Solamente tú #2

16

¿Te gusta?

 

(JAMES)

 

Escucho un sonido similar a un vidrio rompiéndose y abro mis ojos desmesuradamente.

—¿Qué sucede? —pregunto alarmado.

No hay respuesta.

Mierda.

 

(JANE)

 

Me pongo de pie en menos de un minuto y camino hacia el muchacho que se encuentra en el sofá, él intenta huir pero me lanzo encima suyo provocando que caiga al suelo, en el proceso se cae un jarrón por un manotazo del individuo, que se encontraba en un esquinero, y se rompe provocando un ruido molesto. Sin importarme el objeto caído me muevo sobre el chico que cayó boca para abajo y tomo su cabello tirándolo hacia atrás, el chico profiere un gemido de dolor.

—Vas a decirme donde estoy, ahora —mascullo entre dientes sobre su oído.

—¡Yo no tengo nada que ver! Fue Jack, fue Jack —ruega mientras se retuerce debajo de mi, más no lo suelto, en cambio, aprieto mi agarre aún más—, por favor, no tengo nada que ver —lloriquea.

—No te pregunte sobre tu vida idiota, donde estoy, responde si no te quieres quedar calvo —gruño enfadada.

—En la casa de Jack, no se las calles, por favor déjame ir...

Escucho un ruido proveniente de afuera de la habitación y levanto mi cabeza para escuchar mejor, el chico se queja de forma lastimera— Cállate —susurro mientras dejo de tirar de su cabello bruscamente, provocando que su cabeza caiga contra el suelo y él vuelva a quejarse, ruedo los ojos— debilucho —comento, mientras sin ni una pizca de delicadeza me pongo de pie apoyando primero mis rodillas sobre sus piernas.

Al estar parada camino hasta la puerta esperando esta este cerrada con llave o algo por el estilo pero no es así, en cambio, solo esta ligeramente apoyada contra el borde. Vuelvo a rodar los ojos pensando cuan estúpidos pueden ser estos chicos, ¿Quién secuestra a alguien y lo deja en una habitación sin llave?

Al salir me encuentro con un pasillo demasiado iluminado y con las paredes de un color naranja chillón, frunzo la nariz con desagrado antes de comenzar a caminar por él, no pasa mucho tiempo hasta que diviso a un chico acurrucado contra una esquina con un teléfono celular tirado junto a él. Suspiro sonoramente y lo veo tensarse mientras se apega más a la pared y entierra su cabeza entre sus rodillas, ¿Es tonto o se hace?

Camino con tranquilidad hacia él y noto que una voz intenta llamar la atención pero no hay nadie más, muevo mi vista hacia el teléfono y veo que la pantalla esta encendida y hay una llamada en la línea, tomo el aparato, sin tocar al chico que cree que poniéndose en una esquina se hace invisible, y lo llevo a mi oído.

—... Jack juro que si no contestas te voy a...

Reconozco la voz de James de inmediato y aprieto los dientes.

—¿Qué vas a hacerle? Sabes qué, no importa, te aseguro que nada va a ser peor de lo que yo le haré —mascullo entre dientes, veo al muchacho temblar levemente y niego con la cabeza— ¿Quién te crees para mandar a secuestrarme? ¿Eres idiota? ¡Encima estos inútiles que tienes como amigos no saben hacer nada bien! Esto ni siquiera es emocionante —grito hacia el micrófono del celular con histeria.

—¿Jane? —pregunta con voz algo aguda.

—No, tu abuela ¿Quién más va a ser idiota? Será mejor que traigas tu trasero plano aquí si no quieres que tu amigo termine volando por la ventana —chillo antes de cortar la llamada.

Vuelvo a mirar al chico que sigue en la misma posición de antes, pongo mis manos en mi cintura y doy un ligero golpe a sus pantorrillas con mis pies, él se sobresalta y levanta su mirada, su expresión es de un niño aterrorizado y no es para menos, nadie me hace enojar y sale ileso.

...

 

(JAMES)

Llamo una y otra vez al móvil de Jack pero no hay señales de vida, mi desesperación aumenta cuando pasa media hora y sigue mandándome al buzón de mensajes. Doy una patada a la pared y me arrepiento al mismo tiempo ya que comienza a dolerme.

—Mierda, mierda, mierda.

—¿Vas a estar más tiempo usando mi teléfono o te vas a largar de una buena vez?  —escucho que dicen a mis espaldas y me volteo de inmediato encontrándome con el guarda parado frente a mi. Trago saliva cuando tengo que mirar hacia arriba para lograr ver su rostro.

—Yo... yo... tengo una emergencia —murmuro en voz baja sintiéndome intimidado.

—¿Qué clase de emergencia? —dice despectivamente, no me cree.

—Es algo complicado de explicar.

—Oh, niño habla de una vez que no tengo toda la noche para escucharte, agradece que te pregunto.

Trago saliva nuevamente decidido a hablar sin titubear.

—Mi mejor amigo secuestró a la chica que me gusta y ella es algo así como una delincuente que si se enfada puede hacer cualquier locura, y justo ahora me amenazó con que si no voy a la casa de mi amigo lo va a lanzar por la ventana o algo por el estilo —hablo rápido e intento no tartamudear demasiado.

Observo al hombre fruncir el entrecejo y luego de unos segundos decide hablar—¿Por qué la secuestro?

—Porque le pedí que la cuidara pero no exactamente que hiciera tal cosa como llevarla en contra de su voluntad, es un idiota —paso mis manos por mi rostro con frustración mientras cierro los ojos.

—Te llevo —dice repentinamente, pero no logro entender a que se refiere.

—¿Qué?

—Te llevo a la casa de tu amigo, la ciudad no esta a más de una hora y a estas horas no hay nadie en la carretera para que nos estorbe —aclara sorprendiéndome.

—¿De verdad haría eso? —pregunto esperanzado, quizá el hombre no es tan malo como parece.

—Claro, luego me devolverás el favor.

Claro, nada es gratis con este hombre.

—Esta bien, veo que es un fiel creyente de hoy por ti mañana por mí.

—Si, digamos que a veces se necesitan favores extras.

...

Canciones country.

Una hora completa de canciones country y parece que mi cabeza explotará en cualquier momento, nunca había sido tan consiente de lo molesto que es escuchar este tipo de música por tanto tiempo como ahora.



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En el texto hay: amorodio, delincuente, chica ruda

Editado: 24.07.2020

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