Sólo Ámame

Capítulo IV

Una sonrisa llena de emociones hizo de Alana Lennox descubrirse aún más agradecida después de escuchar la aceptación del doctor Matthew Harper.

—Gracias, muchas gracias doctor Harper —dijo mirándolo de pié y en su frente— Dios ha sido generoso y bueno conmigo —se acercó sin dejar de llorar y se abrazó a este desconocido— Usted es muy noble, confío en que usted recibirá abundantes bendiciones, usted sin querer ha reafirmado en mi que el poder está en creer y hacer...

—Alana, comencemos llenando tu historia médica —dijo evitando mirarla a los ojos— escucharé a tu bebé, y veremos que tu salud esté bien...

—¿Puedo hacer pasar a mi abuela, doctor Harper? —preguntó ella aún  emocionada.

—¡Claro, es una excelente idea, ya quiero conocer a la mujer que se atrevió a secuestrar a la sensible secretaria que tengo — rió dejando una picardía detrás de su sonrisa.

—Ella es sensible sí, y muy noble...

—Muy sensible, ella por causas como está, es capaz de dejarse secuestrar mil veces si es posible... lo de ella es darle trabajo a su hermano así yo tenga... — miró repentinamente su reloj — cuarenta y tres horas sin dormir.

A pesar de lo dicho, el doctor reía encantador y Alana lo miró feliz.

—Doctor, usted será bien recompensado...y su hermana también porque Dios; nuestro señor es muy bueno —sonrió Alana— iré por mi abuela...

La chica salió muy emocionada del consultorio en busca de la mujer que ella consideraba que era la más hermosa en todo el mundo, y el doctor suspiró.

—¡Qué linda que está esta chica, dulce y muy comprometida con la vida de su hijo! ¡¿Quién soy yo para robarle su esperanza?! ¡Cómo que me llegó la hora de creer en los milagros! ¡Alana Lennox, ¿Creer y hacer?! ¡Me agrada, vaya que si me agrada!

***

—¡Gracias! —dijo Alana a la secretaria del doctor, después de que su primera gratitud fue a Dios— Eres hermosa...y tienes nobleza en tu alma.

—¿Cariño, que te dijo el doctor? — indagó la abuela de inmediato.

—¡Abuela, ven conmigo por favor...el doctor va a examinar a mi bebé, corre abuela!

La mujer se acercó y Alana tomó su mano y la jaló hasta llevarla  cerca del médico.

El doctor estaba de pié mirando fijamente todo lo que la chica hacia,  y ésta después de hacer entrar a su abuela cerró la puerta.

 —Doctor Harper, soy Aura...no pienses que mi niña es siempre así de nerviosa que se atreve a traerme a jalones —el hombre sonrió de manera inevitable — la verdad es mucho más dulce, tiene un poco de ansiedad por lo que usted le dirá...

—¡¿Así que usted secuestró a mi asistente?! — preguntó  dejando sus ojos  muy agrandados sobre la abuela.

—¿Secuestro? — preguntó la abuela descubriendo la picardía en la mirada del doctor Harper y de inmediato miró a su nieta— Puedo explicarlo.

—Bien, es razonable señora...pero antes Alana Lennox debe ir a cambiarse en el vestidor....

—Ve mi niña —Alana se dirigió al lugar y de inmediato su abuela tomó el brazo del doctor.

—¡¿Qué sucede?! — preguntó él y no dejaba de observarlo todo.

—Por favor, sé muy comedido con lo que le diga a mi niña, ella  cree que tener su hijo es posible y... perdón — titubeó la mujer con preocupación —la quiero intacta, con mucha fe...usted no lo sabe doctor pero mi nieta cree en la vida y jamás pondrá fin a su embarazo, ella....

—Señora Aura — interrumpió el médico —Alana estará bien, solo monitorearemos su salud y la estabilidad del bebé, si ella ha decidido creer que se puede...no seré yo quien le quite las esperanzas.

La mujer sonrió satisfecha llevando su mano a su pecho en señal de gratitud.

...

Alana reía a pesar de las circunstancias mientras era  examinada, ella miraba la seriedad del doctor Matthew Harper y podía entender que era el mismo diagnóstico, solo no quería escuchar las mismas palabras.

— Comeré muy sano, siempre lo he hecho —dijo muy feliz la chica— no haré desarreglos y mantendré una conexión positiva...¿Cree que eso estaría bien, doctor Harper?

—Me parece excelente Alana — sonrió el doctor, pero sabía que era un riesgo muy elevado el que corría la chica— pondremos un poco de ejercicios moderado que puedan beneficiar el corazón del bebé, además de un tratamiento que estoy seguro que le ayudará a aumentar un poco el ritmo cardíaco.

—Lo haré  todo...todo lo que sea posible para ver nacer a mi valiente bebé.

—Debes estar pendiente en conocer tu cuerpo, cualquier malestar ajeno debes participarmelo...como temperatura elevada, así se un poco, escalofríos...

—¡Sí, claro que sí Doctor...lo haré, además tengo a mi abuela, ella me cuida muy bien!

—Alana, escucha muy bien esto que te diré.

—¡Dígame doctor...!

— Ésto es una alteración genética lo que presenta tu bebé, es un poco complicada, pero lo vamos a intentar todo ¿Sí?

—¡Siiií! —gritó feliz— ¡Pondré mi amor entero en lograrlo, toda mi esperanza está en mi corazón doctor Matthew — sus emociones dieron pasos a las lágrimas y una hermosa sonrisa salió de Alana que el doctor no paso desapercibida.




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