Solo eres mía y de nadie mas

▲ capitulo 57 ▲

♡OMNISCIENTE

-debes dejar de ser la tapadera de la señora, puedes condenarte a la muerte por ello

-bruno. ella es la hermana de tizio

-y la esposa de cristaldo cannizzaro, nuestro patrón y sabes que el puede matarnos con un solo chasquido

-lo se pero..._ se quedaron callados al escuchar la puerta abrirse dejando ver al hombre avaricioso entrar agitando sus cabellos dejando en claro por las manchas de sangre de su camiseta es que acaba de sacrificar a otra inocente victima. acercándose a aquellos hombres

-bienvenido señor

-mi esposa

-en su habitación señor

-bruno, ve a tu puesto_ ordeno que con una ultima mirada a su amigo se alejo dejándolos solos_ dime ahora mismo festo, porque estuvieron en una clínica privada_ la pregunta tenso a festo por el secreto que ocultaba la joven italiana_ odio las mentiras festo, asique mas te vale hablar con la verdad

-la señora pareció sentirse mal, usted lo ha visto. el agotamiento que ha sufrido últimamente la preocupo y fue a solamente hacerse una revisión, lamento decirle que no me dio detalles de su diagnostico solamente me dijo que no era nada grave y que lo aclararía con usted

-bien, iré a verla_ se alejo del hombre quien solo pudo tensarse de ocultarle un secreto al hombre avaricioso.

aquel hombre quitándose su saco mientras caminaba a su habitación que entrando cuidadosamente una sonrisa se marco en su rostro al ver a su amada y joven esposa dormida recargada en el sillón. dejo su saco a un lado además de quitarse su camiseta para evitar mancharla de sangre para tomarla entre sus brazos quien pareciéndole divertido su tamaño pequeño ante él la dejo en la cama arropándola mostrando el gran amor que tiene hacia ella. el enfermizo obsesión que siente no puede comprarse que solo pudo acercarse besando su frente tiernamente.

-mi alcina_ susurro, se levanto para cambiarse de ropa

-lui...gi_ las palabras adormiladas de la joven italiana hizo al hombre avaricioso girar a verla con odio, como si fueran apuñaladas directas al corazón fueron sus palabras_ Luigi... _se acerco a ella viéndola totalmente dormida, pero sus manos cerradas en puño con sus venas marcadas, en sus brazos y en su frente era mas evidente su ira.

pero se negaba rotundamente a lastimar a su esposa, era su mayor adoración que no tenia el coraje de golpearla. salió de la habitación a otra en la cual comenzó a golpear un mueble con tanta rabia por ver que jamás podrá obtener el corazón de su amada esposa aunque la tenga a su lado como su esposa porque en su corazón vivía ese hombre. ese piloto de carreras.

-maldito seas Luigi galluccio_ menciono agitado dejando ver su mano enrojecida y manchada de sangre_ no, no dejare que me la quites. ni física ni mentalmente_ se rio_ no quería llegar a esta amor mío, pero no me dejas mas opción_ saliendo de aquella habitación a su oficina donde frente a su computador comenzó a buscar información del piloto quien solo se rio_ vaya, vaya. asique tienes una carrera en Calabria, mas fácil no me dejaste el trabajo_ se levanto tomando su teléfono llamando a un contacto

& dígame señor &

& te tengo dos trabajos antes de que salga el sol de mañana &

& dígame &

& dos entradas a la carrera de autos aquí en Calabria y que hagas un trabajito a un auto de esos equipos &

& usted dígame señor, que quiere que haga &

& hazlo arder, que sienta el fuego del infierno por haberse metido conmigo &

& si señor, como ordene &_ colgó, envolviendo su mano para regresar a la habitación con su esposa quien seguía dormida. recostándose a su lado acariciando cuidadosamente su mejilla. acercándose a sus labios besándolos tiernamente para acercarse mas y estrecharla entre sus brazos.

-solo eres mía y de nadie mas alcina, y de eso me hare cargo yo. nadie te separara jamás de mi, nadie..._ susurraba abrazando a su joven esposa

esa mañana donde los pajarillos cantaban y los rayos del sol entraban por la ventana igual que los suaves besos del hombre avaricioso los cuales despertaron a la joven italiana quien se froto los ojos viendo al hombre a su lado quien con una cálida sonrisa la miraba.

-buenos días amor_ se acerco besando sus labios de manera tierna_ ¿descansaste bien?

-si...

-festo me dijo que fueron a la clínica porque te sientes mal

-si, estoy bien

-me alegro mucho amor, ya que no queria llevarte en un estado grave a la carrera

- ¿carrera? _se sentó mirando al hombre quien se acerco tomando las entradas a la carrera impactando a la mujer

-sorpresa amor_ se los entrego que la joven italiana miraba aquellos boletos como un sueño, regresar a donde era feliz_ ponte hermosa, quiero que todos admiren a la hermosa mujer que tengo como esposa

-esto... es verdad

-claro que si amor, anda. dúchate y cámbiate. para nada me perdería esta carrera_ se levanto aquel hombre y salió de la habitación, aunque la joven italiana al no verlo de un salto se levanto viendo su movil aun bloqueado y sin la notificación de la clínica lo cual fue un alivio para la joven. aun no descubría su secreto.

ya estando duchada y vestida con un lindo vestido de color blanco con puntos negros, unos zapatos bajos negros y un collar con una rosa amarilla. cepillando sus cabellos y por ultimo llevando su mano a su vientre pensando en su hijo salió de la habitación a la entrada principal donde se encontraba su esposo esperándola revisando los videos de cámaras de seguridad de la casa a excepción de la habitación donde dormían como pedido de su esposa por su supuesta privacidad. aunque al verla bajar guardo su móvil sonriendo.




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