Capítulo 37. Antes de la misión II.

Venecia

Creo que besar a Sergey se había vuelto una de mis cosas favoritas en el mundo, estaba feliz y se sentía tan pero tan correcto que lo podría hacer por años si me lo permitieran, bueno claro está, si mis labios no se partieran y si no necesitara oxígeno.

Duramos un rato así, estar enrollada en sus brazos cálidos y fuertes era una de las sensaciones más bonitas que se podía experimentar, el beso era suave pero lleno de promesas, sentí un carraspeo al lado mío

— Sergey, vos sabes que te tengo cariño ya, que te podría incluso considerar algo así como otro de mis mejores amigos, o bueno ya te considero, que sos parte importante en mi vida y toda la mierda cursi esa, pero si no te separas inmediatamente de Venecia, conocerás a un Theo de muy muy mal genio — me reí por lo impertinente que puede ser Theo en algunas ocasiones, nos separamos un poco — sepárate más, ¿sabes qué? Vos venís acá a mi lado — me agarró la muñeca y me puso a su lado — y vos quédate ahí, ni un paso más, ni uno menos — se dirigió a Sergey

— Ahhh que hipócrita por Dios, me separas a mí de Venecia y mientras tanto tienes una mano agarrada con la de Abigail — respondió el ruso y yo me fijé que ellos tenían sus manos entrelazadas, le sonreí pícaramente a Theo y este me miró con los ojos entrecerrados

— Para enana, no es lo que pensás o bueno ¿qué estás pensando? — pregunta

— Y qué se yo, que están juntos — respondí y Abigail sonrió y negó con la cabeza, la vi diferente, como si tuviera más vida

— No, solo es un apoyo, al agarrar su mano quiero decirle que estoy acá y que todos nosotros estamos acá para ayudarla y al chico o chica que viene en camino — respondió Theo mientras Abigail le sonrió, en sus ojos había un brillo cuando lo miró

— Claro que sí, ya te dije que acá estoy y creo que todos estamos acá, si así lo querés — me encogí de hombros, guiñando un ojo

— Gracias — sonrió

— ¿Qué es eso? — Theo señaló las bolsas que teníamos Sergey y yo, Sergey me miró y se rió

— Ropa para la misión, la tuya la tiene Vico — contestó Sergey mientras agarraba mi mano y me llevaba a su lado

— ¿Nos toca vestirnos diferentes? ¿Qué onda, seremos parte de un circo o algo así? — Preguntó Theo con una mueca mientras agarraba mi bolsa, sacó la ropa y empezó a reírse — te verás linda, es como una minion disfrazada de rockerita o lo que sea esta mierda — volvió a decir mientras reía, Abigail le pego en el brazo

— No seas malo, no está tan mal, incluso tiene un poco de tu onda — Abi me dio ánimos riendo, yo negué con la cabeza

— Creo que seré la peor disfrazada

— ¿Qué te toco a vos? — le preguntó Theo a Sergey

— De hecho creo que es muy mi onda, aunque tengo una pañoleta de mierda que ni coño me la pongo — respondió pasándole la bolsa a Theo

— Le diré a Vico que venga para que nos muestre el de ustedes — reté a Theo sacándole la lengua

— Pónelo en speaker — ordenó

Lo llamé y esperé un rato hasta que Victorio me contestó

— Odio a Isaac o a quien nos haya puesto esto en las bolsas te juro, es un asco, el de Theo no es tan malo

— ¿Qué te tocó? — le pregunté riendo, Theo estaba serio

— Bueno Theo parece como Harlista, creo que incluso la barba que tiene le ayuda y yo pues no se parezco, creo que parezco la pareja gay de Theo — respondió irritado, me reí ya que sabía el odio de Theo hacia los Harlistas desde que era niño

— Decime que me estás jodiendo, ¿y cómo se supone que sos mi pareja gay? — le preguntó Theo rapándome el celular

— No cariño, no te jodo, pareces como Harlista y yo aún no descubro que soy, creo que también soy eso pero más afeminado, ¿qué mierda le pasa a quien escogió esta puta vestimenta?

— ¡Que mierda! — Exclamó Theodore — venite para el frente de los edificios de las chicas, no puede ser que Isaac nos odie tanto — está enojado, me río, lo observo con ternura, voltea y me ve, al hacerlo, la seriedad se le pasa me sonríe de vuelta, mientras cuelga el teléfono

— Me veré muy gracioso, ¿verdad? — pregunta mientras se encoge de hombros

— La verdad no creo, muchachote, sos demasiado lindo, y no he visto cosa alguna que se te vea mal — me sonrió levantando las cejas de arriba hacia abajo

— Seeeeeh es verdad — se rió.