Jueves, 15 de junio, 2017.
— ¡Ignoraron por completo el hecho de que mi opinión quizás no fuera la misma! ¡Y déjenme decirles que no lo es!— gritó Jason furioso. Se sentía extraño, jamás les había gritado a sus padres de tal modo.
— ¡Baja la voz muchacho, aún seguimos siendo tus padres y yo aún soy el Alpha, por lo que me tienes que tener doble respeto!— contraatacó su padre con furia, quizás en otra ocasión la voz fría y terrorífica que ahora mismo utilizaba su padre lo habría asustado ya que todos sabían de que los problemas llegaban cuando el Alpha se enojaba, pero él era el nuevo Alpha y le habían enseñado desde pequeño el no temerle a nadie y este no era momento para olvidarlo.
— ¡Me interesa una mierda!
—Jason— su madre lo regañó sin alzar la voz, en esos momentos alguien debía ser el que mantuviera la cordura y ese era el papel de su madre, su hasta ahora luna.
— ¡Mira chico estúpido, a mí me empiezas a bajar el tonito!— hablo su padre.
—Trent— la voz de su mujer, que a comparación del inexistente efecto en su hijo, lo afectó provocando que su rabia disminuyera poco a poco. Trent suspiró.
—Escucha hijo, lamento no haberte preguntado desde un principio...— Jason lo interrumpió.
— ¡Me pueden decir! ¿¡Por qué mierda no me dijeron!?— les contaré algo de este padre y de su hijo...son como dos gotas de agua. Los ojos verdes azulados los había sacado de su madre, pero el pelo castaño, la tez morena y el cuerpo, alto, ancho y musculoso, lo había heredado por completo de su padre, eso y su actitud polvorita.
—Hijo, basta— trató de calmarlo su madre pero no pudo.
Digamos que te enteraras que tienes una cita de matrimonio, la cual él no sabía, con tu pretendiente, la cual no conoces, en una hora...no era una información fácil de procesar.
"Esto no puede ser verdad", pensó Jason con rabia, él no te tenía ni idea de que sus padres habían organizado una reunión, cita, con la hija del Alpha de al lado...por dios ¡Ni siquiera la conocía!, nunca la había visto en su vida.
—Están locos si creen que iré a esa estúpida cita— su padre estaba enojado, pero la mano de su esposa en su hombro lo tranquilizaba.
—Hijo, tienes que ir— la voz de Trent sonaba dura pero calmada, él parecía calmado lo que hizo que la rabia de Jason aumentara ¡Joder! Habían armado una cita a ciegas con su pretendiente y él hablaba tan calmado— Todo está listo, no pode...
—Pues cancela la cita— Jason suspiró, miró a su derecha y miró por la ventana, se dio cuenta de que la noche estaba especialmente oscura, miró el cielo y vio que una gran nube gris tapaba la luna y las estrellas que habían arriba de ésta. Miró nuevamente el inicio del extenso bosque, trató de ver alguna señal de un animal o ave pero no lo logró.
"Va a llover", pensó volviendo la mirada a sus padres.
—No me casaré hasta que encuentre a mi Mate, quiero estar con ella y solo con ella— volvió a suspirar rendido— solo...esperen a los 21, si no la encuentro dejaré que me organicen una cita, pero por ahora solo la quiero encontrar ¿Está bien?— un sentimiento de tristeza lo hundió en un gran agujero negro en el que caía cada vez que el tema de su Mate.
—Hijo...— habló su padre con la intención de contradecirlo, pero su amada, querida y entrometida esposa, precisamente lo interrumpió.
—Ya basta Trent, déjalo, tiene derecho a querer esperar a su Mate y no ir a la cita— los ojos de su padre chocaron con los de su madre, Jason esperaba ansioso a saber lo que respondería su padre.
—Está bien, se cancela la cita— Jason sonrió de felicidad— pero...— "Era muy bueno para ser verdad", pensó— te esperaremos hasta los 21, si no la encuentras pues bien, irás a la cita ¿Quedó claro?— la voz de macho Alpha había llegado a los oídos de Jason junto con la última pregunta.
—-Claro, pero a los 21, antes no— la voz seca y fría salió de la boca de Jason. Lili miró a su hijo extrañada, nunca había escuchado esa voz de su hijo, siquiera había oído que les gritara y los insultara, ni una vez, en los 18 años de su hijo, oyó gritarles de tal manera.
De repente y sin previo aviso, Jason tomó su chaqueta y salió de la casa, no enojado sino más bien dolido.