Solo eres mía y de nadie mas

▲ capitulo 45 ▲

 ALCINA

tres días, han pasado tres malditos días desde que estoy solamente encerrada en esta mansión. cristaldo ha cumplido su palabra se ha encargado de todos los preparativos de la boda. con tan solo tres días ya ha avanzado más de la mitad. anoche me dijo que se llevaría a cabo esta maldita ceremonia dentro de una semana más. solamente puedo dormir tranquila sin tenerlo a mi lado, pero no puedo dejar de sentirme atrapada.

no puedo lanzarme por alguna ventana, o cortarme las venas no hay nada con lo que pueda hacerlo, hace dos días rompí un cristal para tomar un trozo, pero antes de poder incluso dejar la silla con la que la abría roto entro cristaldo evitándome acercarme. estoy siendo monitoreada. Las cámaras entre los pequeños candelabros de la habitación, a excepción del baño y menos mal. sería una absurda locura que incluso invadiera mi privacidad en el baño.

no he tenido ni siquiera una sola noticia de mis padres, era lo más doloroso. pero, ya estaba haciendo todo lo posible por acabar con mi vida. terminar con esta vida, hay una cosa que cristaldo no ha pensado en quitarme.  y lo que más me ha otorgado con su permiso.

los collares de perlas para mi vestido de novia.

frente al espejo mirando aquellos collares los cuales tome colocándolos en la cama para romperlos. no quería alarmarlos. tome los puños de aquellas perlas medianas y pequeñas para comenzar a comerlas como si fueran caramelos. las lágrimas bajaban por mis mejillas mientras sentía como las frías y duras perlas bajaban por mi garganta comenzando a agotarme el aire. me recargue dejando caer las ultimas perlas ahogándome por la falta de aire. me sentía feliz. estaba logrando mi objetivo. mi cuerpo cayo totalmente aun tosiendo por la falta de aire, pero escuche las puertas abrirse bruscamente y tomarme.

mi cuerpo estaba demasiado débil para poder defenderme, mi vista aún era un poco clara. me tenía sujeta de la cintura apretando mi estómago y sus dedos en mi boca intentando provocarme vomitar. quería negarme, no quería seguir viviendo. pero consiguió hacerme vomitar. devolví todas las perlas que había comido. al haber expulsado todo lo que mi estomago tenia, me tomo entre mis brazos para sacarme de ahí.

aun me dificultaba respirar, mi cuerpo estaba totalmente débil. mi garganta aun ardía. el aire golpeo en mi igual que los rayos del sol, estábamos afuera de la mansión, conmigo entre sus brazos subimos a su auto.

-arranca de una puta vez_ sentí el auto moverse_ amor, mírame_ sujeto mi rostro haciéndome verlo, parecía estar... preocupado. sus ojos estaban cristalizados y realmente asustado_ por favor amor resiste... no cierres los ojos por favor... alcina, te lo pido no lo hagas..._ podría decir que era la primera vez que lo veía de esta forma, tan asustado, desesperado... destrozado, no tenía la suficiente fuerza para seguir manteniéndome despierta. cerré mis ojos anhelando poder no volver a despertar... nunca más.

sentía demasiado pesado los parpados, pero aun así la maldita vida aún se aferra a seguirme haciéndome sufrir. desperté viendo la habitación blanca y una máquina que indicaba mi pulso cardiaco, estaba en el hospital. tenía una mascarilla que me ayudaba a respirar, pero al ver a mi lado estaba cristaldo dormido. tan tranquilo como aquella vez, pero ahora tenía que escapar ya que no pude acabar con mi vida. me arranque aquellos electrodos los que hicieron sonar la maquina en un solo ruido que lo hizo despertar.

-amor_ se acercó sentándose a mi lado_ que estás haciendo. detente_ sujeto mi mano sin fuerza_ debería de castigarte severamente por haber intento algo tan estúpido como intentar comer perlas para acabar con tu vida_ no quería hablar, solamente me limitaba a verlo_ sabes que me habría vuelto loco y pude haber matado a mitad de personal por no saber de tu estado. te hicieron un lavado de estómago, ya que algunas perlas lograron entrar en tu estómago. me asusté demasiado, creí... creí que realmente te perdería_ se acercó tomándome entre sus brazos y abrazándome, me pareció extraño sentir su respiración agitada y más fuerza entre sus brazos_ te amo alcina, realmente te amo

-déjame...

-alcina, tienes que entender una sencilla cosa_ su respiración subió a mi oído_ tu eres solo mía y de nadie más. y te aseguro que aun muerta jamás conseguirás abandonarme o incluso, que yo muera jamás te dejare ir_ beso mi mejilla_ mi amor, mi niña... mi rosa dorada_ solamente pudo volver a recostarme sin dejar de abrazarme, pero solamente pude llorar en silencio en ver que jamás poder escapar de él.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.