Capítulo 36. Explicación de la misión II.

Venecia

Después de que Sergey se fuera, Melanie se sentó con Portos en su cama tipo película donde el malo se sienta y consiente a su gato, bueno así. La miro y sé que está algo enojada porque no le avisé, supuestamente no iba a demorar mucho con Dante y qué pasaría la noche en la habitación como todos los días de mi vida

— ¿Qué onda, Petiza? — Pregunta seria — ¿tuvieron sexo? — la volteo a mirar sorprendida, ella tiene una sonrisa perversa y me provoca mandarle un almohadón

— Si sos pendeja, ¿no? Me impresiona lo poco intuitiva que soles ser en algunas ocasiones, teñida — le contesto a la defensiva — y como te conozco y sé que seguirás pensando lo contrario, no, no tuvimos sexo, Sergey no es así, pienso que si lo haré con él, será romántico, lo digo porque después de haber pasado la noche con él, conocí muchas cosas de su personalidad, de hecho me sorprende que haya sido un delincuente en alguna oportunidad de su vida — me saco el vestido que es incómodo para ponerme uno de mis camisones largos (camisas que pertenecían a Theo ) y miro a Mel que está con una expresión pensativa

— Primero que todo, Nessie, es hombre, aunque no te lo demuestre, es obvio que quiere sexo, segundo sigue siendo un delincuente solo que se está reivindicando y tercero, esa camiseta me la regaló Theo a mí y no a vos, dámela — señala la blusa, miro la camiseta y niego con la cabeza sacándole la lengua y ella se ríe

— La turnamos y ya está, ahora que terminaste tu interrogatorio, ¿me dejás dormir? — pregunto golpeando la cama con suaves palmaditas para que Portos se acueste conmigo, ella asiente con una sonrisa pícara en la cara, la ignoro y me fundo en los brazos de Morfeo.

Siento algo pegajoso correr por mi mejilla y me despierto, es mi perro que tiene la cabeza básicamente encima de la mía y Mel se está riendo al otro lado de la habitación

— ¿Pero qué cara — no alcanzo a terminar la frase porque me quito la baba de Portos, es asqueroso, aunque le restó importancia, después de todo Portos es como mi hijo y no me da mucha impresión — ¿Qué hora es? — le pregunto a la rubia cuando ya mi cara estaba libre de baba de perro

— Aproximadamente las 2 de la tarde, me empecé a preocupar de que no te levantaras, así que deje que Portos te lamiera la cara y te despertara a su forma, ¿no es una ternura? — Mel consiente al sujeto en mención al igual que yo, le doy besitos en los ojos y él se vuelve a acostar encima mío — Te traje algo para que desayunes, ya que el comedor, como bien sabes deja de servir a las 2:30 y yo creo que no alcanzas a llegar — me pasa una caja con comida

— Gracias Mel, ¡yei! Arroz chino, está bueno — agradezco a Mel poniendo el plato en la mesita de noche, no sin antes darle una cucharada para probarlo, mi celular suena iluminando la pantalla, lo reviso, era un mensaje grupal entre Isaac, el ruso, Vico, Theo y yo

Isaac: "Buenas tardes chicos, apenas vean esto, los necesito en mi oficina, urgente"

Ruso: "¿Todo bien?"

Isaac: "Solo vengan, pelotudos, a vos no Nessie, sos la única salvable"

Vico: "Eso es preferencia, es feminismo, exijo igualdad entre todos"

Theo: "Deja de decir pelotudeces boludo, Isaac ¿Los chicos me podrían dar la información después? Debo hacer algo, luego les digo"

Isaac: "¿Todo bien, Theo? Sí, te la pueden dar luego pero necesito que estés disponible mañana"

Theo: "Si, no hay problema por eso, me avisan a la tarde, Chau"

Yo: "Me demoro 20 minutos en ir"

Ruso: "¿Por qué? ¿Estás bien?"

Yo: "Síp, pero me acabo de levantar"

Vico: "Bueno ya, nos vemos en 20, Chau"

Me desconecto y me río, la familia que somos me hace muy feliz.

Me ducho rápidamente, me pongo unos leggings, unas botas tipo militar, una ombliguera de Mickey y un gorro se dice "fuck you" (regalo de Melanie). Salgo rápidamente porque ya voy como 30 minutos y les dije que me demoraba 20, me llevo a Portos porque Mel me dijo que era turno de que yo me hiciera cargo de él, después de que ella lo tenía siempre.

Voy corriendo con Portos al lado mío y entro rápidamente a donde está Aqua

— Hola, A A Aqua — la oración sale entrecortada ya que Portos me hizo correr demasiado — ¿Isaac? — señalo la puerta

— Hola, Nessie, por supuesto — lo dice con una sonrisa y medio riéndose por mi actitud, le sonrió y me voy a la oficina, golpeó la puerta

— Adelante — habla Isaac al otro lado

— Hola chicos, perdón por la demora, se me retraso la ducha — avisé sabiendo que estaba sonrosada por haber corrido y porque Sergey me estaba mirando intensamente y sonriendo de forma ladeada, no sé si fue por lo que pasó ayer o qué, pero estaba más lindo. Tenía una camisa blanca ceñida al cuerpo que dejaba al descubierto los tatuajes de sus brazos y un pantalón negro, sus ojos azules me estaba desnudando el alma, el cabello lo tenía ligeramente despeinado como si se hubiese levantando hace poco y los labios los tenía de color carmín