No me adapto bien a los cambios, en realidad los odio.
Odio que los demás evolucionen y yo me quede atascada viendo como los demás hacen sus sueños realidad. Mientras yo los ayudo y nadie se da cuenta.
No soy adaptable, me cuesta decir lo que quiero y lo que siento.
Me odio por eso. Porque no tengo valor.
Mi única esperanza es que la vida se acuerde de mi, y regrese con esos momentos que perdí.
Pero no pasara, solo sigo adelante y lucho contra mi propia voluntad, tratando de no darme por vencida.