Vacío
(JANE)
Mis ojos no pueden creer lo que ven ¿Realmente esta pasando esto?
—¿James? —susurro en tono aterrado, miro hacia abajo y me sonrojo ferozmente.
Me siento sucia.
—Jane —dice secamente, nunca me ha hablado en ese tono.
—¿Qué haces aquí? ¿Cómo entraste? —pregunto sin mirarlo aún.
—Me abrió una chica —contesta simplemente.
Maldita Amie.
—Todos buscándote y tu pasándola bien con ese pandillero —masculla con sorna, lo que provoca que levante la mirada y le eche una mirada furibunda.
—¿Y a ti qué? —gruño en su dirección.
—No, a mi nada por lo que veo —el sarcasmo inunda su voz—, yo dándote tu espacio para que pienses bien las cosas y tu...
Calla y me doy cuenta que se contiene a lanzar un insulto.
—¿Yo qué? ¿Estas insinuando que soy una puta? ¿Eso es? —grito enfurecida.
¿Quién se cree que es? Bien, me gusta me siento mal si es que pasó algo con Fabricio, pero a fin de cuentas James y yo no somos nada aún.
—Si —dice sin más, su expresión neutra me demuestra que si le gustaba en este momento he perdido todo el encanto, y me duele. Me duele ver que cree algo así de mí, si bien no soy una santa tampoco soy tan mala y algo me dice que ayer en la noche no sucedió nada entre Fabricio y yo.
Una de esas cosas es que: llevo ropa interior.
Generalmente cuando estaba con Fabri amanecía como Dios me trajo al mundo.
Y la otra es: no podría acostarme con otro cuando me gusta James.
En mi época de enamoramiento fugaz con Fabricio, pasaba por borracheras y hasta llegue a drogarme en algunas ocasiones y aunque no éramos exclusivos yo le era fiel, extremadamente cursi pero cierto.
—Pues puedes irte tranquilamente que esta puta no te va a joder más la vida —chillo sintiendo las lagrimas agolpándose en mis ojos.
En ese momento veo como su faceta desinteresada se rompe y deja entrever su dolor.
—Jane no es ninguna puta idiota, no nos acostamos —escucho que dicen y veo sobre el hombro del pelinegro encontrándome con Fabricio de brazos cruzados y con la mandíbula apretada.
Entonces James palidece y voltea a verlo intercalando miradas entre él y yo sucesivamente.
—¿Ustedes no...?
—No —digo con frialdad—, pero las palabras ya fueron dichas y te agradecería si te retiraras James Green.
Volteo dándole la espalda a ambos chicos mientras las primeras lágrimas se deslizan por mi rostro, intento no sollozar, no me puedo permitir demostrar debilidad. Sabía que tarde o temprano algo así sucedería, él me prejuzgaría como todos y hablaría sin saber, por ahí dicen... mejor temprano que tarde.
—Jane yo...
—¡Vete maldita sea! —grito posicionando mis manos sobre mi rostro mientras cierro mis ojos con fuerza.
...
Abrazo a Becky mientras Alina hace lo mismo conmigo desde atrás, después de que James se hubiera ido de la casa de Fabricio y que él intentara consolarme ganándose un grito de mi parte para que se retirara también logré encontrar un cargador y encendí mi móvil para llamar a mi papá, al decirle que estaba bien y que me encontraba en lo de Gonzalo se tranquilizó pero me juró que me castigaría por un mes, cosa que se que no hará, luego llamé a Alina que se encontraba con Bec e insistieron con que vaya a la casa de Ali de inmediato.
Les conté lo sucedido, toda la situación, desde el día siguiente al reto hasta la pelea final de hoy por la tarde.
—James es un idiota —murmura Alina.
Por primera vez, alguien me da la razón con respecto a la actitud de James pero no me siento bien con eso, preferiría que no hubiera pasado nada de esto y que todos lo defendieran diciendo que es un pan de Dios.
—No entiendo como es que no nos contaste antes sobre esto —dice Becky.
—No quería hablar de eso, él es un dolor en el culo —contesto frunciendo el entrecejo.
—Pero aún así te gusta más que cualquier otro chico en el que te hayas fijado J.
—Me llamó puta —mascullo.
—Quizá fue por el momento, si tu lo hubieras encontrado en esa situación con otra chica ¿No hubieras hecho una súper escena de celos y le habrías golpeado hasta dejarlo sin descendencia?
Becky siempre fue la voz de la razón en nuestro reducido grupo.
—Tal vez —susurro sin dejarme vencer del todo igualmente.
—Debes hablar con él —comenta Alina.
—Si —secunda Becky.
—Lo haré —murmuro sin sonar muy convencida—, pero no aún.
Ninguna me contradice, saben que lo haré, posiblemente dentro de un largo tiempo pero lo haré. Nos acomodamos las tres sobre la cama de Ali y por primera vez dormimos todas juntas en una misma cama, hoy no estoy de humor para dormir sola en un colchón apartado, prefiero estar incómoda con ellas a sentirme vacía sin sus abrazos reconfortantes.
Cierro los ojos y vuelvo a recordar la conversación.
—¿Yo qué? ¿Estas insinuando que soy una puta? ¿Eso es?
—Si.
Aprieto mis dientes y lanzo un suspiro antes de caer rendida en un sueño vacío.