Solo Mia

Nueve:

Mia:

—¿Mama me vas a dejar sola?—La mire con horror.

—No hija, vas a estar con Caden y hable con Rachel, puedes ir con ella cuando quieras.—dijo mi mama mirándome con ternura.

—Mama los hijos de tu amiga Rachel, son unos babosos.—Gruñi cruzándome de brazos.—Se que necesitas vacaciones y estoy de acuerdo con eso, ¿Pero porque te llevas a Gigi?—Le puse la cara mas tierna que tenia y rio.

—Porque yo soy su mama, además voy a extrañarla.—Mi mama  me miro con diversión, bien la cara de cachorrito no funcionaba.

—¿Que sucede?.—Caden entro de la mano con Gigi, que al ver la comida se fue a sentar rápidamente al lado de mama.

Voy a irme unas semanas de vacaciones con Mony y Gigi, asi que Caden eres el hombre de la casa, estas a cargo.—Abri los ojos como platos y frunci el ceño.

—¿Escuchaste nena? Estoy a cargo—El se sento a mi lado mirandome con superioridad.

—De lo unico que estas a cargo tu es de tu culo.—Gruño en silencio y Caden rio.—¿Cuando te vas?—La mire molesta.

—Mañana temprano sale el vuelo.—La mire sin creer que en serio habia organizado toda unas vacaciones sin siquiera avisarme.

—Genial.—Rodee los ojos.—Luego de almorzar vamos a mi casa Mia, asi le contamos a mi padre.—Gruñi y me fui al sofa. Al parecer era la unica que no tenia ganas de que Gianella y mi madre se fueran.

Escuchaba como Caden y mama hablaban del estupido viaje y no podia dejar de suspirar molesta. Mi mama pensaba dejarme sola con Caden, ni que el fuera un super herore o algo asi que pudiera cuidarme, de todas formas, no necesitaba que nadie me cuidara, podia hacerlo sola. Y estar a solas con Caden no era algo que me atrajera demasiado, iba a tener que enfrentarlo tarde o temprano, despues del beso no habiamos estado solo y el tampoco lo habia mencionado.

¡Mia!—Grito mi mama haciendome sobre saltar.

¿Porque gritas? Estoy justo aquí.—Frunci el ceño.

—Porque hace rato te estoy llamando y estas bloqueada, ¿Sucede algo?¿Estas enferma?—La mire con una ceja alzada y corri su mano cuando quizo ponerla en mi frente.

Oh no, solo que mi mama se quiere ir de vacaciones con mi hermana y dejarme sola aqui, oh no va a dejarme sola, va a dejar con un chico de 18 años al que parece confiarle todo.—Me cruce de brazos y ella se sento a mi lado y rodeo los ojos, mire hacia la cocina y el no estaba.—Hablando de Caden, ¿donde esta?—me miro con una sonrisa.

—Se fue a su casa con Gigi.—rodee los ojos, ni siquiera me aviso.

—¡Mama!—La regañe.

Tranquila gruñona. Menos mal que una de las dos es muy sobreprotectora.—Rodee los ojos.—Mia confió en Caden y en su familia, te han cuidado a ti y a Gigi todo este tiempo, se levanto y la segui.

La ayude sin decir nada, no es que pensara que Caden, sus hermanos o su padre podían hacer algo confiaba en ellos, si no que había algo que me atormentaba y era eso de las pandillas. No habíamos hablado del tema, pero si me voy a quedar con el a solas, quiero saberlo todo, quiero saber desde cuando esta ahi, si tiene enemigos, si m vida o la de mi hermana corre peligro, si su vida corre peligro y un monoton de cosas mas. Mientras mama preparaba sus cosas, yo estaba en el sofa con mi telefono y Caden llego, con un bolso y Gianella en sus brazos dormida. Me acerque a el y tome a Gigi, la fui a dejar a su cuarto y cuando baje mama estaba hablando seriamente con Caden en el patio, me quede viéndolos, a simple vista parecía como si lo estuviera regañando o como si mi mama fuera una mafiosa y le estuviera dando un encargo porque ella se veía en pose de mala con su cigarrillo y Caden solo asentía. Unos minutos después entraron y ya se estaban riendo.

—Hija voy a terminar de preparar mis cosas y a dormir un rato.—me dijo mi mama luego de darme un beso en la frente, asentí y mire a Caden que me miraba fijo.

—¿Que pasa?—Aclare mi voz y sonrei intentando no ponerme nerviosa.

—Te ves demasiado linda con mi camiseta.—y yo trate, juro que trate, de no sonrojarme, pero por su sonrisa, se que no lo logre. Trate de ignorar eso y fui hasta la heladera y saque una caja de jugo y me senté en la mesa, me puse a ver cosas en twitter y sentí como el se sentaba en frente mío.

—Se que tienes que decirme algo, te conozco.—me susurro y yo suspire y deje mi teléfono en la mesa.

—De echo tengo muchas preguntas.—El me miro serio entendiendo a lo que me referia y asintio.

—Esta bien, vamos a caminar y te cuento todo lo que quieras.



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En el texto hay: accion, chicomalo, pandilla

Editado: 05.07.2018

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