Solo eres mía y de nadie mas

▲ capitulo 54 ▲

ALCINA

-señora, por favor come algo. el señor nos ha encargado estrictamente que debemos cuidar que coma algo

-no tengo apetito_ intentaron acercarse a tocar mi frente, pero la detuve_ no me toque

-no será que se esta resfriando señora, posiblemente tenemos que llevarla al doctor

-no necesito un doctor

-basta_ entro festo_ déjenos a solas

-señor, sabe lo que el señor ha dicho

-no olvides que el señor me ha confiado para proteger la integridad de la señora, asique no veo problema en verla. vamos, salgan_ no quise verlos, solo escuche pasos salir y la puerta cerrarse. sus pasos se escucharon para quedar frente a mi que solo mantuve la mirada baja_ no quiere comer ni salir de la habitación. el señor se preocupa_ me reí en bajo

-preocuparse, por dios. a él no le importa nada mas que no sea el dinero y el poder

-usted es la mas importante joya que ha logrado conseguir, y perderla lo volvería completamente loco. por tal motivo le pido que coma algo y salga de esta habitación_ lo mire

-porque tanta hipocresía en preocuparse por mi, que es lo que busca

-se lo prometí a tu hermano alcina, te protegeré en esta casa. no porque el señor me lo haya ordenado, aprecio a tu familia y quiero resguardar tu seguridad_ baje la mirada

-no se si creerte

-deberías de hacerlo alcina_ se hinco tomando mi mano_ te digo la verdad de que solo quiero ayudarte a sobrevivir en esta mansión_ dude, si se atrevió a mentirnos con servirle a cristaldo, pero creo que no tengo mas opción

-bien, quiero salir al jardin

-claro señora cannizzarro...

-no_ me levante de la cama_ soy de Lorenzo, no cannizzaro. vayamos_ caminamos para salir de la habitacion al jardín al menos el único lugar donde puedo seguir viendo el cielo claro como el anoche, donde el canario aun puede imaginar su vida de libertad antes de haber sido encerrado en una jaula de oro.

el ligero viento soplaba golpeando en mis cabellos y la falda de mi vestido, solo podia ver las nubes que pasaban cubriendo la luz del sol. mi piel pálida de los días que he estado encerrada en la habitación como de mi falta de comer que al menos no me he desmayado.

-señora de Lorenzo, desea que traigan algo de desayunar

-no, no tengo apetito

-por favor señora. debe de comer algo

-alcina_ me gire viéndolo salir al jardín, se acerco abrazándome que solo mantuve mis brazos abajo inmóviles_ gracias amor que saliste de la habitación_ se separo mirándome_ estaba tan preocupado verte encerrada en esa habitación

-no entiendo porque, todas las noches me ves

-pero no como apreciar tu hermoso brillo con la luz del día_ quiso acercarse a besarme, pero moví mi rostro dejando que besara mi mejilla_ mi hermosa esposa

-regresare dentro_ mencione, pero me detuvo

-no te gustaría que hiciéramos el amor aquí

-tienes trabajo, no quiero interrumpirte

-para nada amor. tu jamás serás una interrupción para mi_ tomo mi rostro besando mis labios

-señor cannizzaro_ se giro viendo a uno de sus hombres_ tiene una llamada de Londres

-bien_ me miro sonriendo_ perdón amor, tengo que atender esta llamada_ beso mis labios_ te amo_ se alejo para regresar dentro, solo limpie mis labios de manera brusca

-déjame preguntarte algo alcina_ lo mire_ jamás te enamoraras del señor. verdad

-jamás, prefiero morir antes de enamorarme del maldito que me condeno a un futuro que jamás creí verme_ asintió

-señora_ mire a unas mujeres acercarse_ tiene que regresar a su habitación

- ¿porque?

-por favor regresemos_ me tomaron de los brazos, pero me solté para regresar dentro, pero no a mi habitación sino a la entrada

-no, señora a donde va_ intentaron detenerme, pero al acercarme pude ver a una mujer vestida elegantemente, diría que de la misma edad que cristaldo. 

las ropas que vestía era demasiado costosa y parecía ser demasiado arrogante. que al fijar su mirada en mi solo me analizo de pies a cabeza para retirar las gafas oscuras.

-quien eres niña

-usted quien es_ me acerque a ella_ se acercaron a mi lado tomando mi brazo

-señora, por favor regresemos...

-señora_ se rio burlándose haciéndome ver_ ahora entiendo el gran teatrito que armo cristaldo con la prensa con su boda con la hermosa alcina de Lorenzo, y ahora que te veo eres una niña ¿cuantos años tienes?

-ya basta, deje de hablar con la señora. vamos

-tengo catorce años_ respondí_ y no me case con cristaldo por amor sino porque el me obligo

-catorce años_ se rio_ realmente que cristaldo ya las toma mas pequeñas

- ¿como?

-dime niña, en que trabajan tus papis ¿empresas? ¿bienes raíces? o ¿acaso eres hija de un alcalde? _se rio

-no se confunda

-muy pronto estarás en mi lugar mocosa, ahora disfruta ser la mujer de cannizzaro, pero deja que consiga lo que el quiere y te botara

-es lo que deseo que se deshaga de mi, y si tanto le arde que ahora sea nombrada la señora quédese con el_ me aleje para caminar a la salida, pero festo me impidió

-usted no puede salir, le pediré que se vaya_ ordeno a aquella mujer quien se acerco a él golpeándole una bofetada

-a mi me respetas, acaso no sabes con quien estas hablando y tu mocosa_ intento tomarme

- ¡ni se te ocurra ponerle una mano encima! exclamo haciéndonos verlo acercarse, todos se alejaron dejándonos solos como si fueran pequeños conejos escondiéndose de la amenaza del lobo, se acerco tomándome de la cintura abrazándome te advierto que respetes a mi esposa

-tu esposa, por dios cristaldo ella es una niña

-es mi esposa, y que haces aquí. desde que firmamos el divorcio dejaste de pertenecer a esta mansión

-vine a reclamar lo que es mío

-nada es tuyo, te lo dije y te lo vuelvo a repetir nos divorciamos con bienes separados. asique lárgate y déjame estar con mi esposa_ me giro para alejarnos




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.