Solo eres mía y de nadie mas

▲ capitulo 18 ▲

 CRISTALDO

-muchas gracias por ser el anfitrión de esta carrera señor cannizzaro

-solamente cumplo con mi deber como anfitrión principal, permiso

-gracias_ me alejé de aquellos hombres, pero a lo lejos en la gran pista de baila pude ver a mi bella rosa dorada bailando con ese estúpido corredor.

me gusto poder besarla, poder sentir sus delgadas muñecas entre mis brazos, y poder sentir por un momento su cuerpo tan cercas del mío. era tan linda, pero esa maldita mujer tuvo que interrumpirnos, pude disfrutar su pequeño cuerpo desnudo, apreciar su belleza natural, pero tuvieron que interrumpirnos. aunque me molestaba el hecho de verla tan junto a mi rosa dorada. mi tan hermosa rosa odio que esté en manos de ese piloto.

me mantenía solamente viéndolos desde la distancia, fulminando con la mirada. esta misma envidia era de haber visto al idiota de renato cuando me humillaba... al llamarme rata, ahora solamente podía ver a ese sujeto tocando a mi rosa. sentí como tocaron mi hombro haciéndome verlo.

-señor, una señorita lo espera en el pasillo

- ¿una señorita?

-así es

-gracias_ deje mi copa para ir al pasillo donde me indico. atravesé aquellas puertas viendo todo el alrededor buscándola

-señor Cannizzaro_ mire a la amiga de mi amada rosa dorada acercarse_ creo que no me recuerda, soy palmira

-que quiere

-cómo es un hombre de negocios vengo a ofrecerle mi servicio

- ¿su servicio? ¿qué clase de servicio?

-como amiga, bueno ex amiga de alcina tengo muchos secretos de ella que le pueden interesar_ me cruce de brazos

-dime ahora mismo que buscas con esto

-vengarme de tizio, él se burló de mis sentimientos y ahora quiero verlo sufrir. y estoy segura que si usted tiene bajo su poder a alcina, tizio se doblegará ante usted y ante mi

-es interesante

-entonces señor Cannizzaro ¿acepta?

-ha sido un honor hacer negocios contigo palmira_ estrechamos las manos

-y, le puedo confesar algo señor Cannizzaro. ahora que estaba tocando de esa forma a alcina. podría decirse que... me gusto_ sus manos viajaron de mi torso a mi pantalón

-realmente quieres esto, ahora que tengo a mi rosa no me interesan otras mujeres

-por esta vez puede verme como ella_ mire que nadie estuviera cercas

-ven_ la tome para entrar con ella en una de las habitaciones.

y no es mentira desde que mi hermosa rosa dorada no ha habido en todo este tiempo otra mujer que me pueda excitar tanto como lo siento por ella. que me doblegue ante alguien como ella lo hace, pero esta chica está totalmente cegada de rabia contra el hermano. bueno, el verdadero hijo de lorenzo por haberla rechazado. no ha dejado de mostrarse amoroso con aquella mujer que me golpeo, debe ser su pareja y motivo por el que ahora esta niña esta traicionando a mi rosa.

en cuanto consiga a mi rosa la hare sufrir por haberla traicionado.

al haber terminado con ella solamente terminaba de acomodar mi saco y mi pantalón, la mire recostada en el sillón que no evite verla con asco. estas malditas niñas inmaduras que ni siquiera saben que quieren realmente, pero esta no sospechara ni un segundo de las consecuencias que está formando por traicionar a mi rosa.

en cuanto salí de aquel pasillo vi a muchos aun presentes bailando, bebiendo o hablando entre ellos. pero al buscarla con la mirada no estaban los de lorenzo. eso me asusto, me acerque a uno de los meseros.

-oye

-dígame señor Cannizzaro

- ¿y los de lorenzo?

-la familia de lorenzo se han ido señor Cannizzaro_ se alejó, golpee la barra haciendo a algunos verme

-maldita sea_ pase mi mano bajándola con brusquedad_ mi rosa. en manos de ese piloto_ susurre realmente molesto_ si se atreve a tocarla, lo matare..._ cerré mi mano con fuerza que seguramente se marcaban mis venas. pero, el solo hecho de pensar que se atreva a tocarle un solo cabello. uno de sus solos pétalos; arrancare sus malditos dedos, le hare gritar al cortarle las manos y triturarlo con una de mis hachas. deseo tanto volver a bañarlas de ese rojo carmesí que tanto disfruto.




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