Solo Era Una Noche

Capítulo 20: Reconciliación real

Grayson

La besé.

No como aquella noche en Las Vegas. Ni como el beso accidentado entre peleas.

Esta vez fue diferente. Fue suave. Intenso. Lleno de certezas.

Claire se aferró a mí como si, al fin, se permitiera descansar. Y yo la sostuve como si nunca antes hubiera sostenido algo tan importante.

No dijimos mucho después. Solo nos quedamos sentados en el sofá de mi departamento, con su cabeza sobre mi hombro y sus dedos entrelazados con los míos, mientras el bebé se movía y nos recordaba por qué estábamos aquí.

—¿Sabes qué me asusta? —murmuró.

—Dímelo.

—Que no funcione. Que tú te arrepientas.

Le levanté la barbilla con delicadeza.

—Claire, nunca he querido algo con tanta claridad. Ni siquiera sabía que era capaz de amar hasta que tú apareciste.

Ella cerró los ojos. Respiró hondo.

—No me prometas perfección —susurró.

—Te prometo intentarlo todos los días. Incluso cuando sea difícil. Especialmente entonces.

Se rió. Levemente. Con lágrimas.

Y me besó otra vez.

***

Días después, fuimos juntos a una ecografía.

El latido se escuchó fuerte. Ella apretó mi mano. El médico sonrió.

—¿Quieren saber el sexo?

Claire me miró. Yo asentí.

—Es un niño —dijo el doctor.

No sé por qué, pero me quebré. Sentí todo de golpe: el miedo, la alegría, la certeza de que este amor ya no era temporal.

Claire me acarició la mejilla con ternura.

—¿Grayson?

—Voy a ser mejor que mi padre —dije—. Te lo juro.

Ella sonrió. Y esa fue mi redención final.




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