Viaje de negocios
(JANE)
El fin de semana pasó en un parpadeo, mi padre y Lilian salieron de viaje juntos a quien sabe donde, así sin más. Desde el sábado por la mañana me carcomo la cabeza pensando en lo que me podría haber querido decir mi loca madrastra pero nada coherente viene a mi mente, esa mujer es la persona más impredecible que conozco. Observo por debajo de la capucha de mi abrigo la entrada del instituto, con pesar. No quiero entrar al lugar pero se que debo hacerlo, lo único que me anima a dar el paso de avanzar hacia la puerta es que veré al tonto pelinegro que tampoco puedo sacar de mi mente.
Extrañamente no vi a Becky ni Alina en estos días y realmente me siento vacía sin los chillidos de Al y los divagues sobre lo horrible que son las personas de Bec. Al llegar a la entrada doy un vistazo general a los alumnos que se aglomeran en sus diferentes grupos de pertenencia pero no diviso a mis amigas, eso solo causa que frunza el entrecejo con frustración.
Camino hacia mi casillero enviando malas miradas a las personas que tapan mi camino, provocando que se hagan a un lado para dejarme pasar, estas ultimas semanas no me he enterado de ningun caso de injusticia que requiera de mi intervención y realmente es aburrido no tener nada que planear, me gusta ayudar a las personas. Aunque muchos piensen que estoy chiflada por el hecho de arruinar la "propiedad privada" de cierta gente, me da un cierto orgullo saber que realmente se lo merecen.
Una chica pasa por mi lado y a duras penas la recuerdo, pero lo hago y estoy segura de que ella sabe muy bien quien soy. Keira Dennis, notas regulares, bonita y solía tener un lindo auto blanco.
Era una tarde de martes cuando estaba en el parque con Alina por puro aburrimiento, todo estaba repleto de niños correteando de un lado a otro y eso me molestaba, los niños no son ni serán lo mío nunca. Había insistido en no ir a ese sitio pero Ali estaba en su etapa chica amante de la naturaleza y no se podía discutir con sus decisiones. Caminaba desganada junto a mi amiga que sonreía como tonta mirando a su alrededor.
—Hey —exclamó de repente ella con alerta a lo que yo volteé a verla de inmediato—, mira —murmuró apuntando en una dirección en específico sin disimulación alguna.
Tardé un poco en encontrar lo que me señalaba pero al hacerlo me llevé la desagradable sorpresa de ver a una chica, que reconocía como una alumna de primer año de mi insituto, atada a un árbol con la frente escrita con lo que parecía lapiz labial rojo y vestida con su pijama. Nadie parecía percatarse del hecho que estaba sucediendo a unos metros y eso me hacía enfadar aún más. Sin meditarlo me dirigí al lugar, la desaté para luego tomar mi chaqueta y pasarla por sus hombros.
—Gracias —murmuró ella con bochorno, al estar cerca pude leer que en su frente relucía la palabra: "NERD"
Apreté mis dientes con molestia— ¿Quién te hizo esto? —pregunté con voz tajante.
Ella no desconocía mi fama, estaba muy bien informada por lo que no pudo negarse a darme el dato.
Había sido Keira, junto a sus amigas. Pero la idea había sido de ella, Keira era de esas chicas que lucían simpaticas y buenas personas, por alguna razón nunca me había agradado del todo, entonces supe por qué no lo hacía. Era una mosquita muerta, una falsa.
La fulmino con la mirada con más intensidad que a los demás y ella baja la vista al suelo, han pasado varios meses de lo sucedido pero no voy a olvidarlo jamás. Merecía el destrozo de su auto y mucho más, pero eso solo había quedado como una advertencia que por lo visto entendió. Hasta ahora no volví a enterarme de nada que haya hecho.
...
Una mañana aburrida, eso es lo que representa a este momento.
Aún no ha pasado ni la mitad del horario escolar y ya quiero irme a casa para dormir, en el primer receso encontré a mis amigas que habían llegado tarde por un problema con el hermano de Becky, Brandon se lesionó la rodilla y Bec tuvo que llevarlo al médico, al no funcionar su auto llamó a Alina y el resto es historia. Lamentablemente no me toca con ninguna esta hora y se hace realmente tediosa.
Por otro lado no he sabido nada de James, no lo vi en el pasillo de siempre y tampoco junto a su idiota amigo Jackson.
Lanzo un suspiro desganado y justo en ese momento una bolita de papel cae sobre mi escritorio, miro hacia atras para encontrarme con una chica regordeta sonriendome con inocencia. Me hace un gesto indicando que la notita iba para la muchacha que se halla a mi costado y asiento castamente antes de tomar la bolita y tocar el hombro de la chica que voltea a verme sorprendida, ruedo mis ojos y le entrego el papel.
—Te lo manda tu amiga —murmuro señalando con mi cabeza hacia atras.
—Gracias —contesta.
La observo por un momento y enarco una ceja, no la había visto nunca. No me suena de nada.
—¿Quién eres? —pregunto sin pensarlo demasiado.
No me gusta quedarme con dudas.
—Mi nombre es Keith, soy nueva vengo de...
—Ya, no te pedí que me contaras tu vida niña, voltea y sigue con lo tuyo —la corto y ella asiente algo descolocada pero me obedece.
¿Qué clase de persona entra a estas alturas del año? Y en último año... realmente innecesario y creía que no estaba permitido. Me encojo de hombros y tomo mi lapiz para continuar haciendo lo que vengo haciendo desde hace horas: garabatear en mi hoja de apuntes.
...
—El profesor de historia nos mandó a hacer un ensayo sobre la segunda guerra mundial —se queja Alina mientras caminamos hacia la salida, al fin somos libres de esta carcel— el mínimo de hojas es de cinco ¡Cinco! Voy a morir.
—No exageres, no es tanto —comenta Becky rodando los ojos.
—¡No es tanto dices! Es un montón, no soy como tu que escribes mil cosas por minutos querida Rebecca.