Capítulo 1

En la guarida nos encontramos como siempre a nuestras queridas tortugas, Mikey jugando videojuegos, Donnie en su laboratorio, Raph con su queridísimo saco de boxeo y a Leo sumido en su lectura sobre el arte de la guerra.

-Mis hijos, vengan aquí un momento…

Los cuatro dejaron sus quehaceres para reunirse con su padre en su habitación, lo encontraron limpiando algunos objetos de una caja con símbolos japoneses.

-Hijos, como han notado, debido a los recientes enfrentamientos con el clan del pie hemos descuidado nuestro hogar –ahí se dieron cuenta de lo que iba a pasar – Quiero que limpien la guarida mientras yo voy con la señorita O´neill para retirar los víveres –los chicos asintieron resignados pero un objeto brillante atrajo su atención

-¿Qué es eso? –Mikey cogió el disco dorado del fondo de la caja, pero casi de inmediato le fue arrebatado de las manos

-Es un objeto japonés muy antiguo y peligroso… -Splinter lo limpió con cuidado

-¿Por qué es peligroso? –corearon los cuatro

-Porque se dice que este objeto tiene un poco de mentalidad propia, por lo que no se sabe cuándo va a "fallar", por así decirlo… -colocó el plato encima de un estante bajo la atenta mirada de los cuatro

-¿Para qué sirve? –cuestionó Donnie interesado en los jeroglíficos

-La verdad no lo recuerdo Donatello, solo sé que es muy peligroso para quien lo usa, así que no quiero verlo fuera de su lugar cuando regrese

-Hai, sensei... –respondieron cuando vieron salir a su maestro

Todos se dirigieron a la sala.

-Bueno chicos, primero cada uno comenzará con su cuarto y luego nos repartiremos el resto de tareas –todos asintieron ante lo expuesto por el mayor

-Bien iré por el limpiador al garaje –Leo se detuvo a medio camino para girarse a medias- Ni se les ocurra romper la regla de Splinter –dicho eso desapareció de la vista de sus hermanos

-Bueno,… vamos a ver ese objeto más de cerca –Raph y Mikey se iban a meter a la habitación de su padre

-¡Esperen! ¿Qué no escucharon a Leo?, nos va a matar donde nos vea adentro –advirtió Donnie

-¡Oh vamos genio! Leo no especificó cuál de las reglas de sensei, por lo tanto no necesariamente se refería a no tocar el objeto –el de morado debía admitirlo, su segundo hermano mayor era muy astuto cuando quería

-Además Donnie ¿no quieres ver más de cerca esos jeroglifos? –preguntó Mikey tirando la carnada

-Jeroglíficos –le corrigió- bueno,… supongo que una miradita no hará daño –estaba dicho la tortuga más inteligente había caído en la trampa del descendiente más joven de los Hamato

Los tres entraron a la habitación, sin querer Mikey pisó mal y se tropezó empujando el estante donde estaba el objeto, y, como si fuera en cámara lenta, vieron volar por los aires el disco….

Gracias a Kami tenían entrenamiento ninjutsu, así que el trío reaccionó al mismo tiempo, agarrándolo cada uno de los bordes.

Los hermanos suspiraron aliviados

-Estuvo cerca –dijo Michelangelo pero al instante una luz comenzó a brillar envolviéndolos completamente y llevándolos a través de un túnel.

-Hubo una vez un capitán…

-Se enfrentaba a varios enemigos…

-Llegaron tres extranjeros…

-Liberaron al pueblo…

Frases cortadas era todo lo que oían, todas las voces eran infantiles, eso era muy notorio, pero no tenían coherencia o al menos no para ellos.

Otra luz los envolvió y cerraron los ojos.

No podían creer lo que veían cuando decidieron abrirlos.

-¡ALISTEN LOS CAÑONES! –gritó uno de los piratas del lado opuesto en el que estaban

Los tres habían aterrizado en medio de una batalla. Hombres con gestos grotescos se les acercaron con armas en mano dispuestos a partirles las cabezas.

Tuvieron que luchar.

-¡RETIRADA! –gritó el capitán del barco enemigo, al ver que sus marinos no tenían posibilidades de ganar

Se marcharon a una velocidad increíble para un barco de madera.

-¡HEMOS GANADO! –celebraron los piratas eufóricos

-¿Quiénes son ustedes?-cuestionó una voz que los sobresaltó

Frente a ellos estaba, apuntándoles con una katana, un conejo de su misma edad y altura, sin contar las orejas por supuesto.

Ante aquella pregunta todos los tripulantes se percataron de su presencia y se colocaron en pose defensiva con sus manos en la empuñadura de sus espadas.

-Bueno nosotros… -Donnie fue interrumpido

-¿Cómo subieron al barco?

Raphael tenía los ojos como platos, no creía en quien estaba frente a él..

-¡Spike! –dijo emocionado

-Soy Slash, polizón,… ¿Cómo conoces a mi hermano? –cuestionó agresiva la tortuga gigante

-Bueno, es qué…-el de rojo fue interrumpido nuevamente

-¿De dónde vienen? No es común ver tortugas como ustedes en este reino –un humano como de dieciocho se les acercó quitándose su máscara de calavera.