Sólo Déjame Amarte

Capítulo 36 (II). Theo ayudando a Abi.

Abigail

Nos posicionamos frente al edificio, mis manos estaban sudorosas. Theo no me soltó en ningún momento. Espero sinceramente que todo salga bien, que el padre del niño que tengo adentro se haga responsable de sus actos, al igual que yo

— ¿Estás segura que este es el lugar? — pregunta el rubio al lado mío

— Sí, esta fue la dirección que me dio la secretaria de él, a parte la corroboré con lo que vos hackeaste de sus perfiles — respondo mirando el edificio

— ¿Recordás cómo es que se llama? — Lo miré confusa — el tipo, el padre de tu hijo o hija

— No lo recuerdo bien, Tomas no sé qué mierda y lo último que me acuerdo de esa noche es despertarme en una habitación de un hotel y luego irme para la academia, más nada, sé que era Tomas por la información que recaudamos, pero no la leí en la totalidad, fue Venecia — lo miré intentando encontrar alguna muestra de enojo o desagrado en la cara de Theo pero lo único fue que se puso serio y dejó de mirarme, no se la razón, pero me dolió jodió que lo hiciera, definitivamente no esperaba ese sentimiento de vacío que se asentó en mi interior

— Ahhhh — solo dijo eso y se dirigió a los edificios que estaba frente a nosotros. Theo era imponente y cualquier persona que se acercara a él, estoy segura que se asustaría, aunque sé que por dentro es maravilloso — Abi, apúrate — despejé mi mente y me dirigí hacia dónde estaba él

— ¿Crees que esta vez dejará que hablemos? — pregunté con evidente nerviosismo

— Sé lo mismo que vos del tipo, incluso menos, la única forma de averiguarlo es metiéndonos ahí dentro y hablando — se encogió de hombros y tendió su mano abriendo la puerta del edificio, señalándome que entrara primero, como buen caballero que es.

Estábamos frente a la recepción, aún no me atrevía a preguntar nada, estaba ansiosa pero a la vez sentía un nudo en mi garganta, me hacía mil preguntas, las cuales por obvias razones no podía responder, ¿Y si me quedo sola con el chico o chica? ¿Y si no me quiere ayudar? ¿Y si? ¿Y si?...

— Abi, ¿querés que le pregunte yo? O ¿preguntas vos? Pero decidite rápido, creo que el recepcionista está esperando y está algo impaciente, me irrita con esa mirada — contuve el aliento y miré al chico. Después miré nuevamente a Theo

— Dejá, le pregunto yo — era lo mejor, antes de que Theo lo amenazara o algo muy a su estilo, le intente sonreír, pero creo que le salió más bien una mueca

— Ooookay — respondió mirándome y me sonrió dándome ánimos, muy tiernamente, la verdad he visto pocas veces a Theo sonreír de esa manera, y esas veces que lo he visto, es hacia Venecia o Melanie

— Gracias, Theo — le apreté la mano y él asintió, me acompañó hacia la recepción

— Hola, estoy buscando a Tomas, según la información que me dieron, esta es su residencia — si claro información que me dieron, la verdad fue de la información que encontró Theo mientras lo hacheaba al tipo

— ¿Y usted es? — me preguntó el tipo mirándome con desagrado

— Ehhh más respeto, respondé la pregunta — enfrentó Theo poniéndose en frente mío, el tipo miró a Theo con miedo mientras le empezó a temblar el labio

— Perdón, perdón, ¿de parte de quién? — me pregunta esta vez con respeto fingido

— Abigail Selezneva — respondí mientras golpeaba la mesa con mis dedos

— Espéreme un momento — el tipo se dirigió a teléfono y llamó, Theo estaba viendo al tipo como si lo estudiará.

Esperamos un rato, el tipo solo nos miraba de a ratos, ¿qué tanto tenía que decirle? No nos decía nada, realmente estaba ansiosa, Theo estaba con el ceño fruncido y los brazos cruzados, miraba directamente al recepcionista, el cual no podía mantenerle la mirada, pasaron algunos minutos después y el colgó

— Señorita, el señor Castro no la atenderá

— Si no querés morir en los próximos cinco minutos, me vas a decir dónde vive ese hijo de puta y me darás pase libre — Theo lo cortó mientras se ponía en frente de él

— S Se Se Se

—Señor Rosenbauer — le dijo al tipo con una mirada escalofriante

— Señor Rosenbauer, no pu pu pu puedo puedo hac hacer es eso, me des despedirán — le dijo en medio de los evidentes nervios

— Así que preferís no decirme dónde vive, no dejarme pasar — Theo cogió un esfero de la mesa del recepcionista — y también preferís morir, interesante elección — lo decía de forma maniática mientras miraba al esfero y al tipo, de forma alterna




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.