre cualquier cosa. Danniel entró a mi habitación en la tarde, se dispuso a ver algo en la televisión conmigo, obviamente noté que sus intenciones eran distraerme. Esos días había estado encerrada en mi habitación, me negaba a toparme con mi madre, no sabría cómo reaccionar.

Decidimos ver una película de terror, esas me hacían sumirme por completo, y amaba un buen susto de película de terror. Danniel tenía un gusto impecable para escogerlas, así que siempre lo dejaba escoger, nunca me decepcionaba de él.

Así pasé los siguientes días de la semana, hasta que llegó el lunes. Mamá anunció que se marcharía para una firma de libros en New York, así que organizó una cena para nosotras dos debido a que hace tiempo no lo hacíamos. Accedí sin muchos rollos, no podía evitarla por siempre, ¿o sí? No desconfiaba de Sam, pero tampoco me terminaba de cerrar el asunto.

No me puse nada especial, solo mi pijama de El Extraño Mundo de Jack, con uno shorts cortos y una camiseta de tirantes. Era solo una cena, igual ella volvería pronto y sería como si nunca se hubiese ido a ningún lado. Bajé sin mayor entusiasmo, ensimismada en la amena conversación con Harry, quien no paraba de mandarme fotos graciosas de su cara y de lo que estaba haciendo en ese momento. Una sonrisa se escurría por mis labios cada vez que recibía una nueva fotografía, era inevitable.

Lo que siento por él es demasiado fuerte…

Al llegar al comedor, me topo con mi madre enfundada en su mejor conjunto, sentada en la cabecera de la mesa, ésta bien dispuesta para una cena bastante elegante <Y tú con tus pijamas>. Al menos son las más bonitas que tengo. Tomo asiento en la silla a su derecha sin decir nada, su mirada fija en mí y en cada uno de mis movimientos, su sonrisa deslumbrante. Vale, ¿por qué siento que he hecho algo mal?

―Buenas noches, cariño ―saludó mamá, sonriéndome de forma deslumbrante.

―Buenas noches, mamá ―le devolví el saludo―. Veo que te arreglaste bastante para la cena.

―Oh, sí, es que esta gira será larga ―explica―, y me apena dejarte tanto tiempo sola.

―No te preocupes, igual Danniel y Harry están conmigo ―le tranquilicé, obsequiándole una sonrisa.

Para qué negarlo, me sentí sumamente incómoda en toda esta situación. No podía mirarle a la cara sin sentir una extraña sensación, como si mirara a un completo desconocido. ¿Y si realmente me quiere alejar de Sam?

―En fin, llamaré a Rick para que nos sirva la comida ―dice finalmente, rompiendo el incómodo silencio que se instaló.

Mamá se levantó de la mesa y se encaminó a la cocina, desapareciendo por la puerta. Me dejé caer con fuerza contra el respaldo de la silla, dejando salir un fuerte suspiro. Me sentía agotada mentalmente, y eso que ni siquiera habíamos dado un bocado de la cena. Minutos después Rick aparece con el carrito de comida y mi mamá detrás de él. Nos sirve en silencio a ambas, mamá sonriéndole afablemente, mientras que yo solo veía todo en silencio.




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