Capítulo 51. Actitudes positivas.

Sergey

Cuando abro los ojos, me doy cuenta que ya es de día, miro a todos lados, estoy en la habitación, no me si cuenta en qué momento llegué, lo único que me acuerdo fue de ducharme e irme a la cama, pero agradezco que mi cuerpo esté descansado, miro el reloj de mi celular y me sorprendo ver que son las 11 de la mañana, le escribo a Vico

Yo: "Buenos días, pendejo, ¿por qué no me despertaste?

Releí el mensaje que le envié a Vico, las expresiones argentinas se me estaban quedando

VicoPig:" Ay, qué lindo, siempre tan bello vos, porque estabas dormido y hace mucho no te veía descansar así, me importa una mierda si te regañan pero necesitabas dormir"

Yo: "Vico me tocaba entrenar contigo, nadie me va a regañar"

VicoPig: "Mierda es verdad, igual entrené con Mel :)"

Yo: "¿Mel? ¿Qué onda?"

VicoPig:” La mejor, Sergey, Jmmm digamos que estamos juntos por decirlo así"

Yo:" ¡Hijo de p!... Me alegra, en serio me alegra, luego me dices que fue que pasó"

VicoPig:" Seh, como digas"

Yo: “Aja, me acabo de dar cuenta de un mensaje de Isaac, hablamos ahora"

VicoPig:" Me robaste a mi padre adoptivo :'("

Ya:" Jajaja cállate"

Me reí fuertemente y revisé el mensaje de Isaac

Isaac:" Buen día, Sergey, Vico me dijo que descansarías, creo que es bueno, pero en cuanto despertés, necesito que vengas para acá"

Vi que el mensaje había sido enviado hace 3 horas aproximadamente, suspiré y le envié uno en respuesta

Yo:" Buenos días, ahí voy"

Tiré el celular a mi lado, pensé lo mucho que había cambiado mi vida desde que llegué acá y sonreí

— No sé si existes o no, pero si lo haces, te agradezco que me hayas traído acá, sé que en definitiva no estoy en los mejores términos contigo, pero agradezco eso — le susurré al viento, hablándole a alguien que no podía ver ni sentir y que nunca lo había hecho, pero creo que empiezo a creer que hay algo divino, que se encarga de poner un poco de alegría a las cosas que están completamente cagadas por el hombre.

Me levanté y me bañé, duré un buen rato e intenté sacarme cualquier mala vibra que tuviese en mí, o mejor dicho alrededor mío. En el espejo me di cuenta que mis ojeras ya no estaban tan marcadas, miré mi cuerpo completamente y volví a detallar cada uno de los tatuajes, tenía tantos pero cada uno de ellos lo había hecho por algo que me había ocurrido, en algún lugar en especial y por una muerte que me marcó, ya sea que yo maté o me mataron a alguien, los detalle absolutamente todos y vi un tatuaje que me hice en Escocia, era el monstruo del lago Ness, sonreí al pensar que quizá, podría darle un nuevo significado a eso, que no todo tenía que ser malo en la pintura de mi cuerpo, el pasado no es quien te condena y no te convierte en lo que eres, es lo que tú decides hacer con eso, por eso pensé en que siempre que viera ese tatuaje, pensaría en la mujer que me cambió la vida, que me amó en una noche y me amará en mil más, que me recibe con la sonrisa más cálida y que me trata como su igual, ese tatuaje significará siempre Venecia, mi propio Nessie.

Salí del edificio, dirigiéndome a la oficina de Isaac, estaba con una chaqueta parecida a la que usan los esquimales del frío que hacía, el frío entraba por mis zapatos y se me helaban los pies, empecé a correr para llegar pronto, subí rápidamente, esquivando a los estudiantes y personal de la academia que rondaba por el edificio, hasta llegar al último, donde tenía el despacho Isaac.

— Aqua — la saludé con una sonrisa y ella me devolvió, estaba cálido el lugar

— Que animado que estás — fue burlona y me reí — desde que estás acá, no te había visto así

— Las personas que llegan a tu vida te pueden cambiar por medio de sus actos, para bien o para mal, algunos me cambiaron para mal, otros me cambiaron para bien — seguía sonriendo, me sentía ligero

— Wow me sorprendes, Sergey, mucho — guiñé el ojo y ella hizo un gesto con la mano — anda, Isaac te está esperando