¿ Solo eso pasó? Las citas de Ro y chico Brown #2

Date 5 ♥  ¿Y yo soy tu amor? 

 

¿Así se siente estás enamorada? 

Esa es una de las preguntas frecuentes que suelo hacerme cuando estoy cerca chico Brown o cuando tiene el valor de enfrentar a papá y venir a verme a casa cuando él se encuentra aquí. Hoy no es la excepción para que no viniera a pesar de que le dijera que él se encontraba de mal humor por cosas pasando en su trabajo.  

¿Pero acaso le importó? No, dijo que quería verme y si papá no quería que saliera con él fuera de los límites de la casa entonces vendría a verme. Debo admitir que me agrada la idea de tenerlo aquí conmigo cuando no trabajo y me encuentro muy aburrida.  

Al fin tengo más personas que me cubran y no tengo que preocuparme porque se vuelva un caos, o al menos eso es lo que espero. Después de que aquel desastroso día en donde Carolina ya no era mi compañera de trabajo, Spencer al ver el desempeño de Walter a pesar de no haber trabajado nunca como mesero, así le rogó que se quedara a trabajar con nosotros.  

Walter tardó un poco en aceptar la propuesta y creo que yo era la razón por el cuál no quería aceptar, así que hablé con él haciendo que finalmente aceptara. La expresión de Spencer fue genuinamente divertida, pero no dije nada más al respecto.  

—¿De qué ríes amor? — “Amor” eso sí que es nuevo, ocasionando que lo mirara fijamente —¿Qué, pasa? —me miraba con diversión.  

—No, no pasa nada solo estaba recordando algo que pasó en el trabajo —respondí sin tapujos y después llevé mi mano hasta su cabello despeinado —. Por eso me reía, cariño... Espera. 

—¿Qué cosa? —preguntó mirándome. 

—¿Soy tu amor? —pregunté llena de picardía mientras me acercaba a él para besar sus mejillas —Nunca me habías llamado así. 

—Sí, eres mi amor —se estaba acercando a mí y terminó besando al mismo tiempo mi mejilla para después tomar mi rostro y acercar mi frente a su boca y depositar un beso ahí — ¿Y yo soy tu amor? 

No respondo de inmediato, y no sé porque dudo en respondo, así que simplemente lo una vez más con una gran sonrisa en el rostro.  

—No lo sé —estoy diciendo la verdad —, pero sí te quiero por eso soy tu novia —Eso también es verdad.  

Chico Brown me observa por un largo tiempo y después simplemente me sonríe, eso es raro. Retomo el masaje en su cabello con la esperanza de volver a tener a mi novio amoroso y sonriente antes de lo último que he dicho.  

Tarda en regresar a ser el mismo que hace unos momentos y finalmente lo veo sonreír a lo que yo le respondo con una sonrisa igual a la de él. Una pequeña que lo hace ver muy tierno para toda esa aura seria que siempre tiene. 

La puerta de la casa se abre con fuerza causando que nos sobresaltamos y nos alejemos del otro. Volteamos a ver hacia la casa y veo a papá observarnos con seriedad, estoy por saludar, pero me detengo cuando el comienza a hablar. 

—Romina quiero que entres ya —me ordena y yo frunzo el ceño al escucharlo, pero en ningún momento me levanto —, te he dado una orden tu madre quiere que la ayudes con la cena.  

—Por ahí hubieras empezado —contesté con una sonrisa y sin retarlo para que no hacerlo molestar más —, ¿quieres quedarte a cenar?  

Eso se lo pregunto chico Brown y él me vuelve a ver de nuevo prestando atención a mi voz. Asiente luego de parecer meditarlo un momento y yo escuchar a papá gruñir.  

Eso es nuevo hasta para él. 

 

♥♥♥ 

—Dime Tobías, —habla papá luego de todos comer en silencio por un rato — ¿Por qué vienes tanto a mi casa? 

—¡Papá! —no pude evitar sisear entre dientes.  

—Es mi casa, Romina —responde papá y yo aprieto los labios sin poder responder —¿Entonces Tobías? 

—Bueno señor —chico Brown habla luego de un minuto tras tragar la comida que se llevó a la boca. Todos estamos callados y atentos a lo que pudieran decir ambos; mamá y Clarissa observan a papá y yo observo a Tobías pareciera que de cierta forma estamos vigilando que nada se salga de control en esta conversación —, vengo a su casa para ver a su hija y pasar tiempo con ella. Al usted no aprobar que no salga con ella porque parece que perdió la confianza en mí, decidí que es mejor venir a verla aquí luego unas semanas de evitar causarle problemas. Además, no siempre puedo ir a verla al finalizar su turno y prefiero tomar cualquier oportunidad. 

—Tienes razón —respondió. 

—¿En qué? —pregunté con cautela observando a mí al redor.  

—En que no confió en él, Romina —me estaba mirando fijamente y volvió a fijar la mirada en su plato para tomar una porción más de comida —. No creo darte permiso de salir con ella pronto, pero tampoco puedo evitar que tengas visitas.  

—¿Puedes comportarte? —pidió mamá. 

—Estoy en mi casa, mujer —Papá estaba más que molesto y no podía aguantarlo más así que me levanté de la mesa y tomé la mano de chico Brown —¿Qué es lo que haces? —volteó a vernos y luego observó nuestras manos entrelazadas. 

—Me levanto de la mesa —contesté —, haz hecho que el hambre se me quitara al hablarme así, a Tobías y a mamá —ahora yo estaba molesta y no podía evitarlo —; y por esa razón, por tu falta de respeto hacia el invitado sin importar que sea mi novio quiero que se vaya porque no merece presenciar tu mal humor y tu falta de respeto por tú familia y por tu esposa. 




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