Carta de Grayson para Claire

Querida Claire,

No soy bueno con las palabras escritas. Ya lo sabes. Me resulta más fácil firmar contratos que expresar lo que siento. Pero contigo, nada ha sido fácil… y al mismo tiempo, todo ha sido profundamente simple.

No planeaba enamorarme de ti. Solo eras una mujer con carácter que me gritó en una barra y que caminaba como si el mundo no pudiera tocarla. No eras parte de mis planes. Pero apareciste como un huracán, y te juro que no me importó perder el control.

Tampoco planeé ser padre. A veces todavía me despierto en mitad de la noche esperando escuchar el llanto del bebé y, cuando no lo oigo, me levanto solo para asegurarme de que respira. Nunca supe lo que era el miedo real hasta que lo tuve en brazos. Y nunca supe lo que era la paz absoluta hasta que te vi a ti dormir con él en el pecho.

Te amo. Más de lo que puedo explicarte. No solo porque me diste un hijo, ni porque eres brillante, hermosa y terriblemente testaruda. Te amo porque, a tu manera, me salvaste. Me obligaste a mirarme, a romper con todo lo que me enseñaron y a convertirme en el tipo de hombre que mereces. No soy perfecto. Ni lo seré. Pero todos los días, desde que llegaste, quiero intentarlo.

Gracias por no rendirte conmigo. Por dejarme quedarme. Por construir un hogar, uno de verdad, donde antes solo había paredes vacías.

Prometo seguir eligiéndote. Aunque discutamos por la hora del pediatra, por los pañales o por cómo pongo los platos en el lavavajillas. Prometo no irme. Prometo seguir aprendiendo cómo amarte bien.

Y cuando Leo sea mayor y nos pregunte cómo comenzó todo, le diré la verdad:

“Todo comenzó con una sola noche. Pero fue lo mejor que me pudo haber pasado.”

Con todo lo que soy,
G.