Solo eres mía y de nadie mas

▲ capitulo 38 ▲

ALCINA 

esa noche que estábamos en la casa estaba en mi habitación viendo una de las camisetas del equipo sintiéndome triste por pensar en mi papá. todo el gran esfuerzo que ha hecho por este equipo y ahora lo han hecho a un lado igual que a tizio. los golpes de mi puerta me hicieron dejar a un lado la blusa y abrirla.

-tizio

-puedo pasar

-claro_ me hice a un lado dejándolo pasar quien me miraba con los brazos cruzados_ ¿qué pasa? _se acercó apretando mis mejillas sin lastimarme_ hay... tizio...

-este es tu castigo por haberme ocultado lo de nuestro padre

- ¿mi padre?...

-sí, que lo han sacado del equipo_ soltó mis mejillas_ sé que Luigi te lo comento, y realmente no me molesta eso. lo que me. Molesta es que solamente quieras ocultar los problemas para ti sola cuando sabes que puedes contar conmigo

-lo se_ me abrazo_ solamente pienso en la tristeza de mi padre

-lo sé, ese equipo ha sido su vida. desde que era niño y tu una beba él ya estaba luchando por ese equipo.

-no entiendo porque está pasando todo esto tizio

-nadie me quita de la cabeza que el culpable de todo esto es Cannizzaro. desde que ha llegado a nuestras vidas todo se ha ido a la mierda_ solamente pude bajar la mirada_ además de que quería hablar contigo de algo más importante

- ¿qué pasa? _me separo haciéndome verlo

-el trabajo de mi padre realmente se ha ido a la mierda, muy pronto no dudo que mi madre ya no podrá vender más sus joyas. mis carreras están siendo canceladas, y si no hacemos nada a este paso estaremos en quiebra total, estaba pensando dejar totalmente las carreras y meterme a trabajar

-pero tizio, tu vida son las carreras

-lo se alcina, pero tengo que pensar ahora en mi familia y no en mis gustos. mañana comenzare a buscar a trabajo

-en ese caso... yo también buscare trabajo

-no me gustaría que lo hicieras. quiero que sigas estudiando, pero esa maldita rectora... ah

-quiero ayudarla tizio. al menos

-de acuerdo. entonces mañana iremos juntos a buscar trabajo_ agito mis cabellos_ mi pequeña hermana, eres realmente un caso_ sonreí_ bien. te dejare descansar

-igualmente descansa tizio_ se alejó saliendo de mi habitación, me acerque a mi closet buscando un traje que por una exposición en la escuela había usado. lo tome viendo la falda oscura, el saco y la camiseta blanca. lo deje en mi silla junto a unos zapatos de tacón mediano. no creí que saldría a buscar trabajo, pero tengo que ver por mi familia. ahora tengo que ayudarlos. removí las cobijas para meterme en estas y dormir.

esa mañana que había salido con tizio mintiendo que iríamos a distraernos. cuando realmente los dos estábamos vestidos para comenzar a buscar trabajo, me dejo en una parada del bus mientras él iba a otros lugares más lejanos. miraba en un periódico que tizio me presto para poder buscar.

entre a un pequeño spa que buscaba una recepcionista, entraban personas para tomar sus sesiones y otras salían.

-señorita de lorenzo, adelante_ me levante para seguir a aquella mujer y entrar a la oficina_ por favor tome asiento_ me senté frente a ella_ entonces vienes por el puesto de recepcionista

-así es

-qué edad tienes

-catorce_ me miro con el ceño fruncido

-eres menor de edad_ asentí_ bueno, como veras tenemos protocolos que seguir y...

-puedo aprender rápido y le aseguro que no tendea queja alguna de mi parte, puede ponerme a prueba_ parecía dudarlo

-disculpe señora_ miramos a otra chica para susurrarle algo

-entiendo_ se levantó_ disculpe señorita de lorenzo, permítame un segundo

-claro_ se alejó saliendo, estaba sintiéndome realmente nerviosa. no demoro demasiado al regresar a la oficina sentándose frente a mi

-parece que tienes intelecto y realmente la presentación adecuada. no podría ser difícil enseñarte, pero lamento decirte que ya se le ha otorgado este puesto a otra chica_ me desanimo eso_ mi secretaria no ha quitado el anuncio

-entiendo, pero aun así muchas gracias señora

-hasta pronto_ salí de su oficina viendo el periódico

-no importara. seguiré buscando_ murmure para seguir caminando.

la hora en el móvil que tizio me dio ya marcaban las tres de la tarde, he pasado horas buscando un trabajo y todos me rechazan; porque soy menor de edad, porque ya dieron el puesto a otro y olvidaron quitar el anuncio o simplemente al verme me dicen que no, realmente me estaba desesperando en no poder encontrar algo. pero no tenía que rendirme aún tenía que seguir luchando hasta conseguir algo con lo que pueda ayudar a mis padres.

-tengo que ser fuerte_ murmure_ tengo que ser fuerte

-cariño_ alce la mirada a él quien se encontraba de pie frente a mi_ vaya, te ves reluciente con ese traje, aunque la falta no me gusta mucho. todos podrían ver tus lindas piernas

-que hace aquí señor Cannizzaro_ se rio en bajo

-creo que lo has olvidado cariño. ahora debes llamarme cristaldo, al final ya eres mi mujer_ vi su mano queriendo tomar mi mejilla, pero me levanté de la banca de la parada del bus alejándome de este_ ¿porque me tienes miedo?

-después de lo que me hizo. realmente no tiene vergüenza

-por favor cariño, no vine aqui a pelear. más bien a brindarte ayuda

- ¿ayuda? _tomo el periódico con el que estaba buscando trabajo

-veo que te han rechazado en muchos, es tan difícil poder conseguir uno amor_ lo dejo en la banca_ pero no te preocupes. puedo ofrecerte un trabajo en mi empresa como mi asistente personal, tendrías las mejores prestaciones de ley que cualquier trabajito pudo ofrecerte como de igual forma un jugoso sueldo. pero solamente tendrías que atender todas mis necesidades_ sonrió siniestramente_ aunque eso ya lo estás haciendo amor. cuál es tu respuesta alcina ¿aceptas?

-no_ afirme_ aunque fuera el único trabajo en la vida no lo aceptaría_ se rio




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