La veo en una camilla a través de la ventanilla de la puerta. Tiene morados en los brazos que deja ver la bata que lleva, varios rasguños en la cara y en el cuello.
-Los médicos dicen que le darán de alta en 2 días después de la cirugía y que debería despertar en unas horas - Siento que palmeó mi hombro.
-Papá…
-Daniel, ella estará bien te lo prometo.
-¿En qué momento llegamos a este punto? Es como si ayer la hubiera dejado en el aeropuerto - me volteo y golpeo mi espalda contra la puerta.
-Las cosas pasan por una razón y estoy seguro que algo se aprenderá de esto y pronto las cosas serán más sencillas.
-Gracias papá - Lo abrazó.
-Vayamos mejor a la sala de espera Hijo, serán largas horas.
Me siento junto a María y la abrazo. Nos ponemos al corriente de lo que ha pasado en el último tiempo.
Los padres de Lucia llaman a Luisa y Alejandra llega con Sam media hora después. Tomas también llega y nos quedamos todos esperando.
1 hora después aparece el doctor.
-Está estable ya está consciente. Así que pueden pasar a verla.
-Yo quiero entrar primero.
-Daniel…
-Claudia por favor, ustedes ya la vieron, yo necesito verla. Déjenme ir primero.
-La señorita Lucía aclaró solo querer hablar con - Abre una Lista - Sus padres, sus hermanos, La señorita Alejandra, el joven Sebastian y La señora De Aguilar.
Quedó perplejo.
-Disculpe pero ¿Le mencionaron que estoy aquí?
-¿Usted es?
-¿Es broma no? Daniel, soy su novio - recalco la palabra novio.
-No mencionó su nombre. Lo siento solo puedo dar acceso a las personas que ella haya autorizado.
Frustración. La única palabra y emoción que siento en la cabeza. La maldita frustración.
Veo como entran uno por uno. ¿Como demonios prefiere ver a mi mamá que a mi?
(Lucia)
-No quiero y no pienso verlo - Recalcó cruzando los brazos.
-Lucía por favor. Se vino desde España solo a verte.
-No me importa mamá. No quiero que me vea así, golpeada, maltratada, con una maldita bala enterrada en la pierna. NO Y PUNTO.
-¿Por qué actúas como adolescente?
-Papá. La última vez que nos vimos yo era una adolescente. Tal vez... No está mal que actúe como tal ahora - Digo solo por tratar de no darle la razón.
-Luci, yo se que tal vez no es la mejor... - Piensa mucho para decir la palabra.
-Sam solo dilo.
-Condición estética - Duda - para verlo pero…
-Pero nada. Respetan mi decisión y punto. Lo voy a ver pero cuando no parezca que la mafia más grande del mundo me quiso matar. No después de tanto tiempo sin saber de mí, no después de todo lo que viví. Entiendanme por favor, apenas soy capaz de darles las cara a ustedes, no me siento en condiciones EMOCIONALES - Recalcó corrigiendo lo que mi hermano dijo, las estéticas me importan pero no tanto como saber que si lo veo simplemente voy a querer cortarme las venas frente a el - para verlo.
-Okey - responden todos al tiempo.
-Gracias - finalizó.
Salen y llegan Alejandra y Sebastian. Lloro un poco cuando entra Sebastian ya que todo esto lo he hecho más que nada por él y por mis hermanos.
Cuando entra Laura no puedo evitar sentir otro vacío.
-Lucy...
-Laura, solo no lo dejes entrar por favor - digo queriendo romper en llanto otra vez - No puedo y no voy a permitir que me vea así. Tu y Oscar tienen que llevárselo. Lo siento pero no lo quiero aquí. Menos cuando me den de alta. Sabes que lo amo pero no es fácil.
Veo como se limpia los ojos evitando que salgan las lagrimas. Se acerca, me da un beso en la frente y me acaricia el cabello.
-Lo importante es que estás aquí. Ya yo lo convenceré de darte tu espacio.
-Gracias Laura. No quiero lastimarlo pero sé que será peor si me ve así.
Me da otro beso en la coronilla y sale.
Duermo un rato.
Me traen comida y medicamentos para el dolor mientras me preparan para la cirugía de las balas.
Llega el doctor a darme un diagnóstico sobre mi salud pero me resulta raro que no mencione nada del bebé del cual estoy segura que ya tendrían que haberse dado cuenta.
-Doctor - Lo detengo antes de que salga - ¿Y mi bebé? ¿Cómo está el?
-Señorita Lucía, usted no tiene ningún bebe.
Un vacío se forma en mi estomago.
- Tenía una fuerte intoxicación estomacal por reventar gracias a un veneno poco tóxico y ácido. Usted no está ni estuvo embarazada señorita Lucia. No hay registros de un aborto.
{Maldito perro}
Pasan las horas. Veo a Daniel pasar varias veces frente a la puerta mientras finjo que duermo.
Soy consciente de lo contradictorio e inmaduro que suena el que después de casi 2 años de no verlo, no quiera hacerlo. Me duele en el fondo, demasiado y más de lo que me gustaría admitir pero no puedo permitir que me vea así. Hace casi 72 horas estaba a punto de casarme con otro hombre. Estuve a punto de morir y creía tener un hijo de ese maldito. Odio a Martin y a Miguel y me duele que haya sido Alessandra quien me haya convencido de estar esperando un maldito hijo suyo. Es estresante pensar que tal vez fue una manera de atarme a que debía quedarme con ellos para siempre.
Llegan por mi para la cirugía cortando mis pensamientos. En el quirófano me ponen anestesia y lo último que recuerdo es despertar en mi habitación pero lo que me llamó más la atención fue abrir los ojos…Y ver a Martin Fuentes enfrente de mí.
-Buona vita principessa... tornerò per te.
(Buena vida princesa... volveré por ti)
Vuelvo a abrir los ojos y me siento asustada en la cama. No hay nadie.
Una pesadilla. Solo es una pesadilla.
•~•~•~•~•~•~•~•~
Me acerco a la ventana, corro la cortina. La suya está cerrada.
-Salieron en la madrugada.