Solo eres mía y de nadie mas

▲ capitulo 10 ▲

 ALCINA 

desperté sintiendo un calor agradable cubriéndome, me removí un poco sintiendo aún más suaves mis cobijas. me frote con mi mano los ojos para enfocar a mi lado que por un segundo quería gritar. el señor Cannizzaro estaba a mi lado dormido profundamente. pocos cabellos tenía en su rostro y sus labios ligeramente separados al respirar.

pero me asuste aún mas de ver que estábamos en otro lugar y los dos recostados en una cama, mire que tenía mi uniforme puesto y el su traje, solamente que sin nuestros zapatos y yo cubierta por una cobija. acaso ¿él se preocupó que pasara frio? no podía engañarme, es un hombre siniestro. e incluso estar de esta forma me hace tener miedo, querer empujarlo y huir o.… matarlo...

solamente podía quedarme viéndolo ya que una de sus manos tenía sujeta la mano, metí mi mano libre bajo la almohada sintiendo algo frio, lo tomé sacándolo.

-que..._ susurre al ver aquella navaja de mango de oro bajo la almohada

¡¿qué rayos haría un hombre poderoso como el con un arma como esta?! conozco que algunas personas contratan seguridad privada por algunas amenazas, pero que este sujeto tenga una navaja de oro. pareciera que es un pandillero que tiene que dormir con un arma bajo la almohada al ser acechado, la regrese bajo la almohada al escucharlo quejarse. se quejó estirándose y frotarse los ojos para verme sonriendo.

-hola cariño

-se quedó totalmente dormido señor

-no había disfrutado tanto dormir de esta forma_ miro su mano que sujetaba la mía que se rio_ aún más al tomarte de la mano

-creo que es hora de que regrese a mi casa

- ¿no quieres comer algo? _me senté negando

-quiero regresar a casa_ tome la cobija para comenzar a doblarla, se levantó para acercarse y abrazarme por detrás

-quiero que vivas aquí conmigo alcina

-por favor señor Cannizzaro. deje de hacer esto

-qué cosa, confesarte que te amo

-ya basta_ me aleje de él_ quiero regresar a mi casa_ evitaba verlo, solamente pude escucharlo dejar escapar un suspiro bajo

-de acuerdo, te llevare a tu casa_ me acerque colocándome mis zapatos para salir juntos.

era inmensa la mansión en la que nos encontrábamos, las paredes estaban finamente pintadas de un tono blanco puro, el suelo de madera fina y algunos diseños marcados en las paredes y todos los marcos de los cuadros eran de oro. el gran brillo que estos emitían al ser golpeados por la luz era impresionante.

-te gusta la casa

-es magnífica, debe tener demasiado dinero

-solamente lo que gano con mi trabajo alcina, aunque esta casa por el momento es de renta. no es mi autentica casa

-señor

-prepara el auto, saldremos ahora mismo a la casa de lorenzo

-como ordene_ mire todos los cuadros de la era medieval, pero todos parecían mostrar la grandeza de quien tenía poder y a los pobres humillados otros era solamente el sentado en tronos como un rey

-un día estos cuadros te tendrán plasmada

-deje eso en paz señor Cannizzaro

-el auto esta listo señor

-vamos_ salimos de su mansion de nuevo al auto, el cielo se marcaba el atardecer, el cielo se marcaba anaranjado.

por algunos minutos estuvo manejando por las calles hasta llegar a la casa, cuando se detuvo quise bajar, pero coloco los seguros evitándome hacerlo, bajo el chofer para bajar mi mochila.

-tengo que viajar de regreso a calabria, tengo asuntos que cerrar

-eso significa que no nos volveremos a ver_ se rio en bajo

-no lo creas de esa forma cariño, solamente por un tiempo tendré que irme. pero, te aseguro que regresare no para volver a raptarte, si no. para esposarte

-puedo bajarme

-nos veremos después querida_ en cuanto el seguro se quitó baje de inmediato tomando mi mochila y entrar a la casa de inmediato.

evité mirar hacia atrás, solamente que corrí entrando a la casa para recargarme en la puerta y caer al suelo soltando mi mochila. cubrí mi rostro con mis manos negando por todo lo que estaba pasando con Cannizzaro. como mierda fue que me volví la peor obsesión de un hombre tan siniestro como el, porque me tuvo que pasar esto... porque...

solamente que estar tan centrada en mis pensamientos no escuche los golpes de la puerta, sino hasta que la empujo haciéndome caer haciéndome verlo.

- ¿alcina? ¿qué haces ahí?

-tú me empujaste

-ven_ se acercó ofreciéndome la mano para ayudarme a levantarme

-oye ¿no es muy tarde para que sigas en uniforme?

-hm... bueno..._ como podría decirle que estaba con Cannizzaro. desde la primera cena no le agrado en ningún sentido, ahora que le diga que realmente me rapto en la mañana, me atemorizo en el desayuno. me llevo a un hotel donde creí que abusaría de mí y desperté en su casa de renta. como podría tomarlo

-en fin, solamente espero que no haya sido nada malo

-para nada_ sonreí forzada

-de acuerdo, en ese caso te diría que te prepares. Luigi pregunto por ti cuando terminamos los entrenamientos_ como si fuera un robot que han vuelto a poner a cargar y listo para funcionar lo mire de solamente haber escuchado el nombre de Luigi

-Luigi_ se rio burlándose de mi

-se ve que te gusta ese hombre_ no evite sonrojarme por ello_ y si, pregunto por ti. solamente que tuve que mentirle de que tendrías demasiada tarea ya que no me contestaste el móvil mocosa_ dio un pequeño golpe en mi frente

- ¿el móvil? _tomo su móvil moviendo algunas cosas y mostrármelo

-te llame seis veces. me estabas preocupando demasiado

-lo siento

-tranquila_ se acercó tomando mi mochila, para abrazarme y caminar al segundo piso_ ahora que te veo me siento tranquilo

-te quiero hermanito

-no quieras aprovecharte de mí con eso_ me reí en bajo_ pero, en fin, me debes un gran favor al haber hecho el papel de cupido




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