Solo Era Una Noche

Capítulo 18: Intento de redención

Grayson

No sabía cuánto me importaba hasta que ella dejó de estar.

Claire tenía una forma de llenar el espacio, incluso en silencio. Y ahora, sin ella, todo era ruido.

Volví a mi penthouse vacío. Dejé de asistir a las reuniones. Ignoré a mi padre. Despedí al abogado que redactó el fideicomiso.

Y una noche, cuando no pude más, pedí ayuda.

—¿Primera vez en terapia? —preguntó la psicóloga con una sonrisa suave.

—Primera vez que admito que la necesito.

Empezamos a hablar de Claire. Del bebé. De por qué firmé ese maldito acuerdo. De cómo todo en mí está programado para prever la pérdida antes de que ocurra.

—Controlar no es lo mismo que cuidar, Grayson —me dijo en una sesión—. A veces, proteger significa escuchar. No decidir por el otro.

Empecé a cambiar. No por ella. No solo.
Por mí.

Doné fondos en nombre del hospital donde trabaja. Anónimamente. Me ofrecí como voluntario en la fundación pediátrica que ella ama. No para que lo supiera.
Sino porque me importaba. Porque por primera vez, quería ser mejor.

Pasaron semanas.

Y una mañana, al salir del centro comunitario donde ayudaba a organizar un evento de salud infantil, escuché su voz.

—No sabía que sabías sostener una caja sin ayuda de un asistente personal.

Me giré. Y allí estaba. Claire. Con la panza un poco más grande. Con los ojos cansados.
Y una mueca en los labios que no era del todo una sonrisa.

—He aprendido algunas cosas —respondí.

—¿Y también aprendiste a confiar?

—Estoy en ello.

Se miraron.
No hubo perdón.
Aún no.
Pero fue un comienzo.




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