Casi todos los días eran iguales y ese era tan hermoso como el resto, pero… De un momento a otro sentí una repentina, y extraña sensación de ansiedad y expectación.
Y solo pude hallar la respuesta a esta en cuanto lo vi caminando hacía mí tan seguro y vacilante al mismo tiempo.
Nada más atiné a apretar mi pincel con más fuerza y esperar sentada frente a mi caballete, ansiosa porque me alcanzara.