Un favor
(JANE)
Alina esta más entusiasmada que yo por esta fiesta. Parece que nunca fue a una y la realidad es que fue a miles. Becky por otro lado esta de mal humor, tuvo una pelea con su novio y no tiene ganas de salir, pero irá de todos modos.
-Vamos Bec, Christian es un tonto pero te quiere. En la fiesta arreglarán sus problemas.
Alina intenta aligerar el momento pero no lo hace muy bien, así que decido intervenir.
-El idiota de Christian estará allí y podrás humillarlo públicamente, aún tengo las fotos de esa vez que le pusimos un sostén y labial rojo intenso.
Sinceramente pienso que a ese chico podrían entrar a robarle todo y no se despertaría. Ese día habíamos hecho un gran esfuerzo en moverlo para lograr ponerle el sostén correctamente y el no había dado señales de vida más que un feo ronquido.
Al instante veo como se le ilumina la mirada a mi amiga y sonrío con suficiencia. Comienzo a colocarme lápiz labial de un rojo muy parecido al que utilizamos para pintar a el hermano de Alina, mientras la pequeña morena termina de alisarme el cabello. Esta noche la pasaremos más que bien.
-Listo -canturrea Ali y yo me levanto de la silla en la que estaba sentada y observo mi atuendo en el espejo tocador de ella.
Vestido ajustado sin mangas negro y unos tacones rojos no tan altos. Ni tan puta ni tan santa: ¡Perfecto!
-Bec ¿En serio no quieres que te preste algún vestido? -pregunta Ali por quinta vez en la noche.
Becky la mira con cara de pocos amigos dejando en claro que esta bien con sus jeans, camisa blanca y zapatillas simples.
Alina va con un vestido plateado de cuello cerrado y espalda descubierta, en el frente tiene tiritas de color gris que van en cascada hasta el final y a cada movimiento se mueven excesivamente. Sus tacones blancos podrían pasar por montañas sin problemas. Se ve salvaje y dulce a la vez, es su encanto personal. Yo diría que muchos darían todo por que Ali les pusiera atención ya que es la típica chica perfecta: buenas calificaciones, aspecto inocente pero actitud salvaje en algunos momentos, padres con dinero, simpatía extrema y cuerpo proporcionado. En fin, chico, si al menos una vez no volteaste a verla o te gustan solo las rubias o eres gay.
-¿Ya están listas? Porque me estoy aburriendo -comenta Becky con voz monótona.
-Ya casi -dice Alina corriendo al baño de su habitación.
Observo a Becky rodando sus ojos y río levemente. Estoy por preguntarle si esta bien por la "amenaza de terminar" que tuvo con su novio pero en ese momento tocan la puerta de la habitación y ella de inmediato corre a abrirla. Lo siguiente que veo es a mi amiga siendo arrastrada por Christian hacia un beso apasionado que por suerte dejo de ver cuando cierran la puerta. Creo que ya se reconciliaron.
Y yo que quería publicar la foto vergonzosa del rubio.
...
Cuando estamos a unas cuadras de la fiesta ya podemos escuchar la música y observar la gran casa que parece hecha de cristal, a todo lo que da. Seguimos caminando ya que tuvimos que estacionar una cuadra antes porque el lugar estaba repleto de automóviles que ocupaban todo el espacio.
-¿Ese no es Finn? -pregunta emocionada Ali.
-¿Quien rayos es Finn? -pregunto frunciendo el ceño.
-Eso -secunda Becky.
-¡Finn! El chico de las mil y un cosas.
La "aclaración" de Ali no nos dice absolutamente nada.
-Alin...
No puedo continuar de hablar ya que a logro divisar a una persona que me resulta familiar. Una chica de estatura promedio piernas delgadas y cabello pelinegro con ligeras ondas, se encuentra con sus amigas riendo mientras camina hacia la casa de Ciro, el anfitrión de la fiesta. Por un segundo no logro recordarla pero luego de un rato caigo en cuenta de que es la misma pelinegra que James tenía abrazada hace dos semanas atrás en casa de Lilian. Aprieto mis dientes recordando que no he sabido nada de James en estas dos semanas más que en esa vez que intentó alcanzarme en el estacionamiento sin éxito, al mismo tiempo me pregunto si estará en la fiesta.
Camino moviendo mis caderas de forma provocativa y dejo atrás a mis amigas que ni siquiera notan mi ausencia ya que se encuentran en una discusión sobre un tal Finn que no conozco ni quiero conocer, al llegar a la puerta del lugar veo a la pelinegra recostada sobre una de las paredes delanteras con un pelirrojo, menuda zorra. Están tan cerca que comparten el aire, cosa que yo odio, no puedo soportar respirar cerca de alguien es como si estuviera inhalando el dióxido de carbono que sacan de su cuerpo, se que suena un poco nerd pero desde que supe que las personas liberan dióxido de carbono en primaria me ha molestado mucho estar muy cerca de alguien, siento que me intoxico o algo parecido.
-Miren a quien tenemos aquí, Jane la delincuente -escucho que dicen muy cerca de mi oído y me sobresalto, al voltear mi rostro levemente puedo observar el rostro de un chico que suele estar mucho con James, y eso hace que frunza en ceño y apriete los dientes aún más.
-¿Y tú eres... ? -cuestiono cruzándome de brazos, más no volteando mi cuerpo hacia el chico.
-Jack, Jackson como quieras decirme, soy amigo de James y me pidió un pequeño favor -dice y por más que intento no puedo evitar prestarle más atención y voltear mi rostro completamente hacia él.
-¿Qué tiene que ver conmigo?
-En realidad, eres tú.
Antes de poder reaccionar el muchacho tapa mi rostro con una tela y sin más caigo en una oscuridad inmensa.
Escucho el repiqueteo de unos zapatos contra el suelo y entre abro mis ojos levemente, al hacerlo logro divisar a una persona sentada en un sillón de una sola persona con la cabeza enterrada entre sus manos y, efectivamente, moviendo su pie izquierdo con impaciencia. La pregunta es ¿Quién rayos es? ¿Y qué demonios hago en este lugar? O mejor dicho ¿Dónde estoy?