Solo eres mía y de nadie mas

▲ capitulo 55 ▲

ALCINA

baje del auto en cuanto sentí que estaba lo suficientemente lejos, dejándolo en un callejón comencé a correr entre las calles buscando alguna autoridad o la policía para poder salir de aquí. no traía dinero, ni mi móvil mucho menos mis documentos que puedan decir quien era realmente.  al ver la estación de policía solo pude sonreír para correr hacia ella, entre viendo a muchas personas y al desocuparse una caja solo pude acercarme

-señora debe formarse para...

-por favor ayúdeme, me secuestraron. ayúdeme_ me miro dudando para solo salir de su cubículo e ir a otro lugar, me quede de pie esperando a que saliera alguien y viendo a las puertas que uno de los hombres de cristaldo entraran

-señorita_ mire a la mujer_ sígame_ la seguí hasta otras oficinas donde habían mas agentes, entre a una de las oficinas donde estaban dos agentes

-bueno señorita, necesitamos su nombre y...

-por favor, tienen que ayudarme. me están buscando ahora mismo

-le repito que necesitamos su nombre

-alcina de Lorenzo, tengo catorce años_ me miraron

- ¿es menor de edad?

-si, soy residente de véneto y fui secuestrada por cristaldo cannizzaro quien me obligo a casarme con él. es un psicópata asesino_ se miraron dudando

-permítanos señorita, llamaremos a otras agentes y tomaremos su declaración, pero descuide. regresara a casa_ salieron los dos dejándome sola, pero realmente no confiaba. así confié en aquel sacerdote que termine regresando a las garras de cristaldo. y si es tan poderoso como me ha dicho ellos podrían también ser leales a cristaldo. una mujer de limpieza entro para limpiar el escritorio

-usted es la hija de cannizzaro verdad

- ¿disculpe?

-si, ya los agentes están llamando a tu papá para que venga por ti_ me levante de la silla

-dios mío_ mire a la mujer_ donde consiguió su uniforme

-es de mi chamba_ me quite mis pendientes

-mire, son de oro. y estos son diamantes auténticos, se los dos a cambio de su uniforme

-oye niña...

-por favor_ suplique que solo miraba los pendientes para después verme

-y también el collar

-tómelo_ me lo quite dejándolo en el escritorio con las pulseras de oro_ tenga todo, pero deme su uniforme_ asintió para dejar su trapo y comenzar a quitarse aquel uniforme. era mi ultima salvación.

camine entre todas las personas con aquella gorra que cubría mis cabellos, ese uniforme oscuro y esos zapatos que me quedaban grandes. llevando una escoba simulando barrer para evitar ser vista y lo estaba consiguiendo. nadie me tomaba atención, al ver entre los cristales que los hombres de cristaldo entraron corriendo solo pude darles la espalda viéndolos ignorarme. sin pensarlo dos veces deje aquella escoba para salir de ahí corriendo a otra parte. 

corrí hasta la estación de trenes donde era mi única salida para regresar a véneto, pero ya no tenia nada en mano a menos de los anillos que cristaldo me dio por nuestro matrimonio para poder irme. entre todas las personas mire a una mujer algo mayor que parecía buena gente, me acerque quitándome los anillos.

-señora_ me miro_ por favor necesito su ayuda, perdí mi boleto y necesito regresar a mi casa. mire, tengo esto_ le mostré los anillos_ pero podría ayudarme a comprar un boleto

-claro que si_ intente dárselos, pero negó_ guárdalos

-gracias_ nos acercamos a la caja_ dos boletos uno a véneto y el otro a puglia pago los boletos que la mujer los entrego que solo podia soportar las lagrimas de finalmente lograr escaparme de cristaldo muchas gracias_ nos alejamos

-toma muchacha

-muchas gracias señora_ me hinque para saber su mano, pero negó

-descuida, anda. tu tren esta por salir

-gracias_ salí corriendo hacia aquel tren que seria mi única salida, entregue aquel boleto que al subir y sentarme en una de los asientos solo pude respirar mas tranquila, finalmente puedo liberarme de cristaldo. finalmente puedo buscar a mi familia y estar a salvo con ellos

-boleto por favor señorita

-ya lo entregue en la entra..._ me congele al verlo

-si querías ir a véneto amor no tenias que hacer todo este show, no me gusta que pasees sola por la ciudad_ mi cuerpo empezó a temblar y negaba_ vamos amor, tenemos que regresar a casa_ me tomo de la mano con algo de fuerza para oblígame a levantarme. salimos del tren que solo me tenia sujeta evitándome poder escapar. al salir de la estación su auto estaba estacionado que sin soltarme nos detuvimos viendo a festo abrir la puerta_ sube amor_ no tuve elección mas que subir al auto de nuevo, el subió para que comenzara el viaje de regreso_ amor, ahora que estamos casados teníamos que comprendernos y estar juntos. veo que no me apoyas, no me dejas mas elección amor_ lo mire que me puso un trapo entre la nariz y al boca con cloroformo. intente pelear contra él, pero me debilito a tal punto de desmayarme.

no se cuanto tiempo estuve dormida, pero aun me sentía mareada, mi cuerpo aun se sentía debilitado. pero podía sentir la suavidad de la cama donde me encontraba recostada. me frote los ojos viendo que estaba en la habitación de la mansión, me gire viendo a cristaldo dándome la espalda en una llamada. me queje en silencio al llevar mi mano a mi otra mano viendo que tenia de nuevo los anillos.

-amor_ se acerco sentándose a mi lado_ como te sientes

-que me hiciste...

-nada amor, solo te deje descansar un momento para que no escaparas y no me dejaste mas opción_ lleve mi mano a mis oídos haciéndolo reír

- ¿que haces amor?

-me implantaste un rastreador_ se rio negando

-no amor_ tomo mi mano besándola_ tu anillo tiene uno, pero no tienes uno en el cuerpo. no pienso hacerte lo mismo que con todos mis trabajadores, jamás te tocaría amor, pero si quiero dejarte en claro una sola cosa amor. que jamás te alejaras de mi_ acerco su otra manos acariciando mi mejilla_ y todos aquí tienen ahora grabado tu rostro, tu nombre y que eres mi esposa. nadie se atreverá a tocarte un solo cabello sin qué pague las consecuencias_ se rio_ y cada muerte caerá sobre tus hombros amor. su sangre imagínate correr por tus manos culpándote por su muerte_ trague pesado_ solo eres mía y de nadie mas alcina. mi adorada esposa_ se recostó a mi lado abrazándome_ mi mujer_ solo alce la mirada dejando que mis lagrimas cayeran, no tengo salida. haber entrado a esta maldita ciudad fue la mayor trampa donde quede a garras de cristaldo.




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