Salgo a correr, mis auriculares en mis oídos, y la música a todo volumen para que no sean capaces de escuchar mis pensamientos.
Hace frío, es casi de madrugada.
Hago esto siempre que puedo, salir, correr; es lo único que tengo.
Regreso a casa, son las cuatro de la mañana. Me preparo el desayuno y me doy una ducha.
Busco mi navaja favorita, veo como el agua fría de la. bañera se va tiñiendo de rojo, ya no siento dolor.
Salgo empiezo a buscar mi ropa, un pantalón, zapatos bajos, una camisa floreada y una chaqueta. Cualquier cosa que me haga ver normal.
Me veo al espejo, maquillada, vestida, parezco normal, o más bien trato de aparentar ser normal.
Le sonrió a mi reflejo, y me digo "otro día".
Mientras que por dentro me derrumbó, por fuera todos dirán "se ve normal".
Y así todos los días... Hasta que acabe.