Sentí como si un rayo me hubiera atravesado en cuanto mis ojos cayeron en ella.
Fue… como si mi corazón se detuviera para comenzar a latir sinceramente por primera vez en mi vida.
Y de la misma manera decidí que ella también sería la primera y última que provocaría esa sensación.
Antes de darme cuenta ya estaba caminando en su dirección con la necesidad, de seguir caminando, en mi espíritu.